Luis Fernando González
Sub Director
No está en los planes de gobierno, ni es parte de los cinco acuerdos nacionales anunciados por el presidente Sebastián Piñera, pero sería una medida que ayudaría a la siempre anhelada “calidad de la educación”
Nadie discute la importancia de la lectura en la educación, dada su relevancia en cuestiones como el simple acto de entender instrucciones escritas, a la formación de personas críticas que sean capaces de cuestionar la sociedad y trabajar por mejorarla. Más allá del copago, de la gratuidad o del lucro, el objetivo compartido por todos –creemos- es conseguir una educación de calidad. .
Los chilenos tenemos uno de los IVA al libro más altos del mundo. Los países europeos tienen uno diferenciado o cero y la mayoría de nuestros vecinos latinoamericanos no grava los libros con impuestos. En Chile, éste es del 19 por ciento; esto significa que casi un quinto del valor de un texto corresponde a impuestos, así, en Chile, detrás de la desigualdades en los ingresos, se esconde la desigualdad en el acceso a los bienes culturales donde el libro y la lectura son la base de cualquier formación cultural. Eliminar el IVA a los libros sería así una inversión en las personas. Aunque sabemos que no porque los libros sean más baratos, o incluso gratis quien no tenga el gusto por la lectura necesariamente lea más, una disminución en el precio de los libros tendrá efectos virtuosos a mediano plazo: los presupuestos de bibliotecas van a aumentar, fortaleciendo la red de bibliotecas públicas y nuestra industria editorial tendrá un incentivo para crecer y ser más competitiva internacionalmente, argumentan desde el movimiento Libros sin IVa, estamos de acuerdo con su apreciación.
En medio de toda la vorágine política, la falta de que se toma la agenda, creemos que no está de más también recordar y alguna vez abordar este y otros temas importantes, pero que están lejos de las urgencias del momento.