Por: Flor Vásquez
Inés cuenta que su madre (60 años) debió ser operada de la cadera y que en el hospital se le solicitó que llevara cinco donantes de sangre. “No nos resultó fácil, en la familia quienes estaban dispuestos a dar sangre tenían algunas enfermedades. Nosotros estábamos preocupados de la salud de mi mamá y el tener que buscar dadores de sangre nos complicó”.
Alicia (30 años) cuenta que acudió al hospital a dar sangre para su abuelita que estaba internada. “Me entregaron un cuestionario con un montón de preguntas y la verdad es que me dio temor; así es que me fui”.
Ambos testimonios revelan que en Chile y en la región no existe conciencia ni mayor conocimiento sobre el tema de la importancia vital de la donación de sangre y la necesidad de contar con un stock de sangre suficiente, para responder a las emergencias o a las situaciones en que es necesario realizar transfusiones de hemoderivados. De ello depende, en muchos casos, la vida de las personas.
Así lo explicó la doctora Carolina Contreras Cuevas, Jefe de la Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Regional Rancagua, quien resaltó que actualmente la tendencia europea y mundial es apuntar hacia los llamados donantes altruistas. Puntualizó que ello significa contar con una cantidad suficiente de personas sanas que se comprometan a donar sangre tres o cuatro veces en el año como máximo, sólo por un motivo altruista: de contribuir a salvar la vida de otros seres humanos.
En Chile, en este momento la mayoría de los donantes de sangre son los de “reposición”, es decir personas que donan porque se les pidió expresamente que lo hicieran, para reponer la sangre que se usó en algún familiar, amigo o conocido. Este tipo de donantes no corresponde a lo óptimo, ya que a veces ocultan información importante y la evidencia ha demostrado que la sangre más segura es la de los donantes altruistas.
Y es que la transfusión de sangre no está exenta de riesgos, puesto que a través de ésta o de sus hemoderivados se pueden transmitir enfermedades infecciosas, causar reacciones alérgicas u otros problemas en un mínimo porcentaje. Por esa misma razón es que la sangre destinada a la transfusión es sometida a diversos análisis. Con el objetivo de mejorar aún más su calidad es que se decidió centralizar los bancos de sangre. De hecho, el Banco de Sangre del Hospital Regional se transformó en Unidad de Medicina Transfusional y desde hace algunas semanas recibe componentes sanguíneos que envía el Centro de Sangre y Tejidos de Valparaíso. A su vez, desde Rancagua se manda la sangre –sin procesar- que aportan los donantes.
La Dirección del Servicio de Salud O’Higgins indicó que luego de una evaluación efectuada por el Ministerio de Salud en 2009, en relación a los bancos de sangre del país, se estimó que producto de las importantes brechas entre éstos, tanto de tipo organizacionales, tecnológicas y económicas, se desarrolló la “Política Nacional de Sangre”. En esa línea se procedió a la creación de 3 Centros de Sangre (CS.) en el país: CS. Región Valparaíso que debe cubrir desde la I a la VI Región; el CS que cubre el Área Metropolitana y el CS. Concepción que cubre el sur de Chile.
“NECESITAMOS DONANTES ALTRUISTAS”
– ¿Cómo ha funcionado esta modalidad de los centros de sangre?
– El Ministerio de Salud decidió concentrar la producción de los hemoderivados en determinados recintos, que a su vez reciben la sangre total que se va enviando desde los diversos recintos periféricos. Nuestra región se unió al Centro de Sangre de Valparaíso, el cual cuenta con bastante experiencia, con lo cual garantizamos una transfusión mucho más segura. Por otra parte, se apunta a la profesionalización de la transfusión, con la presencia del profesional Tecnólogo Médico las 24 horas. La sangre es un tejido y una transfusión se considera, en teoría, un injerto.
– ¿Desde cuándo se está recibiendo sangre y hemoderivados del centro de Valparaíso?
– Yo asumí la jefatura de esta Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Regional la primera semana de septiembre de este año. Se me planteó como desafío el que nuestro Banco de Sangre de entonces pasara a ser parte de este proceso de integración a nivel nacional. El 30 de noviembre se enviaron las primeras unidades de sangre total al Centro de Sangre en Valparaíso y recibimos los primeros hemoderivados, vale decir, la sangre fraccionada en glóbulos rojos, plaquetas y plasma fresco
– ¿Cómo funciona ahora esta unidad?
