Fotos: Marco Lara
Tanto apoderados como autoridades del colegio Whipple School Oriente, han golpeado varias puertas buscando ayuda, el basural que está a las afueras del establecimiento, los tiene preocupados, y no es para menos, los desechos representan un verdadero peligro de focos infecciosos. No es difícil percibir un olor a putrefacción en el lugar, es que varios animales muertos han sido arrojados ahí.
En el colegio, que existe hace tres años, nos cuentan que desde un comienzo han debido batallar con el hecho de que en las cercanías se arroje basura y escombros, pero desde diciembre del 2010, la situación se salió de control, “esto siempre ha estado así, a veces vienen y sacan la basura, pero al otro día está lleno de basura de nuevo, pero nunca se había llegado a acumular tal cantidad de basura”, confirma Fresia Moreno, apoderada del lugar.
Lo que en un comienzo era un montón de basura, tomó la forma de basural, habitualmente llegan personas a botar todo tipo de desechos, desde sillones hasta animales muertos son arrojados sin remordimiento. Este hecho demuestra que no existe ninguna conciencia, ni siquiera se considera el hecho de que niños transiten diariamente por el lugar. “Yo he llamado varias veces al Departamento de Medio Ambiente, y ahí me dicen que verán el caso, pero nunca pasa nada”, cuenta Fresia, quien teme por la salud de sus hijos.
La apoderada nos cuenta que ha visto cuando trabajadores basureros arrojan desperdicios al lugar, “yo venía detrás de ellos, y tiraron unas bolsas de basura aquí, para no echarlas al camión”, confirma Fresia. “Nosotros queremos hechos”, es una frase que se repite en el colegio, llevan más de un mes pidiendo que limpien la zona afectada. “Mis niños vienen de un ambiente un poco desfavorable, y que lleguen a su colegio y se encuentren con este basural, lo encuentro espantoso”, argumenta Ana María Moraga, directora del colegio.
“Yo ayer perdí casi toda la mañana en la municipalidad, viendo que alguien me ayudara, de ahí me mandaron a Aseo y Ornato, pero no podía ir, entonces me dieron unos números de teléfono, pero nadie me contestó, no me pude contactar con nadie”, relata la directora Moraga, quien es enfática en decir que sus estudiantes merecen un mejor trato.
La directora destaca lo esforzados que son sus alumnos, el buen desempeño que tienen, y lo preocupados que son en su presentación personal, a pesar de que son pequeños con varias dificultades. Es por ello, que se siente doblemente ofendida ante esta situación, ya que tanto autoridades municipales como ambientales, no han sido capaces de responder las peticiones de ayuda.