José Pinto – Felipe Alvear Silva
Fotos: José Pinto
Con ofensas y amenazas terminó la esperada lectura de pena que el Tribunal Oral de San Fernando realizó en contra de los tres condenados por el horrible asesinato de Segundo Navarro Moraga, crimen ocurrido durante el mes de abril el año 2009 en la comuna de Chimbarongo. Durante la sentencia, la magistratura decidió dar una pena de 20 años y un día de presidio mayor en su grado máximo para el hijo de la víctima -más bajo de la cadena perpetua que pedía la Fiscalía Local-, y 10 años y un día de presidio mayor en su grado máximo a las dos mujeres que participaron en el caso, pena también más baja de la solicitada por el Ministerio Público.
La audiencia se realizó con una gran cantidad de personas y medios de comunicación en la sala, todo esto debido a la gran connotación que tuvo este hecho policial, en que el sentenciado por parricidio junto a las dos mujeres condenadas por homicidio dieron muerte a la víctima y posteriormente lo descuartizaron, para después repartir las partes de su cuerpo en distintas partes de la comuna, todo con el fin de evitar ser descubiertos.
El hecho más álgido de la jornada se vivió al final, cuando el hermano de la víctima Samuel Castro Moraga increpó duramente al parricida, para gritarle en su cara sus deseos para que se “pudriera en la cárcel, asesino”. La respuesta del recién sentenciado a 20 años de cárcel no fue la más adecuada para alguien que recién acaba de conocer su pena, ya que Domingo Navarro Olivares le respondió a su tío Samuel que “después te toca a ti”.
“No comprendo a la justicia, son inconscientes por no acatar lo que solicitaba el fiscal, la pena de cadena perpetua para este asesino. La justicia para este delito no actúa, este asesino se fue prácticamente riendo, saldrá cuando tenga poco más de 40 años, es algo injusto exijo justicia por que además ustedes vieron que salió amenazándome de la audiencia, o sea que yo seré la próxima víctima de este asesino, justicia señores jueces”, indicó indignado el hermano de la víctima.
EL “DESCUARTIZADO DE CHIMBARONGO”
Los hechos ocurrieron el 15 de abril del 2009, cuando los tres sentenciados llegaron hasta la casa de la víctima para realizar un asado que serviría como coartada para cometer el plan de asesinar a Segundo Navarro, para así cobrar el dinero de una herencia que recibiría su hijo Domingo Navarro. Cuando don Segundo Moraga estaba bajo los efectos del alcohol, la imputada Paula Barahona comenzó a seducirlo para así llevarlo a su pieza. Una vez en el lugar, llegó el hijo del engañado con un madero de más de un metro de largo, con el que le acertó un fuerte golpe en la cabeza -todo realizado por la espalda- y después aprovechó que estaba en el suelo para continuar la agresión, situación que repitió Marlen Díaz con el mismo madero. Por último, y para asegurar la muerte de la indefensa víctima, su hijo lo asfixió con una toalla en lo que fue el término de la primera parte de la confabulación.
Ya comprobado que Navarro Moraga no tenía signos vitales, los imputados continuaron con su detallado y fríamente calculado plan. Utilizando una sierra manual, procedieron a cercenar las extremidades del cadáver, las que introdujeron en una bolsas plásticas y las llevaron a distintos lugares de la comuna para repartirlas: el Embalse Convento Viejo y distintos canales de regadío del sector. El caso fue investigado por la Brigada de Homicidios de la PDI, que logró descifrarlo y detener a los culpables de este macabro hecho policial.
La condena realizada durante la semana pasada en el mismo tribunal, encontró culpable a Domingo Navarro Olivares como autor del delito de parricidio calificado -por la que la Fiscalía pidió una pena de cadena perpetua calificada-, mientras que las mujeres Paula Barahona Opazo y Marlen Díaz Martínez fueron condenadas como coautoras del homicidio calificado y el Ministerio Público pidió una pena de 15 años y un día de presidio.
No contento con las sentencias entregadas por el Tribunal Oral, el fiscal del caso Rodrigo Troncoso señalo que “tengo 10 días para apelar, por que se había solicitado la pena para el autor de presidio perpetuo y para las autoras la pena de 15 años de cárcel y los jueces no acataron la solicitud. Apelaremos y es más, veremos si el hermano de la víctima que fue amenazado acá en el Tribunal presentara alguna acusación en contra del autor condenado”.