Los ediles de Pichidegua, Pichilemu, Marchigüe y Santa Cruz abogan en favor de que el proyecto funcione en sus territorios. Algunos también son críticos con el modo en que el proceso ha sido llevado a cabo hasta ahora. Ése es el caso de William Arévalo. “¿Quién decide lo que viene en adelante? ¿Han incorporado a los alcaldes? Cuando no hay reglas claras, no puedes meterte en el baile”, apunta.
Marcela Catalán
Entre 2020 y 2021 debe comenzar a funcionar el Centro de Formación Técnica (CFT) Regional, comprometido por la Presidenta Michelle Bachelet. Hasta el momento, el proyecto es visto por una comisión administrativa presidida por el intendente Pablo Silva e integrada por diferentes autoridades e instituciones de la zona. Además, hasta hace días, profesionales de la Universidad de O’Higgins trabajaban en una propuesta a tener en cuenta a la hora de configurar lo que será el futuro plantel.
Una de las interrogantes que poco a poco toma más fuerza es el lugar donde quedará emplazado el recinto. De acuerdo con la normativa que determina su creación, éste debe partir con una sola sede. Consultado al respecto para una edición pasada de diario El Rancagüino, el seremi de Educación, Hernán Castro, argumentaba que, a su juicio, ese aspecto es el “más intrascendente”.
No obstante, el secretario regional añadía que ediles de diversas comunas han manifestado, oficial o extraoficialmente, su interés en favor de que el proyecto opere en sus territorios. Ése sería el caso de los alcaldes de San Fernando, San Vicente, Pichidegua, Marchigüe, Pichilemu y Santa Cruz. Diario El Rancagüino conversó con los últimos cuatro -no fue posible contactar a Luis Berwart ni a Jaime González-, quienes dan sus argumentos y se refieren a cómo la iniciativa repercutiría entre sus vecinos. Algunos también esbozan críticas a cómo ha sido llevado a cabo el proceso hasta ahora.
Alcalde de Pichidegua: “Le ahorraríamos dinero al Gobierno Regional”
En opinión de Adolfo Cerón, en vista de la locación de su comuna, el CFT debería ubicarse en Pichidegua. Lo anterior, pues dicho aspecto posibilitaría la asistencia de estudiantes de otros sectores. Además destaca su número de residentes y su historia en materia de enseñanza superior. “Tenemos 20 mil habitantes, estamos al centro de O’Higgins, equidistante de muchas otras comunas de la región, y a un lado de la Carretera de la Fruta. Asimismo tenemos experiencia en educación superior, por lo cual contamos con un instituto profesional que imparte dos carreras, e incluso tenemos la infraestructura para instalar este nuevo proyecto”, asegura la autoridad.
Al respecto, el edil explica que podrían fusionar dos colegios, para “desocupar uno” y poner esas dependencias en manos del futuro centro de formación. “Le ahorraríamos dinero al Gobierno Regional”, complementa. Al mismo tiempo recalca que Pichidegua cuenta “con buena locomoción”, punto que podría facilitar el traslado de los alumnos del plantel.
En cuanto a los beneficios que acarrearía la llegada del CFT a su comuna, Adolfo Cerón sentencia que “implicaría un desarrollo muy importante” para su territorio. “Permitiría que una cantidad importante de jóvenes nos visite, consumiendo diferentes servicios”, argumenta el alcalde.
Acerca de pasos que dará para conseguir que el proyecto sea levantado en esta parte de la región, la autoridad sostiene que ya han mandado oficios al Gobierno Regional y que también han marcado presencia en la Comisión de Educación del Consejo Regional. “Hemos manifestado las ventajas con las que disponemos y conversado individualmente con cada uno de los consejeros, aparte de haber hablado con el intendente. Realizaremos todas las acciones que sean necesarias, con tal de conseguir que esta iniciativa opere en Pichidegua”, adelanta.
Alcalde de Marchigüe: “Son muchos los beneficios que acarrearía la llegada del CFT”
La ubicación privilegiada de su territorio respecto de otras comunas, es el principal argumento del alcalde Héctor Flores a la hora de defender el eventual funcionamiento del CFT en Marchigüe. En ese sentido, el edil sostiene que este lugar “es una puerta de entrada al secano costero, adonde podrían llegar alumnos de toda la provincia. Podríamos atraer a jóvenes de diferentes sectores, como La Estrella, Navidad, Pichilemu, Litueche y Pumanque”, esgrime.
