Por Esteban Valenzuela Van Treek
El lunes su corazón se detuvo y queda su amabilidad, su palabra y su deambular por Rancagua regalando sonrisas y vendiendo sus diez libros. Greny Valenzuela Van Treek (1967-2019), estudió en la Escuela 1 Moisés y en el Instituto O´Higgins. Vivió con su madre Erna, convivió con “enfermedad afectiva” – así le gustaba el nombre que le dio a su condición Líster Rossel, hizo estudios de comunicaciones y se graduó de escritor con una prolífera producción de diez libros, de los cuales extractamos algunos poemas y comentarios para recordarle, y porque interpelan, inspiran, nos muestran para del devenir.
Poemas sin Tiempo fue su primer libro en 1996 (Imprenta Futuro), tras participar en Talleres literarios en la Casa de la Cultura, donde con Libertad para Dos fija su manifiesto:
esa libertad que se nos avecina,
libertad de palabras, esa libertad
que va más allá de nuestro verbo,
esa que se escurre en nuestra infinidad (GV 1996:1).
Participa de peñas, la «Cola de los Poetas» que su hermano Fred y otros artistas inventan para dar vida a la cultura tras al monumento a Manso de Velasco a inicios del recién peatonizado Paseo Independencia. Escucha a los poetas a lo humano como César Tranka Castillo, y a lo divino como Francisco Astorga. Busca dar con las rimas que se cuelan en el ADN de la lírica regional en Los Poetas:
Somos diferentes o nadie nos entiende
para subir a nuestra corriente,
solo hasta ser vertiente
Con evocaciones a Neruda escribe su poemario Veinte Temporales en un Otoño en 1997 y en su dedicatoria nos dice: «Teo, que tu pensar vaya más allá del horizonte». El tiene Amor Propio:
Me pregunto cuánto cuesta mi persona
en la calle disimulada quizás una mojada de risa
Me encontré con tres amigos y dijeron:
un verso pequeño, un beso oculto en aquel bosque donde estaba Dios
Lee y escribe con pasión para transitar a su profesión. Le rinde pleitesía a su lápiz que le alargan sus primos de la Librería Cervantes con la mirada compasiva de Lothar Van Treek. A mi lápiz:
Tú Lápiz, que sabes todo sin haberte avergonzado.
Eres el torrente sanguíneo que sigues
escribiendo en cualquier estado. (GV 1997:6)
Isolda Pradel, viuda de Oscar Castro a quien conoció en los homenajes en Cementerio 1 cada primero de noviembre organizado por Los Inútiles, le prologó su libro de crónicas poéticas lacerante desde el título: Descartando Mentiras, Juntando Verdades (2000). Isolda dice de Greny: Un poeta con intuición leteraria, de médico, de psicólogo para escribir, que nació y no se fabricó, que innatamente entrega una proliferación de dolor propio y ajeno a través de sus letras» (GV 2000: 2).
Pradel lee el cuestionamiento permanente a la condición mental, a la incomprensión, a la difícil otredad en el país duro. Greny lo escribió en Ahora Comprendo:
ahora comprendo lo retenido y lo perdido
palabras no bastan, silencio quebrantado por el recuerdo, ya no hay siquiera suspiro ni latido…
la mente pavorosa no sabe donde dirigirse,
donde ocultarse, donde perderse,
la sangre ya no está caliente (GV 2000:7).
El libro es un testamento, es el año dos mil y en todos los tiempos el cambio de folio genera mileniarismo apocalíptico. El también hace su Despedida: «Marchar hacia un futuro emergente, tomar tus cosas para ser independiente, solo quedarán sólo mis recuerdos en mi mente; lo más sobresaliente son las palabras, abrazos que quedarán en todos los bolsillos de mis ropas pudientes donde lo vaciaré en pozos y vertientes(GV 2000:11)».
