La opinión de…
Por: JORGE ARETIO
Ex técnico de O’Higgins (1973 y 1975)
Al término del año el plantel profesional de O’Higgins FC ha tenido una campaña muy mala como lo reconoció su presidente Ricardo Abumohor. Como en todo proceso las causas son variadas y algunos indicadores apuntan al vencimiento del contrato de 5 a 6 jugadores a mediados de semestres y, salvo Iván Vásquez, no hubo renovación de estos, reemplazándolos con Diego Olate, Gonzalo Ludueña, y Roberto Gamarra, aportando poco y nada, aunque en el caso del último una lesión que lo marginó en los primeros meses hace dudar de si venía en mejores condiciones que las que mostró en la cancha.
Otro indicador es el movimiento interno de profesionales, como fueron las salidas del doctor Hugo Bosa, el kinesiólogo Víctor Valderrama, el relacionador público Waldo Correa, el director técnico Roberto Hernández, y ahora último el gerente general Michael Kanaan.
Roberto Hernández hacía una excelente campaña en la primera rueda. Durante largas fechas O’Higgins ocupó y estuvo entre los primeros cinco lugares, además de tener una de las vallas menos batidas en ese momento del campeonato. Aún ganando el equipo era pifiado y despedido con cánticos amenazantes por parte de la barra celeste. Esto, junto al obtener sólo un punto de doce posibles, llevó al director técnico celeste a dar un paso al costado.
Lo que ocurrió con la llegada del segundo técnico es algo que ya se ha hecho una moda: Marco Antonio Figueroa recibe al equipo en el décimo puesto, y lo entrega en el decimosegundo. Y lo que es otra paradoja de este club: todos están contentos con el trabajo del Fantasma. Al parecer la evaluación interna ya se hizo, y ésta le costó el puesto a Kanaan. Debiera dar alguna opinión la Comisión del Hincha, buscar las causas de esta pobre temporada para así no volver a cometer los mismos errores.
Así como la joven barra aspiraba al primer lugar, la verdad es que el plantel celeste se merecía más que el puesto 12. Ya es segundo año consecutivo que parte intelectual de la barra interviene en forma concertada para cambiar el rumbo del equipo. Este año se equivocaron y, por ello, la institución estuvo cerca de irse a la liguilla de promoción.
Todavía faltaba “la guinda de la torta”: no estaban motivados para el último partido con La Serena. Un consejo para que el próximo año existan esas motivaciones: un premio por puntaje, así bajar el sueldo si no se cumplen los objetivos. Esta es una solución muy añeja, como el asado que le tuvo que pagar Fernando Meneses –hoy campeón con Universidad Católica– al plantel celeste por derrotar a Colo Colo.
A continuación el cómo vi a los jugadores celestes durante el año, qué aportaron y cómo lo hicieron para el rendimiento colectivo del equipo:
Federico “Vikingo” Elduayén (33): hubo dos porteros: uno antes de jugar con Audax en La Florida, y el otro “para el olvido”. Errores que hicieron que el uruguayo fuera el primer “cortado” de cara al 2011.
Roberto “Beto” González (34): respondía a la altura cuando se le había requerido por la suspensión del uruguayo, pero a una fecha del regreso de Elduayén se puso nervioso. Lo mismo le ocurrió cuando volvió a la titularidad tras la salida del Vikingo por sus sucesivos errores.
Rodrigo “Palillo” Flores (20): entró en un momento complejo a la cancha –a 20 minutos del final, cuando Palestino quería empatarle a O’Higgins–, pero mostró pasta y desplante en los pocos minutos que jugó.
Albert Acevedo (27): estuvo con regularidad en la primera parte del año, pero en la segunda fue cambiado como stopper por izquierda, puesto en el cual cometió muchos errores. En resumen fue un mal año para el capitán que hoy es tentando por la Universidad de Chile de Jorge Sampaoli.
Felipe “Pipe” Rojas (24): de ser quien tuvo la totalidad de los minutos con Gerardo Silva el 2009, pasó a alternar banca y titularidad con Roberto Hernández, hasta terminar “casi” marginado por Marco Antonio Figueroa que lo hizo jugar por no tener más alternativas ante Unión Española y Colo Colo. Respondió cuando se acordaron de él, prueba de ello es el premio al Fair Play que le entregó la ANFP.
Juan Luis “Limache” González (36): siendo el más experimentado del plantel habían severas dudas de lo que podía ser su rendimiento, más cuando se apostó a dejarlo como líbero, considerando que el puesto en que jugó toda su carrera fue el de volante central. De todas formas, mantuvo su rendimiento, algo que le da opciones de seguir considerando que aún tiene un año de contrato vigente.
Luis “Junior” Casanova (18): la revelación del año. Roberto Hernández le dio la oportunidad de ser titular apenas comenzó la campaña y estuvo a la altura del desafío, al punto que fue del equipo sparring de Marcelo Bielsa en Sudáfrica. En la segunda parte no jugó mucho, y Marco Antonio Figueroa insistió en ubicarlo como defensa, pese a que ya se había mostrado dubitativo en ese puesto. Claramente en el mediocampo es donde se siente más cómodo.