“Son muchos los beneficios que acarrearía la llegada del CFT a nuestra comuna, sobre todo para sus alumnos. Ellos tendrían la posibilidad de estudiar acá y no afuera, lo cual significaría un ahorro importante. Además, al trasladarse otros a cursar una carrera a esta parte de la región, muchas personas de acá podrían arrendar sus casas. Por tanto, vecinos podrían poner una pensión. De este modo aumentaría el comercio local”, comenta con optimismo.
No obstante, para convertirse en la sede de la iniciativa, sostiene que antes deben “abordar temas que aún están pendientes”.
“Son muchos los requisitos que se requieren. Pero de nuestra parte, está toda la disposición para que alojemos el proyecto. Debemos reunirnos con el seremi y tocar algunos temas, por ejemplo, sobre cómo enfrentaremos esta situación. Por lo pronto, necesitamos agendar reuniones y que nos visiten las autoridades que decidirán si el CFT se construirá o no acá. Por eso es relevante ver las cosas en terreno”, apunta.
Alcalde de Pichilemu: “La UOH ha sido un tremendo aporte, pero sigue estando lejos de nuestros alumnos”
Pichilemu es otra de las comunas que ha expresado su interés por alojar el futuro CFT Regional, objetivo que han abordado tanto su comunidad como el alcalde del balneario. En esa línea es que el edil Roberto Córdova explica que ya conversó sobre el tema con el Gobierno Regional, con tal de que la capital del surf sea considerada a la hora de decidir cuál será la localización de la primera sede.
“La Universidad de O’Higgins ha sido un tremendo aporte para la zona, seguramente también lo será para el país a futuro. Pero sigue estando tan lejos de nuestros alumnos, como lo están los planteles de las regiones de Valparaíso y del Maule”, critica.
En vista de lo anterior, la autoridad lanza sus dardos a la localización de la UOH. “Para que un estudiante vaya a Rancagua, no sólo necesita cubrir el arancel. También requiere donde quedarse. San Fernando y Rengo tienen garantizada una sede. Entonces, quienes viven en Cardenal Caro cuentan con las mismas dificultades que antes de su entrada en vigencia Y dentro de nuestra provincia, en términos de población e infraestructura privada y pública, Pichilemu es la que mejores condiciones ofrece”.
Al respecto, el alcalde sostiene que, si los alumnos de su balneario se trasladaran a la capital regional o a la de Colchagua para cursar una carrera, tendrían que quedarse en estos sitios. “Pero por sus actividades productivas históricas, no cuentan con las instalaciones para recibirlos. Nosotros sí”, contraataca, en referencia a los múltiples hostales que en verano acogen a turistas. “Esa capacidad habitacional está ociosa en temporada baja, por ende, es un problema saldado para instalar el CFT acá”, enfatiza.
En cuanto a los tipos de carreras que podrían implementarse en su comuna, Córdova descarta que sólo puedan dictar materias relacionadas con el mar o el turismo. “Sin ningún problema, podemos ser sede de un CFT con campos de interés a nivel nacional y regional”, observa. En palabras del edil, a través de los cores Bernardo Cornejo y Juan Pablo Díaz, el Consejo Regional ya está al tanto de sus argumentos. “Además, en el municipio realizamos una presentación para el seremi de Educación”, agrega.
En ese sentido, en pro de plantear la intención del balneario, adelanta que pretende participar en la Comisión de Educación del Consejo Regional. “Para conseguir nuestro propósito, daremos todos los pasos que este desafío requiera”, garantiza.
“Nosotros estamos disponibles para lo que dicte el Gobierno Regional o las autoridades respectivas, en la medida que nos consideren dentro de los sitios que potencialmente podrían alojar el centro de formación. Si bien en este momento no tenemos un terreno puntual para ello, sí hay alternativas que podríamos ofrecer el día de mañana. Por ejemplo, hoy estamos viendo el diseño del nuevo Liceo Agustín Ross. Si prospera todo como va, ahí contaremos una tremenda instalación, porque ya nos aprobaron la compra del sitio y el diseño, quedando una infraestructura disponible para otros fines”, comenta.

