M. José Castro Ortiz
Fotos: Marco Lara, Belén Uribe y Nico Carrasco
Ellos también sufrieron el terremoto, el pasado 27 de febrero de 2010 los cuarteles de la primera, tercera y cuarta compañías del Cuerpo de Bomberos de Rancagua se vieron severamente perjudicados por la fuerza del terremoto del año pasado, los daños que presentan elevan a los presupuestos de sus reparaciones a varios millones de pesos, dinero con que obviamente no cuentan, por lo que cada uno de estos cuarteles ha debido esforzarse en encontrar la ayuda que tanto necesitan. Colaboraciones municipales y de la Junta Nacional de Bomberos, han sido protagonistas en la reconstrucción de los afectados cuarteles, pero a un año del trágico sismo, aún están batallando por volver a la normalidad.
PRIMERA COMPAÑÍA, AÚN CON LAS SECUELAS
Dentro de pocos días se cumplirá un año desde la gran sacudida vivida en febrero del año pasado, y los daños causados por ésta, en el cuartel de la Primera Compañía, aún son visibles. “Nosotros en el sector relativamente antiguo, fue donde sufrimos daños, en la estructura nueva hubo daños menores, ahí tuvimos ventanales rotos, pero fueron cosas menores”, confirma Freddy Bahamondes, director de esta compañía. En la división que los separa con la Secretaria Ministerial de Educación, presentaron más inconvenientes, ya que ésta es de adobe.
En el sector de la esquina de O’Carrol con Campos, en donde se encuentra la torre, sufrieron un importante derrumbe, el que los forzó a demoler y a cubrir con una carpa la zona dañada, recordemos que ese lugar, que antes era el Teatro Apolo, le permitía un ingreso monetario a los bomberos, ya que lo arrendaban para distintos eventos, pero los daños que produjo el terremoto, los dejó sin esta importante entrada mensual, “por no formar parte del cuartel, nosotros de manera particular tenemos que buscar los recursos para poder arreglarlo”, explica Bahamondes.
El director, confirma que el Gobierno Regional se comprometió con ellos en la ayuda de la reconstrucción del área que sufrió derrumbes, y también cuenta que desde agosto comenzaron a preocuparse de cómo manejar el tema del teatro, ya que es indispensable que recuperen esa fuente de ingreso. Otro punto que destaca, es cuál será el modo en que arreglarán lo que es netamente el cuartel, será a través de la Junta Nacional de Bomberos, postulando proyectos que sean financiados por los fondos de esta entidad, “ya estamos trabajando en ello, hemos presentado algunos presupuestos”, confirma el director, aclarando que esta es la vía más rápida para la obtención de recursos, ya que otros medios serían más burocráticos, por lo que resultarían más lentos.
En la Primera Compañía, esperan que este año se repare el sector de la esquina del cuartel, y los daños que sufrió la torre. El porcentaje del cuartel que se vio afectado el pasado 27 de febrero, corresponde a un 20 por ciento, y a casi un año del catastrófico terremoto, esta compañía sigue en las mismas condiciones, “los daños menores se arreglaron”, explica Bahamondes, dejando en claro que las reparaciones más básicas de realizaron rápidamente, esto en la búsqueda de estar lo más pronto operativos.
El director, también se refirió a los fondos que la municipalidad ha entregado para los trabajos de reconstrucción de cuarteles, definiendo a la ayuda como bastante mínima, ya que los montos que entregan no alcanzan para hacer mucho, “en rigor no es nada, si a nosotros nos dan ocho millones de pesos no hacemos nada también, de hecho el presupuesto para arreglar lo que es infraestructura cuartel, eso quiere decir que no se involucra el teatro, llega como mínimo a los 32 millones de pesos”, confiesa Bahamondes.
Tercera Compañía, pérdida total
Esta compañía, sin duda vivió a pleno las consecuencias del fatídico terremoto, perdieron su antiguo cuartel, quedaron paralizados durante seis meses, y debieron partir de cero en un improvisado cuartel en el sector de la Alameda. “El edificio de Bueras tenía tres pisos, y en el tercero estaba el casino, y sobre ese casino estaba una torre con un campanario en donde estaba la sirena, pero para el terremoto se trisó todo el tercer piso, la estructura cedió, y hubo que botar eso, porque era demasiado pesado”, relata Maximiliano Bozzo, director de la compañía.
Otro de los puntos complicados para esta compañía, fue tener que resguardar la zona correspondiente a la calle Bueras, cerrar el perímetro por las amenazas de derrumbe, y evacuar a los vecinos. A los días esta compañía dejó de estar activa, ya no podían ocupar sus antiguas instalaciones, y no tenían un lugar físico donde establecer su cuartel, sus máquinas fueron guardadas en un comienzo en la Segunda Compañía, y después fueron llevadas al Cuartel General.
