– Tal como se preveía, los tres acusados por la muerte de Segundo Navarro fueron declarados culpables, y ahora deberán esperar la sentencia. La Fiscalía pide cadena perpetua para el hijo por el delito de parricidio calificado y 15 años de cárcel para las dos mujeres por homicidio calificado.
Felipe Alvear Silva
Había expectación. La jornada de ayer podía ser clave dentro de la investigación del caso del “descuartizado de Chimbarongo”, y así fue. En una acción que no se esperaba, los tres imputados por la muerte y posterior descuartizamiento de Segundo Navarro Moraga, pidieron perdón con lágrimas en los ojos a todos los presentes en la sala por el brutal crimen que orquestaron y ejecutaron. Pero a pesar de esto, la terna de magistrados del Tribunal Oral de San Fernando condenaron como culpables a los tres acusados.
El juicio oral que había comenzado el pasado miércoles, continuó durante la mañana de ayer en el Tribunal colchagüino. Tras la declaración de peritos que trabajaron en el caso y de testigos de la defensa, la audiencia terminó a la espera del veredicto que quedó fijado para las 15 horas. Con puntualidad inglesa, los tres magistrados ingresaron a la sala para leer la condena que declaraba al hijo de la víctima Domingo Navarro Olivares como culpable del delito de parricidio calificado, y a las mujeres Paula Barahona Opazo y Marlen Díaz Martínez como coautoras del homicidio calificado.
Con la lectura del veredicto para los tres culpables, sólo falta por saber cuál será la pena que deberán cumplir el parricida y las dos homicidas de este horrible crimen que escandalizó a Chimbarongo y a toda una región. La audiencia quedó fijada para las 16 horas del próximo martes 15 de febrero, en el Tribunal Oral de San Fernando.
Un horrible hecho policial
Los hechos ocurrieron el 15 de abril del 2009, cuando los condenados llegaron hasta la casa de la víctima para realizar un asado que serviría como coartada para cometer el plan de asesinar a Segundo Navarro, para así cobrar el dinero de una herencia que recibiría su hijo Domingo Navarro. Cuando don Segundo Moraga estaba bajo los efectos del alcohol, la imputada Paula Barahona comenzó a seducirlo para así llevarlo a su pieza. Una vez en el lugar, llegó el hijo del engañado con un madero de más de un metro de largo, con el que le acertó un fuerte golpe en la cabeza -todo realizado por la espalda- y después aprovechó que estaba en el suelo para continuar la agresión.
La golpiza al indefenso hombre continuó con la tercera condenada, Marlen Díaz, que no satisfecha con los golpes que propinó el hijo de la víctima, utilizó el mismo objeto contundente para rematar a la víctima que yacía en el suelo de su casa. Por último, y para asegurar la muerte de la indefensa víctima, su hijo lo asfixió con una toalla en lo que fue el término de la primera parte de la confabulación.
Ya comprobado que Navarro Moraga no tenía signos vitales, los imputados continuaron con su detallado y fríamente calculado plan. Utilizando una sierra manual, procedieron a cercenar las extremidades del cadáver, las que introdujeron en bolsas plásticas y las llevaron a distintos lugares de la comuna para repartirlas: el Embalse Convento Viejo y distintos canales de regadío del sector. El caso fue investigado por la Brigada de Homicidios de la PDI, que logró descifrarlo y detener a los culpables de este macabro hecho policial.