-El cuerpo de Carlos Orellana, quien “supuestamente” fue encontrado muerto el pasado 25 de diciembre en el canal La Compañía, no podrá ser entregado hasta, probablemente 40 días más. Las razones: recién ahí se podrían conocer los resultados de los exámenes de ADN que permitirán su total identificación.
Por: Tania Arce Saavedra
Fotos: Marco Lara
El pasado 25 de diciembre, y cuando la mayoría celebraba la Navidad, la familia Orellana Tapia vivía una dolorosa situación: el cadáver de Carlos Orellana Lizana, quien se encontraba desaparecido desde el pasado 11 de diciembre, era encontrado en un canal de regadío en las inmediaciones de las Avenidas La Compañía con República de Chile. El cuerpo estaba en un avanzado estado de descomposición y fue personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, junto a personal de la Tercera Comisaría de Rancagua (LABOCAR) quienes se hicieron cargo del procedimiento.
En la oportunidad, el Capitán de Carabineros Ismael Opazo, informó a la familia del occiso, que este no iba a ser entregado en forma muy rápida, ya que las condiciones en que se encontraba el cuerpo, ameritarían dejaba abierta la posibilidad de la realización de un minucioso estudio de ADN para establecer en forma científica la identidad del fallecido, algo que la familia, a pesar de su dolor, comprendió cabalmente. Hasta ese momento todo seguía el curso que habitualmente se da para estas situaciones.
Sin embargo, y mientras se esperaba el resultado de la autopsia de rigor, de acuerdo a lo señalado por la familia, existía una posibilidad de que el cuerpo de Carlos Orellana, podría “talvez ser entregado ayer miércoles”, algo que ellos esperaban con ansias.
Un llamado al medio día del martes alertó a la familia de este hombre de 60 años. “Supuestamente” desde el propio SML, Pablo Orellana, hijo del fallecido, recibía la información de que a las 14 horas, el cuerpo finalmente sería entregado para su sepultura. “Nosotros de inmediato preparamos todo el servicio. Mi madre con todo su dolor salió a realizar algunas compras y en casa se arregló lo que debía ser el velatorio. Hasta coronas nos comenzaron a llegar” relata el acongojado hijo. “Cuando llegamos al Médico Legal—dice— tuve que llenar unos formularios. Ya tenía todo contratado incluso el cementerio y carroza. Al momento de completar algunos papeles, el funcionario –señaló—se percata de que algo le falta, y para cerciorase llama a la Fiscalía. Al parecer desde ahí le dijeron que el informe de LABOCAR aún no estaba y que no se había realizado la identificación científica de mi padre, por lo que el cuerpo no podía ser entregado” afirmó Orellana.
Ante esta situación la familia decidió concurrir al Ministerio Público, donde se les corroboró lo anteriormente señalado, indicándoseles que la fiscal a cargo del caso, había dejado sin efecto la orden de entregar el cadáver debido a que no se había podido establecer la identificación certera del fallecido. A pesar de ello, y considerando el largo tiempo de espera que puede demorar un examen de ADN tomado en regiones, desde el Ministerio Público se les dio la facilidad de que LABOCAR tomara muestras de sangre a la familia y así agilizar el engorroso trámite.
Pero la familia no se conforma. La sola posibilidad de que la identificación pueda demorar 40 días les provoca un sentimiento de impotencia indescriptible. “Nosotros estamos consternados. Nuestra madre está destrozada y toda nuestra familia, amigos y conocidos, se encuentran impactados con esta situación. Ahora, el problema es vejatorio, sobre todo, porque en el caso de la cárcel de San Miguel, las identificaciones se hicieron en forma muy rápida, y aquí al parecer no existe voluntad de este organismo (SML) de proceder de la misma forma” advirtió Orellana.
UN PROBLEMA SERIO DE COORDINACION
Desde el SML fue su director, Santiago Morales quien respondió a estas acusaciones: “aquí hubo un problema serio de coordinación con la Fiscalía” señala Morales. Con documento en mano, argumenta que fue la fiscal a cargo del caso, Gabriela Carvajal quien ordenó la entrega del cadáver el domingo 26. “Ahora, ella debe haber desconocido en ese momento que de acá se llevaron sólo pulpejo de los dedos, y eso no permite en ningún caso, la identificación por la vía más rápida: las huellas dactilares” explicó el médico. Según el facultativo, el caso de Carlos Orellana resultó muy complejo por el grado de putrefacción del cuerpo. “Ahora bien— señala el director del SML— todos estos problemas se podrían evitar si hubiese una mejor comunicación entre los organismos involucrados en estos casos. Además a eso debemos sumar que nosotros estamos trabajando al límite con los recursos humanos” advierte.
Desde el Ministerio Público, fue el fiscal subrogante de Rancagua Carlos Fuentes quien se refirió a esta situación en particular: “el problema que se suscitó, fue que inicialmente hubo problemas para reconocer el cuerpo. Además su condición era precaria para pensar en huellas dactilares”. La autoridad relató que el día 26 de diciembre a petición de la familia, se evacuó un informe de parte del funcionario de turno, en que se autorizaba seguir con todo el procedimiento para la posterior autopsia y entrega del cadáver. “Pero que una vez que LABOCAR informó a la fiscal Gabriela Carvajal la situación respecto a las huellas dactilares, de inmediato esta orden se revirtió” señaló Fuentes.
“Ante este escenario es comprensible que la familia esté consternada, pero las cosas se deben hacer bien y nadie puede entregar un cuerpo del que no se tiene certeza de su identidad” sentenció el fiscal. “Ahora, siempre hay problemas con las identificaciones o la entrega de cuerpos. Es normal que esto suceda. Sobre todos los fines de semana. Lo que pasa es que en este caso no existe mucha probabilidad de identificación que no sea de tipo genética y eso complica las cosas. Por lo mismo nosotros hemos dado facilidades a la familia a través de gestiones para apurar los exámenes. No podemos olvidar nuestra realidad: el Servicio Médico Legal de Regiones no se compara con el de Santiago, que trabaja los 365 días del año 24 horas al día” finalizó Carlos Fuentes.
Finalmente será la familia de quien es ahora el “supuesto fallecido” a quien solo le quedará esperar el resultado de los exámenes, los que si todo anda bien, debieran estar antes de 40 días.