Es común que las personas tiendan a elegir para su dieta diaria cosas ricas en calorías como la llamada “comida chatarra” y grasas saturadas como la mantequilla, cremas, paté y embutidos. Además, es usual optar por carnes altas en grasas como el asado de tira, lomo vetado, huachalomo, plateada osobuco, chuletas e interiores, como así también vienesas, jamón, mortadela, quesos y leche entera.
De esta forma, en vez de seleccionar derivados saludables para reemplazarlos, están ingiriendo un alto contenido calórico, en grasas y sal, lo que representa un daño para nuestro organismo y salud. Esto es importante, considerando que en 1996 fallecieron más de siete millones de personas en el mundo de cáncer, registrándose diez millones de casos nuevos según la Organización Mundial de Salud, ya que la dieta que seguimos influye en el desarrollo de esta enfermedad.
Así, los científicos advierten sobre el consumo del alcohol, que aumenta el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer como de hígado, esófago, laringe y boca; de carnes rojas, que puede derivar en cáncer de colon y recto; y de alimentos altos en grasas y sal, que incrementa la posibilidad de desarrollar cáncer de estómago.
Pero, la buena noticia, es que también existen alimentos que nos pueden ayudar a prevenir esta enfermedad. Para informar a la población sobre este tema, el Ministerio de Salud elaboró “Las Guías Alimentarias para Chile”, donde sugieren aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres.
Esta indicación se debe a algunos compuestos que poseen este tipo de alimentos, como carotenoides, ditioltiones, indoles, flavonoides, saponinas, sulfuros alílicos, entre otros, los que están presentes en verduras de hojas verde oscuro como las del repollo, la coliflor, el brócoli, los repollitos de Bruselas y también en el ajo, la cebolla y los puerros. Además, es importante consumir aceites vegetales y preferir carnes blancas como el pescado, el pollo y el pavo, debido a la cantidad y calidad de las grasas que contienen.
CONSEJOS PARA UNA BUENA SALUD
Es así que los expertos en nutrición recomiendan volver a la alimentación natural y casera para tener una buena salud. Por ejemplo, se puede consumir agua de compota de frutas o jugos naturales en vez de bebidas gaseosas; mermeladas, queques y galletas hechas en casa; palta, quesillo, tomate y huevos como agregados del pan, para evitar los preservantes y colorantes.
Por otra parte, se indica que es importante beber con moderación, 1 vaso al día las mujeres y no más de 2 vasos de 150 ml. los hombres. También, en el caso de las carnes, se sugiere escoger los cortes con menos grasa como filete, asiento, postas, choclillo, pollo ganso, punta de picana y lomo liso; y prepararlas preferentemente al horno, en vez de a las brasas, ya que las altas temperaturas pueden formar compuestos carcinógenos.
A la vez, los especialistas recomiendan utilizar aceite de oliva y de canola como reemplazo de la mantequilla, la manteca o la margarina, además de ingerir productos lácteos descremados y limitar el consumo de cecinas, fiambres, paté y productos semejantes, especialmente porque se preservan con químicos nitritos y nitratos que contienen agentes que pueden propiciar el cáncer.
Finalmente, el excesivo consumo de sal puede aumentar el riesgo de tener esta enfermedad, por lo que es importante leer el etiquetado de los alimentos y elegir aquellos que sean bajos en sodio, como así también tratar de utilizar sal baja en sodio para cocinar y para aliñar las ensaladas.