Diego Olate (23): pese a que quería seguir en Colo Colo regresó a O’Higgins suponiendo que podría ser aquel referente que tuvo la capitanía en el primer semestre del 2009, pero en la cancha se notó que casi ni jugó en los albos. Su nivel se estancó, algo preocupante para alguien de su edad.
Benjamín “Huaso” Vidal (19): era la promesa que Jorge Sampaoli decidió subir al primer equipo durante el 2008, pero nunca tuvo minutos. Tampoco fue muy tenido en cuenta por Roberto Hernández –que prefirió a Juan Gómez para tales efectos– hasta que la lesión de Albert Acevedo y la suspensión de Diego Olate le dieron una chance en la titular. Buen proyecto, respondió por lo que puede ser considerado para el 2011.
Yerson Opazo (26): parecía ser la tercera opción como lateral por derecha, pero la lesión de Rodrigo Ramírez y la partida a préstamo de Joan Henríquez lo dejaron como titular obligado. Le costó entrar en ritmo, pero cuando lo hizo respondió en toda función. Más cuando en la segunda parte del año, Figueroa lo hacía jugar casi como un puntero retrasado.
Enzo Gutiérrez (24): se perdió el inicio del torneo por una lesión, y cuando jugó tuvo que alternar en una variedad de puestos: delantero nominal, volante creativo, lateral y puntero por izquierda. Después de un primer semestre dubitativo, en la segunda parte fue quien mejor se entendió con Figueroa en el banco. El mejor del año, no sólo por terminar siendo el goleador del 2010.
Iván “Pupi” Vásquez (25): el más regular del año. Pasó por cambios de técnicos y de esquemas, en todos ellos se mostró parejo, sin dudarse un segundo de su titularidad. Pese a que tuvo cuestionamientos en la última parte con Hernández, fue uno de los mejores con Figueroa y marcó un golazo ante Unión Española en Santa Laura. Tuvo partidos de grandes luces.
Braulio Baeza (20): pese a que Hernández le dio minutos en Copa Chile y en algunos partidos del segundo semestre nunca se mostró con mucha confianza para definir, algo que se le pide a un volante con proyección de ataque como él. No obstante, con Figueroa mejoró cuando ingresaba en los últimos minutos, por lo que terminó respondiendo cuando se acordaron de él.
Marco “Leñador” Villaseca (35): venía precedido de una gran campaña en Rangers, en la que fue el líder indiscutido del equipo. Nada de eso se vio en Rancagua, pese a la confianza que Roberto Hernández le tenía al tenerlo en Audax Italiano, Colo Colo y Unión Española. Las constantes lesiones, y el exceso de tarjetas, hicieron que Figueroa lo marginara de las últimas fechas.
Leonardo Saavedra (21): nunca fue del gusto de Roberto Hernández, pero contó con la confianza inicial de Marco Antonio Figueroa eso hasta el fatídico partido con Everton: fue sacado a los 17 minutos de haber ingresado, y comiéndose una puteada del Fantasma. No se volvió a saber de él, por lo que claramente no fue su año.
Diego González (19): fue el acierto de Hernández que hizo más decorosa la eliminación en Copa Chile. Se esperaba que le dieran más continuidad para el segundo semestre, debido a que era considerado como el reemplazante natural de Kevin Harbottle. De todas formas se trata de un canterano con muchas posibilidades, considerando que deslumbra en la selección Sub 20.
Cristián “Zafrada” Abarca (21): Hernández lo trajo a prueba porque le faltaban hombres por la banda izquierda, considerando que estaba sin club tras ser finiquitado por Colo Colo. En el segundo semestre tuvo importantes posibilidades, pero nunca cumplió, pese a marcar un buen gol ante Palestino. De regular hacia abajo.
Mauricio Aros (34): partió como lateral por izquierda con Hernández, pero nunca tuvo la velocidad para ese puesto. Figueroa optó por ponerlo como volante central y ahí estuvo algo más regular: quitó, apoyó y buscó el gol.
Samuel “Canguro” Teuber (23): la hinchada siempre le ha tenido fe como goleador. Pese a que no pudo estar la primera parte del año por lesión, siempre que entró puso sus ganas, las que a veces superan sus capacidades futbolísticas. Tres goles en 14 partidos demostraron que pasó demasiado tiempo en la banca.
Lucas Ramón Ojeda (24): tuvo una partida de caballo inglés. Con Hernández partió siendo aplaudido y terminó siendo el más criticado antes de la salida del técnico. Con Figueroa le ocurrió algo similar, el Fantasma le hizo recuperar la mística, pero en los últimos partidos –salvo con Colo Colo– se fue diluyendo.
Juan Pablo Carrasco (18): fue una de las figuras de la Sub 18 que obtuvo la Copa Chile el 2009. Figueroa le dio algunos minutos, y en ellos demostró que es un canterano para tener en cuenta.
Gonzalo “Hachita Menor” Ludueña (24): se tenían expectativas de lo que podía hacer, considerando que llegaba a reemplazar a Kevin Harbottle. Tuvo partidos de lujo, y otros para el olvido. Mientras tuvo piernas respondió.
Roberto “Toto” Gamarra (29): hizo mucha más noticia por una posible partida a San Lorenzo de Almagro a una semana de haber firmado por O’Higgins que por su rendimiento en la cancha. Tiene contrato vigente, pero quiere volver a Paraguay, si es así se le olvidará rápidamente.