Por: Tania Arce Saavedra
Fotos: gentileza Universidad de Santiago
En el marco de la iniciativa “Instalación de una Red Meteorológica Local”, como instrumento de apoyo a la gestión de los aprendizajes y a la gestión comunitaria, propuesta por el DAEM de Doñihue, financiada por el Fondo de Apoyo al Mejoramiento de la Gestión Escolar (FAMGE) y llevada a cabo por la Facultad de Ciencia de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), se realizó, entre los días 4 y 7 de enero del presente año, un curso que consistió en una serie de talleres destinados a profesores de los distintos establecimientos educacionales de la comuna en sus diferentes niveles: Pre básico, básico y medio.
La novedad de esta actividad radicó en que los seis talleres: Introducción a la Meteorología, a cargo de Álvaro Mauro; Introducción a la Contaminación dirigido por Ernesto Gramsch; Energías Renovables por Norman Cruz; Aplicaciones prácticas de la Energía Solar por Carlos Balocchi; Liderazgo e Innovación por Erika Welte y Creatividad y Trabajo Colaborativo por Guillermo Sánchez, se desarrollaron en forma interdisciplinaria, incluyendo salidas a terreno. Esta fue la oportunidad en que los 35 profesores participantes tuvieron la ocasión de aplicar lo aprendido. En efecto, con una excursión al cerro Los Misterios de la citada comuna, los diferentes grupos, previamente seleccionados realizaron mediciones a distintas alturas relativas a parámetros atmosféricos (temperatura, presión, humedad, velocidad y dirección del viento), a contaminación atmosférica (número de partículas presentes en el aire) y a radiación solar. Una vez de regreso y en el laboratorio de computación de la Escuela Laura Matus, los distintos grupos tabularon, graficaron y analizaron la información obtenida, con lo que se logró relacionar diferentes disciplinas a diferentes niveles.
Otra de las actividades consistió en armar una cocina solar económica prefabricada, diseñada por el profesor Balocchi de la USACH, sobre la base de láminas de policarbonato y cartón. Una vez que cada grupo construyó su cocina solar se procedió a usarla, cocinando choclos, huevos, papas, zanahorias, y hasta una deliciosa leche asada, la que fue saboreada por todos los presentes. Paralelamente al proceso de cocción de los alimentos, se fue monitoreando el proceso, realizando mediciones ambientales de temperatura, humedad, radiación solar, y el comportamiento interno de la cocina en cuanto a la temperatura. Finalmente se realizó un estudio de los datos obtenidos mediante gráficos, calculando la energía utilizada en cada caso.
Esta experiencia fue bien evaluada por los profesores participantes, destacándose los siguientes aspectos: la interacción de los profesores de los tres niveles educativos involucrados y de diferentes establecimientos de la comuna, lo que resultó muy gratificante para los docentes pues les permitió conocerse e intercambiar aprendizajes. También se desatacó la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos, y la realización de un verdadero trabajo colaborativo.
Todo lo anterior generó un grato ambiente que culminó con un inolvidable almuerzo campestre en el que todos se involucraron en su elaboración.