José Pinto – F.A.S.
Hay códigos que la sociedad debe conocer y respetar, pero un turista del balneario de Pichilemu simplemente no lo entendió. Eran exactamente las 15 horas con 12 minutos del pasado sábado, cuando la central de Bomberos de la capital de la Provincia de Cardenal Caro recibió un llamado de emergencia en que indicaban que un incendio de pastizal estaba comenzando, por lo que solicitaban la presencia de los voluntarios.
De inmediato se tocó la sirena de alarma, al cuartel llegaron rápidamente los bomberos, quienes tras vestirse con los trajes apropiados, se dirigieron al carro bomba. Pero ahí comenzó la sorpresa. Al abrir la puerta para sacar el camión especialista para este tipo de emergencias, no pudieron hacerlo porque un automovilista dejó estacionado su vehículo justo fuera de la entrada del Cuerpo de Bomberos de Pichilemu.
La gravedad del asunto enfureció a los voluntarios que llamaron de inmediato a Carabineros de la Tercera Comisaría de Pichilemu, quienes retiraron rápidamente el pésimamente estacionado automóvil, para llevarlo al cuartel policial. El móvil requisado quedó estacionado en el cuartel policial a la espera de que llegue el desatinado turista que no encontró nada mejor que aparcar justo fuera de la compañía de Bomberos. Para poder llevárselo deberá pagar todos los gastos incurridos durante el procedimiento.
Cabe destacar que los voluntarios lograron salir a la emergencia después de que la policía sacó el obstáculo, y que el incendio de pastizal ubicado cerca de unas casas de la Villa Lomas del Valle, afortunadamente no pasó a mayores.