– Ahora se apunta a dos objetivos: el donante como tal y la práctica transfusional como tal. Se envía a Valparaíso la sangre intacta, junto a tres tubos con muestra para análisis, entre otras cosas. Dos veces a la semana, martes y viernes, llega el envío con hemoderivados: glóbulos rojos, plaquetas, plasma fresco concentrado y crioprecipitado si es que es necesario.
– ¿Cuánta sangre llega a esta unidad?
– La cantidad fue calculada en base a los requerimientos del año pasado más un porcentaje. En caso de contingencias o necesidades, se puede realizar un pedido extraordinario al Centro y se envía lo solicitado, a fin de no quedar desprovistos.
– ¿Existen dificultades para contar con donantes de sangre?
– Sí. Pero no estamos aspirando al donante de reposición, que es el que viene a donar por un familiar enfermo, sin dejar de considerar la necesidad de que este donante acuda de todos modos; estamos tratando de apuntar hacia la tendencia que comenzó en Europa y ahora ya es, al enfoque de excelencia, que es el donante altruista. Es decir, es la persona que acude tres a cuatro veces al año como máximo a donar sangre de manera voluntaria. Hay que subrayar que toda donación de sangre es voluntaria, en Chile no existe la sangre pagada, es un delito. Si durante la entrevista a un potencial donante se sospecha que existió pago se excluye.
– ¿Cree posible lograr un número significativo de donantes altruistas?
– Por supuesto, tras el trabajo informativo de la comunidad. Como ejemplo, se puede citar a Nicaragua, en tres años consiguieron un 100 por ciento de donaciones altruistas.
– ¿Cómo estamos en Chile en ese aspecto?
– En Chile, en el año 2000 la cantidad de donantes altruistas llegaba a sólo un 2,8 por ciento; en el 2007 aumentó a un 10 por ciento. Es una cifra baja, pero aumentó y hay que seguir organizando campañas para que el mayor porcentaje de donaciones sean del tipo altruistas.
– ¿Es también baja la cifra de donantes altruistas en la Región de O’Higgins?
– En la región estamos bastante mal.. Una persona pueden donar sangre; con la donación altruista tenemos sangre más segura desde el punto de vista infeccioso: dono sangre porque sé que no soy portador de alguna enfermedad infecciosa.
– ¿Qué pasa con el donante de reposición?
– Obviamente, la sangre de todo donante, sea altruista o de reposición, se someterá a los tamizajes (exámenes) respectivos, para descartar Hepatitis, Chagas, sífilis y HTLV, que el virus linfotrópico humano.
¿QUIÉNES PUEDEN DONAR SANGRE?¡
La doctora Contreras aseguró que para las personas sanas el donar sangre no provoca ningún problema de salud. En cuanto a los requisitos, mencionó tener entre 18 a 65 años, sobre 50 kilos de peso, haber dormido la noche anterior un mínimo de cinco horas, haber tomado un buen desayuno (los donantes que acuden en la mañana) o haber almorzado quienes concurran en la tarde, no estar padeciendo ninguna enfermedad febril, , no haber tomado cierto tipo de medicamentos.
Otros requisitos son: No haber tenido hepatitis después de los doce años, no haber estado tomando antibióticos, antialérgicos, corticoides o esteroides en la última semana; o si ha recibido en el último año una transfusión de sangre o derivados. Además no puede ser donante la personas que se ha tatuado en el último año, al igual que si ha tenido relaciones sexuales con más de una persona en el último año, o si su pareja sexual ha padecido hepatitis B o C. Tampoco pueden ser donantes los diabéticos insulinodependientes, los que se han inyectado drogas por vía de piel o venas, los portadores de VIH, quienes tienen el virus de Hepatitis B o C, o la enfermedad de Chagas. Igualmente, los que padecen enfermedades crónicas (pulmón, corazón, riñón e hígado), son epilépticos y están en tratamiento, y quienes han ejercido el comercio sexual, entre otros.
Análisis de la sangre
A toda la sangre donada se le practican los siguientes exámenes:
– Estudio de antígeno de superficie de hepatitis B, con el objeto de detectar posibles portadores de esta enfermedad.
– Detección de anticuerpos antitripanosoma Cruzi, para impedir la transmisión de la enfermedad de Chagas.
– Detección de anticuerpos contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del SIDA.
– Detección de anticuerpos anti treponema pallidum, presente en la sífilis.
– Detección de anticuerpos contra el virus de hepatitis C, para evitar la transmisión de esa enfermedad.
-Detección de anticuerpos contra el virus HTLV-I.