El día sábado al medio día se llevó a cabo en la Plaza de los Héroes una especial ceremonia, donde un grupo de padres de Fundación Renacer año a año recuerdan a sus hijos que fallecieron.
Un pequeño santuario armaron los padres acogidos a Fundación Renacer Rancagua, donde se apreciaban retratos con fotos de hijos que partieron anticipadamente. Hubo cánticos religiosos y globos lilas y blancos a la espera de ser lanzados al cielo como símbolo de recuerdo de sus seres queridos.
El sacerdote ortodoxo Luis Herrera, presidió un responso en conmemoración de los jóvenes por los que sus familiares se agruparon. Emotivo momento que terminó con el lanzamiento de varios globos al cielo, entre canciones religiosas y abrazos entre distintos miembros de la fundación.
Esta actividad fue de carácter nacional, incluso mundial aseguró el religioso, ya que en otros países también se realiza esta simbólica ceremonia. “La iglesia ortodoxa ha tenido la posibilidad de asistirlos no solo en Rancagua, sino que en varias ciudades. Las familias se reúnen en nuestra iglesia y participan de sus actividades en nuestra comunidad”, cuenta Herrera.
La iglesia ortoxa no hace proselitismo, lo que hace es asistirles, incluso de este movimiento, participan evangélicos y católicos. Estas ceremonias van más allá de la liturgia, “lo que hacemos en realidad es generar el ambiente adecuado para poder asistir en cierto modo en este difícil momento que es la pérdida de un ser querido”, explicó.
Actualmente hay entre doce y quince familias que pertenecen a la fundación Renacer, pero también están las dieciséis familias de la fundación Del dolor y la esperanza, quienes se agruparon tras el accidente de los jóvenes barristas del equipo O´Higgins
Renacer Rancagua lleva casi cuatro años en la región, María Inés Aedo, madre de uno de los barristas fallecidos fue quien tras leer Un hijo no debe morir, de la periodista Susana Roccatagliata, se motivó a viajar a Santiago y conocer la fundación.
“Después de la partida de mi hijo fui a reuniones en Santiago, y me hicieron tan bien que dije cómo no ayudar a las mamitas de los otros 15 niños fallecidos”, y así comenzó a organizar a las familias en la región. La madre de Luis Alberto, cuenta que son más de 60 madres que se unieron desde distintos puntos de la región, como Doñihue, Coya, y Machalí entre otros. El padre Luis Herrera, es quien las acompaña en todos los responsos que hacen para cumpleaños, aniversarios y días importantes en la vida de estos hijos que ya murieron.
Para conocer más sobre esta fundación tienen una pagina web, www.renacer.cl o dirigirse directamente a la iglesia Ortodoxa ubicada en Chorrillos con Republica de Chile en Rancagua.