“Los días del terremoto estuvimos en servicio, pero posteriormente no podíamos funcionar, porque se declaró inhabitable el edificio. No podía vivir ahí nuestro cuartelero, que vivía en el lugar con familia, y la guardia nocturna no podía funcionar, entonces hubo que dejar fuera de servicio la compañía”, cuenta Bozzo. Alrededor de seis meses la Tercera Compañía quedó en pausa, y sus voluntarios se abocaron en hacer algunas reparaciones en su malogrado cuartel, y después comenzaron a trabajar en el nuevo cuartel que les otorgó la Superintendencia, gracias a la gestión de fondos. Recién el 13 de agosto pudieron volver a funcionar, “desde ese momento, nosotros estamos habilitados cien por ciento como función de bomberos, ya sea con guardia nocturna, y con cuartelero rentado en el lugar”, explica Maximiliano Bozzo.
El director nos aclara que antes de que se vieran afectados por el terremoto, tenían pensado trasladar el cuartel a otro lugar, ya que al estar en una ubicación tan céntrica, y en una calle tan concurrida como lo es Bueras, tenían problemas con la salida de las máquinas a la hora pick. “Había un terreno, cedido por Bienes Nacionales, pero no nos gustaba a nosotros como compañía, era demasiado chico para ser una compañía”, confirma Bozzo.
Estudios realizados al terreno que había sido cedido por Bienes Nacionales, le dio la razón a los bomberos de la Tercera Compañía, ya que efectivamente el lugar era demasiado pequeño, por lo que nos les quedó otra opción más que esperar la aparición de un mejor lugar, pero fue en esa espera, en que se convirtieron en víctimas de la fuerza del terremoto del 27 de febrero.
El nuevo cuartel, está emplazado en la Alameda, en un terreno en que funcionaba un taller mecánico. Bozzo destaca que los dueños del lugar, al saber que el sitio sería comprado por bomberos, bajaron bastante el precio. El director, también cuenta que en un inicio se contaba con bastante poco en el nuevo terreno para el cuartel, ya que debieron acondicionar un galpón como sala de máquinas, una casa para el cuartelero, y oficinas.
Por el momento, llevan dos muros construidos en el proyecto de habilitar la parte delantera del cuartel, esto gracias a fondos entregados por la municipalidad, y para la finalización de esta construcción, están esperando fondos que está gestionando el Superintendente, con lo que se construiría el radier, y se colocaría la loza superior. En la compañía, cuentan que desean tener habilitada, lo más pronto posible, esta parte delantera, ya que por el momento deben tener la sala de máquinas en la parte trasera, mientras que lo ideal es que se encuentre lo más cercana a la calle.
“En este momento, el antiguo cuartel, está en manos de una corredora de propiedades”, cuenta Maximiliano Bozzo. Se espera sacar un valor razonable del inmueble, lo que permitiría que se pueda contar con más recursos para la implementación y construcción de este nuevo cuartel de la Tercera Compañía. Sala de máquinas, oficinas, salón de sesiones, casinos y guardia nocturna, deberían estar listos este año, según cuenta Maximiliano Bozzo. El director, también destaca lo importante que es para esta compañía estar al cien por ciento para recibir su aniversario número 100, en diciembre del 2012.
CUARTA COMPAÑÍA, SALIENDO ADELANTE
Los daños que sufrió esta compañía, se enfocan en dos sectores, en la planta baja, en donde se pueden observar importantes grietas, y en gran parte del segundo piso, en donde algunas murallas se cayeron, y gran parte del cielo del techo se desprendió. El segundo piso ya está siendo reparado, y se espera que para el mes de mayo se encuentre en perfecto funcionamiento, ya que los ingenieros decidieron que esta parte del cuartel debía ser el punto de partida. Sala de consejo, sala de sesiones, capitanía y casino, serán las primeras instalaciones restauradas del estropeado cuartel.
El superintendente de bomberos, Marcelo Muñoz, confirma que el presupuesto total para las reparaciones de este cuartel llega a los 28 millones de pesos, monto que fue proporcionado, en su totalidad, por la Junta Nacional. De estos 28 millones, se han entregado dos tercios a los contratistas encargados de los arreglos, y a medida que estos avanzan satisfactoriamente, se cumplirá la paga total.
Los cálculos de los expertos que analizaron el estado del cuartel, indicaron que era posible que éste fuese reparado sin la necesidad de tener que derrumbar su estructura, es decir, trabajando sobre lo que quedó. “La estimación de la entrega de los trabajos de reparación, es para el mes de junio. Pero, nosotros igual nos hacemos la idea de que esto podría pasar recién el mes de septiembre, porque hay que considerar que pueden pasar imprevistos”, asegura Juan Aros, teniente tercero de la Cuarta Compañía. No deja de ser cierto que las condiciones climáticas del invierno, podrían atrasar los tiempos de entrega.