Sobre su Antología Poética (2002), su primo teólogo Mike Van Treek advierte en el prólogo sobre su obra la existencia de tres claves:
Tiempo, amor y muerte. Un triada que danza en un escenario creado por el barrido de la libertad y de la contradicción. Tiempo en variadas imágenes; el amanecer, la espera, el atardecer, principio y fin, la suspensión temporal maravillosamente retratado en “El tren que tomé es como el tiempo, sin fin, como cascada”. El amor definido como amistad, la pareja, la familia…La muerte ha sido transformada por el poeta; es una oportunidad y no una amenaza: “Guardar silencio o aislarse para huir del bullicio, o quizás no mirar más el reloj y retenerse encerrado para encontrarse con el silencio y mi silencio”(La Huída) (GG 2012:1).
La idea de Dios parece en él mezclar la triada de tiempo, amor y muerte, Y nos recuerda no esperar a viejos para buscar a Dios:
Acuerdate de tu creador
En los días de tu juventud,
Antes que llegue el tiempo de la aflicción
Y los años en que Deberías decir
“ya nada me aferra”
Acuérdate de tu creador
Antes que se oscurezca el sol,
Y vengan las nubes y
tiemblen los gorriones de tu casa.
Se debilitarían los hombres fuertes,
La oscuridad atrapará a los que miran por las ventanas,
Se callará el ruido de los molinos
Y se irán las dulces melodías de las aves.
será apenas un murmullo el canto,
Los coros se prolongarán hasta que duermas al lado del Señor.
En el Descanso del Poeta (Casa Ciudadana-La Comarca 2005) dialoga con el Pobre Diablo de Pezoa Véliz, en su notable El poeta que se fue y nunca volvió:
era un simple poeta, era muerto, era vivo
era grande y habiloso como la oreja de Van Gogh,
era complejo, era alegre, era cauto, era grande».
También hace prosa política y dispara contra la invasión a Irak sin consenso de la ONU: «Yanquis tienen cosas buenas en justicia, cine, carreteras, su son ejemplo de patriotismo no cometan injusticias: gas mostaza y bombas bacteriológicas, sin petróleo quedarán, dején trankylo a Irak» (GV: 2005: 4). Y expone su comunitarismo en Escala Humana: «la escala humana es sin condición económica, sin hábitat social, sin idioma ni lengua o nación (id 13)».
El escritor explora la crónica y también la fotografía que reúne en El poeta fotografiando desde la vía láctea (2006), con claro tono de los antipoemas de Nicanor Parra y la influencia de su hermano Fred, creador de la bioplástica. El poeta llega al paroxismo fotografiando mujeres con sus paraguas en los parques otoñales de Santiago: «qué romance, dame un beso coloquial; afrodita invernal, el sosiego de aquellas hojas húmedas que al pasar brillan quebrantadas de tanto sudar…Hermosa santiaguina, te llevo el maletín?. No gracias, puedo sola, mi paraguas está bueno» (GV 2006:6).
Greny es parte del paisaje literario de la ciudad donde Ligia Uribe trae a Ernesto Cardenal, donde Ángela Barrera es prolífera, donde Luis Agoñi, Jorge Navrath, Mario Latorre, Denise Dintrans y tantos y tantas impactan al poeta que va y viene a la Biblioteca Pública junto a la Casa de la Cultura. Conoce a Patricio Vidal Toro, Pavito, y su Poética del Espacio (2008, Primeros Pasos Ediciones) es un salto en calidad y edición. Son años en que va y vuelve a Paraguay donde visita a su primo hermano Ángel Gutiérrez Valenzuela. Se arranca y tiene amoríos quizás en el largo viaje en bus, como se desnuda en Poema a una mujer paraguaya:
con solo tu mirada daría mi vida con un beso
de una química infinita y revolucionaria,
quizás volaría por tierra, mar y cordillera
buscándote, cubriéndote y amándote (GV 2007:5).
También homenajea a a brigada de Scouts de Sewell que veteranos mineros con su Padre han revivido hasta ser declarados por la presidenta Bachelet patrimonio intangible en el mismísimo campamento: «Siempre listos es su coro, dijo el loro de otoño soy, añorosos tiempos se criaron en la ciudadela al lado de la mina…siempre listos entre fiestas, reuniones, vinos, siempre listos en cualquier época y estación» (GV 2008: 29).
