Hugo Soto Riquelme
Fotos: Nico Carrasco
“Cristo es la cumbre y el dueño de toda la historia. El punto más luminoso de las conquistas y de las ascensiones humanas y cristianas es el contacto directo con Jesús. Él es la herencia más preciosa de los siglos. El único camino para no perderse, la única verdad para no errar, la única vida para no morir, sigue siendo Cristo”, con estas palabras del papa Juan XXIII, el obispo de Rancagua Monseñor Alejandro Goic, plasmó su mensaje navideño 2010, enfocado en el real significado de este periodo para todos los creyentes.
En esa línea, el prelado, quien ahora ocupa el cargo de vicepresidente de la Conferencia Episcopal, manifestó ayer en el Obispado que la Navidad recuerda las tres venidas de Jesús al mundo cristiano. La primera de ellas, cuando precisamente nació de María Virgen en la humildad de un pesebre, fue bautizado por Juan Bautista, su precursor y posteriormente dio la vida para salvar a la humanidad y así convertirse en el “eterno viviente”.
Goic enfatizó, en su mensaje de Navidad, que Cristo “está presente entre nosotros y viene hoy en su palabra que orienta y libera; en los Sacramentos, dones de su gracia y de sus amor, para vivir en comunión con él, especialmente en el don de la reconciliación y de su cuerpo entregado en la Eucaristía”, expresó, agregando que “él (Jesús) vendrá como proclama nuestra Fé ‘a juzgar a vivos y muertos y su Reino no tendrá fin’”.
En este contexto, el obispo de Rancagua recalcó que más allá del frenesí de las compras navideñas -que para algunas personas es lo prioritario-, lo trascendente es el nacimiento de Cristo. “Espero que los que profesamos la Fé cristiana, seamos católicos, evangélicos u ortodoxos, podamos mostrar que lo esencial de Navidad es la presencia del hijo de Dios, que vino a la historia humana para hacer un mundo de hermanos y salvarnos de nuestros egoísmos”, detalló.
Asimismo, el prelado hizo un llamado a las autoridades regionales a unirse y trabajar por los más necesitados en esta Navidad. Esto, debido al complicado año que muchos de los chilenos han tenido que experimentar, principalmente por las consecuencias del nefasto terremoto que azotó con crudeza a la zona-central del país. De esta forma, su discurso estuvo focalizado a los que menos tienen.
“A todos los que participan en las diferentes instancias de responsabilidad ciudadana en nuestra Región, les digo con mucho respeto y humildad, que trabajemos por el bienestar de los más necesitados y los más humildes. Un signo de que realmente Cristo ha venido y que tengamos preocupación por la gente sin casas, la gente que ha sufrido mucho por el terremoto y también por los presos”, sostuvo el sacerdote.
Consultado respecto a la Navidad “diferente” que pasarán los damnificados de la Aldea San Antonio, Monseñor Goic indicó que “hay dos palabras que durante estos meses he señalado fuertemente: paciencia y esperanza. Paciencia, porque frente a la magnitud de esta catástrofe que significó el terremoto, no se puede resolver todo de un día para otro. (…) También es cuestión de esperanza. Organizadamente podemos ir resolviendo esto. Lo hemos visto también en la restauración de nuestros templos, casas, cementerios, entre otros. Poco a poco organizándose la comunidad, van surgiendo las soluciones”, dijo
Por último, la autoridad religiosa instó a las autoridades de la Región a que también tengan la capacidad de una gestión más ágil para resolver los problemas de los más necesitados. “Uno no puede esperar una solución que se demore 20 o 25 años, porque eso a uno se le va la vida. Por lo tanto, la paciencia sí, la esperanza sí, pero también la agilidad para ir resolviendo especialmente los problemas de los más pobres”, acotó.
Situación carcelaria
En relación a la situación carcelaria del país, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal declaró respecto a lo vivido por los reos en el penal de San Miguel que “ya la condena de estar privado de libertad es justo castigo a sus delitos, pero los derechos humanos siguen siendo y deben ser respetados, y eso lamentablemente hemos visto que nos falta mucho por avanzar. Entonces todos los que tenemos alguna responsabilidad, debemos trabajar realmente para ser una sociedad más humana y por ende más cristiana”.
De acuerdo a esto, el sacerdote añadió que ante la presencia de más de 50 mil presos en las cárceles de Chile, se hace necesario distintas acciones para evitar la sobrepoblación en los penales. En este sentido, subrayó que a través de la propuesta de indulto presentada al Gobierno hace algunos meses al Gobierno, la cual está enfocada a algunos reos de menor peligrosidad, pretenden aminorar el hacinamiento carcelario, por lo que se espera que las autoridades gubernamentales acojan el documento para incrementar la calidad de vida y rehabilitación de los internos.
“Hay medidas que este propio Gobierno ha estado tomando, algunas se están ejecutando. Lo importante es que el país hoy tomó conciencia en medio de la tragedia vivida en la cárcel de San Miguel, que (Chile) no puede ser desarrollado si tiene más de 50 mil hijos -en las cárceles-, la gran mayoría de ellos ha cometido delitos y tienen que pagarlos. Ellos siguen siendo hijos de esta tierra y deben ser respetados sus derechos”, aclaró el religioso.
En este aspecto, agregó que hay distintas alternativas para la rehabilitación que se pueden tomar de otros países del mundo. Una de ellas –cuenta- es la experiencia de Honduras con la presencia de cárceles granjas, donde los internos de menor riesgo trabajan en diversos talleres de albañilería, jardinería y agricultura. Allí, los internos reciben un salario mensual, donde una parte de éste va para el reo, su familia y un fondo de ahorro que es entregado una vez que está en libertad. Por lo tanto al salir de prisión, ya posee un pequeño capital para enfrentar la vida.
“Hay varias maneras, pero lo que está claro es que el sistema carcelario está colapsado y hay que iniciar un camino novedoso e importante para dignificar la vida de los presos. Sobre todo de aquellos que tienen condenas primerizas, son jóvenes y que con un buen proceso de incorporación al mundo del trabajo podrían rehabilitarse”, concluyó.
Designación de Monseñor Ezzati como presidente de la Conferencia Episcopal
Respecto a la designación de Monseñor Ricardo Ezzati como nuevo arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Goic manifestó su agradecimiento a Dios- a través del Papa Benedicto XVI- por este nombramiento, ya que lo conoce desde hace bastante años, además de compartir prácticamente los mismos valores cristianos como pastores de la Iglesia Católica.
“Es una persona con la cual comparto hace muchos años, una amistad y diría también los grandes ideales que como pastores tenemos. Tiene mucha preparación y una experiencia de conocer Santiago. Estuvo seis años como obispo auxiliar, conoce prácticamente a todos los agentes pastorales, sacerdotes, laicos y religiosas. Tuvo una experiencia en Roma de seis años”, declaró.
El sacerdote auguró un buen futuro en los nuevos cargos que Ezzati deberá materializar ya a partir del próximo año, junto con darle todo su apoyo en las iniciativas a realizar. “Creo que va ser un muy buen pastor para Santiago, un muy buen presidente de la Conferencia Episcopal”.