Marcela Catalán
Fotos: Marco Lara
Desde hace poco más de una semana, el Gobierno comenzó a hablar oficialmente sobre la sequía que enfrentaría el país durante este 2011. Específicamente, las ciudades entre Coquimbo y el Maule. Según los meteorólogos, la escasez hídrica sería una consecuencia del Fenómeno de la Niña. Ésta implicaría una disminución de la temperatura en el Océano Pacífico, lo que acarrearía menos precipitaciones producto de la exigua evaporación. Pero, ¿qué efectos tendrá ello en el agro regional?
Sólo para tener en cuenta, según el Servicio Agrometeorológico de la Seremi de Agricultura, en octubre la zona ya registraba un déficit hídrico de un 50%. Para Omar Jofré, presidente en la VI Región del Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile, “acá hay un decrecimiento de los caudales y, por lo tanto, ya existen comunas que sufren la escasez de agua”. De ahí que éste mencione la necesidad de construir estanques de menor tamaño, acumuladores de agua, además de cambiar algunos tipos de cultivo, para que las personas que trabajan en el secano tengan la oportunidad de variar su actividad.
“De acuerdo con las informaciones que manejamos, hay sectores de Peralillo, Marchigüe, Pumanque, Paredones que están teniendo problemas. Estamos recabando datos con distintos dirigentes para saber la situación que enfrenta cada una de las comunas”, comentó Jofré. Para éste último, el problema hídrico amerita una actividad conjunta entre el sector público y el privado.
Un poco más optimista se mostró Francisco Duboy, Presidente de la Asociación de Productores y Exportadores –Asproex-. “Se supone que, hasta el momento, tenemos caudales que nos van a responder en marzo y abril, como El Cachapoal y algo el Tinguiririca. Espero que con la nieve que tenemos, haya agua de riego tanto para Cachapoal como para Colchagua. Las mediciones de nieve, señalan que hay caudales suficientes. Es de esperar que no haya problemas”, comentó.
En cuanto a las exportaciones, autoridades del agro señalan que las cosechas de marzo y abril —los meses de sequía— podrían afectar las ventas al exteriores, especialmente respecto a las frutas, situación que Duboy descartó: No estoy muy seguro de eso, porque la fruta ya está. Quizá podría dañar un poco el calibre. Pero mi impresión es que no debiera ser nada importante”, afirmó.
Entre otras medidas para enfrentar el complejo escenario que se vaticina, Jofré da cuenta de la relevancia de mejorar la conducción del agua: “Hay sectores donde ésta corre a destajo en los canales. Debieran construir murallones de concreto, con el fin de que ello no se produzca, perdiendo agua durante las filtraciones del trayecto. Existe todo un problema relacionado con el asumir el mejor uso de agua disponible. Es relevante pensar en iniciativas a largo plazo, pues esta no es una situación momentánea, sino que una tendencia”, declaró el presidente regional del MUCECH.
“¿Qué lleva, caserita?”
Mientras tanto, los clientes y clientas de las ferias no sienten resentidos sus bolsillos. Así lo manifestaron los visitantes de la Feria de las Pulgas. “Los precios se han mantenido. Excepto por los limones, están muy caros”, comentó Jenis Galaz. Para Valericio Guajardo, tesorero del Sindicato de Ferias Libres de Rancagua, en vista de la sequía que vaticinan los expertos meteorológicos, las verduras que más podrían ver acrecentados sus precios serían los tomates y las lechugas –en especial la escarola-. “También podría subir la espinaca y la zanahoria, porque vienen del norte”, mencionó Guajardo. En cuanto a la disminución en la llegada de las hortalizas, el tesorero de la feria menciona que ésta ha tratado de mantener sus precios y que intentarán que esa sea su política durante los meses más complejos.