En su Oda a Pichilemu (2009) su hermano Alexis en el prólogo recuerda que el poeta “escribe a lo sublime y a lo inigualable de la vida, rompe su silencio dedicando un maravilloso poema a su padre José Darío el cual leyó en las exequias haciéndonos sentir con lágrimas la simpleza de sus versos que describen la sencillez de su amado Papá”.
El libro recorre los lugares claves del balneario donde pasó toda su infancia y juventud largas vacaciones en la cabaña familiar de la Villa Marina los 15, todos trabajadores de la maestranza de Tallares de CODELCO en Rancagua. Su familia nunca tuvo auto y viajaba desde el Barrio Estación donde vivían a Pichilemu en Tren:
Tren de cuncuna ardiente/Partías, maletas al hombro, gallinas, juegos, papas, cebollas, huevos duros/turistas desde ciudades y campos alimentos traían/ comían en el largo viaje de 4 horas y media, sacando la cabeza por sus ventanas,/soplando el viento, escaleras de andamio, 1ra, 2da o 3ra clase, era lo mismo, máquinas a petróleo con ameno viaje (GV 2009:7).
Tras la muerte de su Padre, acompaña a su madre Erna a visitar parientes a Europa y escribe Memorias de Alemania (2011), donde el viaje afina su pluma y como reconoce en el prólogo el médico poeta Mario Latorre, rescatando estos versos, se queda con el amanecer de Greny que es el de todos:
Somos todos pasajeros, todo es igual, en el fondo no hay clases,
nos rodea el mismo paisaje,
nos atrapa su hemosura,
nos sujeta sus encantos
…nubes como ovejas pastoreando
el cielo infinito compartiendo su luz
su capa azulada cubriendo su lana rosada
(GV 2011:3-5).
Greny de pequeño fue del O´Higgins y sufrió con la muerte de los hinchas en Tomé y rió con la estrella del campeonato. Con su hermana Beatriz como mecenas y diligente editora junto con Pavito, regalan una última obra Poesía Celestial (2017) de fotografía de su propio peregrinar ohigginiano, pasión y esperanza de nuevas estrellas que vendrán ,profetiza A los 16 Arcángeles:
tocando desde arriba, trompetas al aire
bombos al viento, platillos al sol, al alba clarines
el crepúsculo mirando desde arriba el trofeo de campeón
alentando desde el universo otra copa
porque el O´Higgins de nuevo merece ser campeón
El Adiós
En sus últimos semanas veía en cada compañero a su padre, a sus amadas, a Cristo, a Oscar Castro y, por cierto, alentaba las luchas sociales desde Avenida La Paz en un coro imperfecto pero maravilloso de pacíficos manifestantes. También escribió y vendrá su texto inédito de geneologías de amor y sombra. Preguntaba por Darío y Rosita, por Alejandra y su ahijada Amandita. Dijo: «qué bella hippie» al ver la foto de su sobrina nieta Eloísa.
El poeta fue visitado por su hermana Beatriz, por su madre,sobrinos y cuñado, entrelazando sus manos. Horas después se detuvo el corazón en la clínica psiquiátrica y no se fue. Deja su palabra que siempre donó a la Biblioteca Regional y subiremos a la web.
Mucho antes, escribió su despedida y testamento en Adiós (2008):
A nadie le debo espiritual o materialmente,
los dementes deben todo, incluso a Dios,
consejo doy, consejos me dan, tal para cual,
es mi vida y a Dios le debo mi purificación,
a todos les digo Adiós, Adiós amigos,
contando un poema al lado de Dios me voy,
etimológicamente la palabra Adiós significa;
hacia allá voy, a otro lugar que feliz quiero llegar,
que les vaya bien igual acá,
medio feliz estoy, joven aún soy.
(GV 2008:28).