Recorriendo la comuna de O’Higgins más afectada por los siniestros de enero, diario El Rancagüino, pudo conocer el difícil panorama de la zona que gracias a un invierno muy húmedo hoy se encuentra prácticamente cubierto de una densa vegetación, caldo de cultivo para la generación de incendios.
Juvenal Arancibia D.
Marcadas en las mentes de miles de chilenos quedaron los catastróficos incendios forestales que en enero del presente año consumieron más de 500 mil hectáreas a lo largo de tres regiones del centro sur y que además introdujeron al mundo a una nueva generación de incendios caracterizados por una violencia y voracidad desmedida.
En O’Higgins, fue la comuna de Pumanque la que más sufrió los embates del fuego con un 80% de la superficie de la comuna afectada por las llamas, siendo el incendio forestal más grande de la región y el país en los últimos 50 años y superando por creces el número de hectáreas afectadas por el siniestro de Bellavista de La Sierra en la precordillera de San Fernando.
A casi un año del devastador evento donde aún no se descarta la intervención humana y donde más de 300 familias resultaron afectadas directamente por el fuego además de incalculables pérdidas en cabezas de ganado, flora y fauna autóctona de la zona, las perspectivas para esta nueva temporada de incendios –concepto instalado por obligación- no son para nada alentadoras e incluso desde el municipio de Pumanque adelantan que incluso podrían registrarse eventos aun peores que los del 2017.
INVIERNO HÚMEDO Y FACTOR 30/30/30
Visitando la zona afectada, diario El Rancagüino se reunió con la jefa de emergencias del municipio de Pumanque, Teresa Lizana, para analizar en terreno los aprendizajes de la catástrofe y cómo se prepara la comuna para enfrentar un nuevo verano, que según las proyecciones meteorológicas, estará marcado por una baja humedad, altas temperaturas y fuertes vientos dando casi por seguro la ocurrencia del llamado factor 30/30/30, es decir, humedad relativa menor al 30%, temperaturas superiores a los 30°C y vientos superiores a los 30 km/h; un verdadero cóctel para el inicio y propagación de incendios.
En la misma senda, Lizana también manifestó la preocupación del municipio por el excesivo aumento de vegetación a ras de piso motivada por un invierno muy húmedo dando paso a una gruesa capa de maleza que cubrió la totalidad de los campos de Pumanque. Por otra parte, la encargada de emergencias aseguró que existe otro factor de preocupación que tiene que ver con toda la madera que resultó quemada en el incendio de Nilahue-Barahona, ya que esta no tiene valor comercial y tampoco un uso en la industria generándose grandes puntos de acopio al interior de los terrenos siniestrados y que en términos simples son una fuente de peligro ya que de darse un nuevo incendio arderán como “carbón en la parrilla”.
LLAMADO AL AUTOCUIDADO
Una especial dificultad que ha nacido post incendios, tiene que ver con el ámbito de acción comunal versus el interés de la comunidad y privados en la prevención. Lo anterior especialmente referido a la imposibilidad del municipio para realizar tareas como la construcción de cortafuegos en terrenos que no son bienes de uso público y que por lo tanto, de realizarse cualquier faena con recursos de la casa edilicia se incurriría en malversación de caudales públicos u otras figuras penales.
En este sentido, Francisco Castro, alcalde de la comuna de Pumanque, reconoce estar atado de manos y concentrando los esfuerzos en la educación por medio de cursos de preparación para Bomberos, organismos públicos y también juntas de vecinos bajando la información en el contexto de la prevención a la comunidad en general. La consigna es “su casa es su responsabilidad” apuntó el edil, “no espere que vengan servicios del Estado a rasparle la maleza”, advirtió.
FALTA DE RECURSOS, MANO DE OBRA E IDEAS
Por otra parte, el problema de tener grandes extensiones de terrenos y bosques especialmente en manos de privados, que muchas veces son herederos que no explotan estas tierras con fines comerciales pone un obstáculo a la hora de realizar faenas de prevención al no contar con los recursos para llevarlas a cabo o bien no existe la manos de obra disponible en la comuna para cumplir con ellas.
