Por: M. José Castro Ortiz
Fotos: Marcos Lara
Recién ayer, los 127 incendios forestales regionales registrados por la ONEMI, pudieron ser extinguidos en su mayoría. Estos arrasaron con 3.190 hectáreas, afectando a las comunas de Las Cabras, San Vicente de Tagua-Tagua, San Fernando, Coltauco y Chimbarongo.
El incendio de la zona de Las Palmarías, en la comuna de Las Cabras, está siendo aún controlado, debido a su envergadura de 1.945 hectáreas ha sido difícil su combate, “se va a mantener bajo vigilancia por tratarse de un incendio de gran magnitud, se deben tomar todos los resguardos y revisiones por parte de la CONAF, y también se va a mantener el monitoreo por parte de las torres de observación de la CONAF”, confirma Alejandra Riquelme, directora regional de la ONEMI. En la medida de que no haya un rebrote, se cree que este incendio podría ser prontamente extinguido.
El único incendio activo se encuentra en la localidad de Requegua, y comenzó afectando a 9,2 hectáreas de pastizal, matorral y eucaliptos, pero el intenso trabajo de los brigadistas de la CONAF, ha logrado dominar fuertemente este siniestro, “está con una intensidad media-alta, afectando 2.5 hectáreas de superficie, en el lugar está trabajando un técnico, dos unidades de CONAF, y un helicóptero en la zona”, cuenta la directora regional de la ONEMI.
En el caso de la zona afectada de “Rinconada El Tambo”, de San Vicente de Tagua- Tagua, donde ya se extinguió un incendio de magnitud, al sobrepasar las 200 hectáreas de superficie, la gente de CONAF está manteniendo un resguardo de cenizas, y vigilancia permanente por parte de motoristas.
En cuanto a los incendios extinguidos de las demás comunas, en la ONEMI destacan que siguen en constante monitoreo, “en coordinación con la CONAF hemos mantenido este nivel de alerta temprana en la región, en virtud de que esperamos condiciones para el fin de semana de temperaturas sobre los 33 grados”, explica Riquelme.
En las zonas afectadas se mantendrá la vigilancia, y también carabineros ayudarán a resguardar todas las áreas en donde, según la directora de la ONEMI, claramente ha habido una intencionalidad directa o indirecta, a través de una faena agrícola en la ocurrencia de estos eventos.