Felipe Alvear Silva
Fotos: Nico Carrasco
Las favorables condiciones del tiempo, con mucho calor y fuertes vientos, serían las causantes de la rápida combustión de unos restos de árboles en medio de un incendio producido durante la jornada de ayer en el bosque Santa Gemita, ubicado a un costado del pueblo de Codegua, en la comuna del mismo nombre.
El hecho comenzó cerca del medio día de ayer, cuando vecinos y trabajadores de los predios notaron un fuerte olor a humo, característico del eucaliptus. Al lugar llegó personal del Cuerpo de Bomberos de Codegua, quienes apoyados por voluntarios de Mostazal y Graneros, comenzaron a trabajar para sofocar el siniestro que afectaba matorrales, pastizales y el bosque del árbol oriundo de Australia.
Debido a la gravedad del incendio forestal, la ONEMI de la Región de O’Higgins pidió refuerzos de la CONAF, los que enviaron a las brigadas Peumo 12 y Rosario. El jefe de la primera de las brigadas, Ramón Muñoz, señaló que los 10 funcionarios que trabajaron en el lugar, más la ayuda de los bomberos, lograron controlar el siniestro cerca de las 15 horas, donde se quemaron 1,5 hectáreas, y después comenzaron la liquidación. La segunda Brigada, Rosario, no trabajó en el lugar porque tuvo que ser derivada de emergencia a la Provincia de Cardenal Caro.
Matancilla
A la misma hora que en Codegua soportaban el fuerte humo que salió desde el lugar donde se produjo el incendio, ciento de kilómetros más al oeste, a un costado de un brazo del Lago Rapel, un nuevo incendio forestal comenzaba a producirse. De acuerdo al informe entregado por la directora regional de la ONEMI, Alejandra Riquelme, el siniestro se ubicó en el sector de Matancillas y afectó a 3 hectáreas de matorral y pastizal. En el lugar trabajaron 3 brigadas de la CONAF, más una aeronave y el Cuerpo de Bomberos de Litueche. El siniestro quedó controlado cerca de 17 horas, por lo que al cierre de esta edición, estaba siendo liquidado.
El incendio forestal de Matancilla, hizo recordar de inmediato el caso del año pasado en que el sector de Ucuquer de Litueche —ubicado a sólo un par de kilómetros— vivió un desenfrenado siniestro que duró días, y que se expandió por cerca de 3 mil hectáreas de arbolada, matorrales y pastizales, quemando casas y otros bienes personales. Aquel incendio se extendió por tanta cantidad de terreno, que incluso llegó a la Región Metropolitana.