Misma situación se repite con la madera quemada en los incendios donde la única opción viable sería transformar los restos vegetales calcinados en astillas por medio de una máquina chipeadora o trituradora, situación que hasta el momento se mantiene solo como idea ante una escasez de propuestas para deshacerse de, literalmente, bosques enteros incinerados.
UN PANORAMA PEOR PARA EL 2018
Coincidiendo con el diagnóstico realizado por Teresa Lizana, encargada de emergencias de la Municipalidad de Pumanque, es que el Comandante regional de Bomberos, Cristian López, advierte una temporada compleja.
“Pensamos según lo que se ha visto en el resto del planeta que para este 2018 se van a ver valores extremos de temperatura en muy poco tiempo, o sea, olas de calor repentinas con presencia del factor 30/30/30. Prevemos una temporada compleja pero las políticas de respuesta de las instituciones están siendo más efectivas”, explicó la autoridad bomberil.
“ESTÁ TODO DADO PARA QUE SEA PEOR QUE EL AÑO PASADO”
“Tuvimos un año con muchas lluvias, era espectacular ver los cerros en invierno” explica el edil pumanquino, Francisco Castro “después de estar todos quemados quedaron cubiertos con pasto pero sabíamos que eso también implica un riesgo altísimo porque hoy tenemos pastos de más de un metro de altura por lo que estamos preocupados” señaló el alcalde.
Consultado sobre el panorama que enfrenta la comuna, Francisco Castro es categórico y enfático “está todo dado para sea peor que el año pasado; lo que si los bomberos y nosotros como municipio estamos más preparados pero para abordar los efectos de un incendio, no para evitarlos, por eso es tan importante lo que la comunidad puede hacer pero si se inicia un incendio nosotros estamos preparados para aminorar el drama de los efectos de los incendios, hay que ser muy responsable y no podemos decir que somos los campeones porque desgraciadamente no funciona así”.
MEDIDAS PARA ENFRENTAR EL VERANO 2018
Ante lo anterior, Teresa Lizana, encargada municipal de emergencias explicó que en conjunto con ONEMI y la asesoría de Alejandra Riquelme, directora regional del organismo, se han instalado dos “peras” o piscinas de 40 mil litros en sectores estratégicos de Pumanque, además de la disposición de un helicóptero y su piloto por parte de CONAF, lo anterior para minimizar los tiempos de respuesta ante un siniestro.
Por otra parte, Lizana reconoció la labor de CGE en cuanto a la reposición del servicio eléctrico y también la actualización de los sistemas de distribución, reemplazando postes de madera por unos de concreto y también la limpieza de maleza y poda de ramas en las líneas de distribución, evitando reducir al mínimo la posibilidad de interrupciones en el servicio y por supuesto que se produzcan chispas por el contacto de vegetación con el cableado. Además, la compañía habría anunciado al municipio la realización de cortes de energía cuando las condiciones climáticas sean propicias para la propagación de incendios.
BOMBEROS SE PREPARA
Cristian López, Comandante regional de Bomberos, complementó “Bomberos ha recibido bastante material aunque siempre falta pero en estas condiciones hoy tenemos más material mayor, de carros bomba y también estamos reestructurando algunos carros que se dieron de baja para aquellas partes más agrestes, se acaba de entregar un equipamiento de protección personal resguardando el capital humano”.
A su vez, la autoridad explicó que “todos los viernes realizamos videoconferencias con el resto de las instituciones, tenemos reuniones de coordinación con CONAF tratando de formular un protocolo en común para operar de mejor forma en los incendios y ayer (el domingo) tuvimos una prueba de fuego llegando a tener 12 compañías de bomberos en Marchigüe”.
Finalmente, López aseveró que desde el minuto cero luego de los incendios de enero pasado, la institución ha “estado trabajando para preparar la próxima temporada, modificando los esquemas de combate y ahora las unidades de Bomberos están más y mejor organizadas con bases de trabajo por áreas. A lo largo del año nos hemos ido capacitando y perfeccionando en equipamiento y destrezas creando ramas como grupos forestales en Colchagua; se está trabajando a través del Sistema de Comando de Incidentes para la administración de la emergencia y apoyar a CONAF”. Finalizó.