Acerca de cómo se beneficiaría Pichilemu con el funcionamiento del CFT en el balneario, Córdova arguye que ello significaría poder brindar una alternativa educacional a sus estudiantes. “Sería una tremenda opción de enseñanza, dado que gran cantidad de nuestros jóvenes no obtienen el puntaje exigido por la PSU para acceder a las universidades tradicionales”, apunta. En ese sentido, el alcalde subraya que esos habitantes “no necesariamente se transformarían en mano de obra barata. Ellos podrían cursar una carrera técnica en su ciudad, pudiendo aportar al crecimiento de la comuna y del país”, señala.
Alcalde de Santa Cruz: “Cuando no hay reglas claras, no puedes meterte en el baile”
El alcalde William Arévalo posee una mirada más crítica sobre el proceso de concepción del CFT, cuestión que plantea a partir de lo ya sucedido con la localización de la misma Universidad de O’Higgins.
“Desde que se empezó a levantar la propuesta (de esta última), hemos dicho que Santa Cruz tiene una posición estratégica en relación a otros lugares, entendiendo que todas las comunas pueden necesitar contar con un plantel de enseñanza superior. Pero nosotros no sólo ofrecemos servicios a jóvenes de nuestra ciudad, sino que también, directa o indirectamente, a estudiantes de otras 15 más. Eso queda reflejado en las matrículas de nuestros colegios, donde hay pupilos de Pichilemu, Vichuquén, Teno, San Fernando, Placilla, Navidad o Marchigüe. En materia educacional y de salud, damos servicios a la mitad de la región”, recalca el edil.
En vista de lo descrito, de prosperar su intención, la autoridad sostiene que los jóvenes que hacen su enseñanza media en Santa Cruz no sufrirían mayores trastornos en sus bolsillos. Lo anterior, dado que estos pupilos seguirían desplazándose al mismo lugar. “Eso es muy relevante, porque más allá de costear un arancel, su mantención puede ser mucho más cara que el pago de la mensualidad”, arguye al respecto. Hoy no sólo se debe pensar en la comuna puntual donde se instalará el CFT, sino que también en cómo llegarán hasta allá sus estudiantes. Nosotros tenemos una ubicación estratégica. Por eso es que acá se establecen los bancos y el hospital”, recalca.
Por todo ello, Arévalo afirma que la ubicación del proyecto debe ser analizada con una “mirada más global y no sólo de manera política, como ocurre hoy”.
“Todos sabíamos el lugar donde quedaría la UOH. Porque para los alumnos de la zona que nombré, en la actualidad es mucho más fácil estar en Santiago. Para nosotros la UOH no es una solución. Al contrario, es un problema”, critica.
En opinión del alcalde de Santa Cruz, el eventual funcionamiento del CFT en Rancagua sería muy perjudicial para gran cantidad de estudiantes. “Es una de las ciudades más caras para vivir en Chile. ¿Qué se lograría (si lo levantan allá)? ¿Descentralizar?”, cuestiona. “¿Quieren llegar a un territorio donde se necesitan estos equipamientos? Si nos hacen una encuesta sobre los jóvenes que hoy egresan desde nuestra comuna y cuántos podrían estudiar acá, tenemos todos los fundamentos” para alojar la primera sede, esgrime.
En cuanto a si ya disponen de un terreno donde podría operar el futuro CFT, el edil critica el modo en que las autoridades han encabezado el proyecto. “Cuando las reglas estén claras, ofreceremos todas las condiciones. Pero cuando las cosas se hacen entre cuatro paredes, con políticos que actúan por encima de los profesionales, no estoy dispuesto a entregar nada, porque podría pensar que eso ya está cocinado. ¿Quién decide lo que viene en adelante? En la propuesta de los profesionales, ¿han incorporado a los alcaldes? Cuando no hay reglas claras, no puedes meterte en el baile”, apunta.
“Yo reclamé desde el primer día en que se empezó a trabajar en la UOH, porque todo se veía medio turbio. A los ediles nos hicieron muchas consultas, yo tuve reuniones con mucha gente. ¿De qué valió eso? Los alcaldes sabíamos que Rancagua tenía el 90 por ciento de las posibilidades de quedarse con la universidad. Pero el CFT es distinto: apunta a una población diferente, con carreras cortas para que los alumnos tengan posibilidades laborales en la misma comuna donde estudian, o en sitios vecinos. Es decir, no se trata sólo de rentabilidad económica, sino que también social. Espero que el nuevo Gobierno tenga la visión de poner esta infraestructura donde podamos llegar a quienes lo necesitan”, advierte Arévalo.
