Con el objetivo de prepararse en un nuevo desafío: escalar el volcán “Ojos del Salado” de 6.893 metros de altura, ubicado al este de Copiapó (región de Atacama) y al oeste de Fiambalá (provincia de Catamarca), los jóvenes montañistas de Rancagua, Heraldo Droguett y Daniel Melo, emprendieron rumbo hacia el sector de Pangal de la Región de O`Higgins.
Luego de superar en jeep el cruce del Río Blanco, los montañistas debieron caminar cerca de cuatro horas hasta internarse en el Cajón de Flores, donde posteriormente emprendieron rumbo casi por ocho horas hasta el Campamento Morrena Alto a 3.400 metros sobre el nivel del mar, para acampar en las proximidades del glaciar del Cerro Gendarme.
En su travesía, los escaladores debieron comenzar un difícil recorrido a eso de las 6:40 de la mañana en dirección a la cumbre, serpenteando entre interminables acarreos muy sueltos y con pendientes entre 40% y 60% de inclinación a través de penitentes y gateos entre rocas, pudiendo alcanzar la cumbre (4.900 msnm) en ocho horas y media de recorrido.
Así lo dio a conocer, Heraldo Droguett, Ingeniero Civil y trail runing, quien señaló que “desde la cumbre pudimos apreciar las bellas montañas de la Región y Metropolitana (Cajón del Maipo), destacando en nuestra región el cerro Alto de la Mamá, Torre de Pangal y el más alto Picos del Barroso de 5.174 msnm, según IGM. Retornamos el día Lunes por la misma ruta, sin dejar rastro o contaminación por nuestra presencia”.
“Además de haber completado con éxito este desafío, la cumbre y aclimatación sirven para nuestro próximo objetivo para fines de enero, en el cual llevaremos a cabo el ascenso al volcán más alto del planeta y que afortunadamente pertenece a nuestro país: “Volcán Ojos del Salado” de 6.893 msnm (IGM Chile). Este último tiene cien metros menos que el Monte Aconcagua, el cual ya fue superado hace dos años por mi experimentado compañero de cordada Daniel Melo y con quien ya tenemos otras importantes travesías de montaña a nuestro favor”.
Asimismo, Droguett enfatizó que esperan continuar coronando otras cumbres emblemáticas de esta región y poder dar a conocer el montañismo local como una actividad con rutas seguras y sin que sean solo privilegio de entidades cerradas, como clubes u organizaciones privadas de montaña.