Roxana González S.
En diciembre pasado les presentamos el caso de Agustina Villanueva Carrasco quien padece de neurofibroma plexiforme tipo 1 facial, un trastorno genético que genera tumores en su rostro.
En esa oportunidad su madre Arlene Carrasco nos contaba feliz que en unas semanas su hija sería intervenida quirúrgicamente y así darle una mejor calidad de vida. En febrero conversamos y nos comenta con mucha tristeza que no había certeza de una fecha para dicha cirugía.
Ya estamos en el mes de abril y todas las esperanzas se ven más lejanas, ya que en el hospital Exequiel González Cortés se habla de la posibilidad de llevar el caso a España, pero los costos son altísimos y el tiempo mayor aún, asegura la acongojada madre.
Arlene es de estas madres luchadoras y en su incansable caminar y tocar puertas llegó a través de unos amigos a las oficinas del diputado Raúl Soto quien la acogió y ofreció toda su ayuda jurídica y además presentar el caso en la cámara de diputados.
El parlamentario nos aseguró que “el Estado y el sistema de salud chileno le han negado la posibilidad de una operación desde el año 2015, postergando esta posibilidad en reiteradas ocasiones”.
Argumenta también que “si bien, la condición de Agustina no tiene solución científica, de igual forma fue operada en la clínica Alemana, donde le reconstruyeron el parpado y el rostro en forma gratuita, sin embargo, cuando debía ser intervenida nuevamente, esta vez en el Hospital Exequiel González Cortez, donde fue atendida en principio y debía continuar con el tratamiento, no contaban con el equipamiento necesario para la compleja cirugía”.
El diputado por el distrito 15 presentó el caso en la hora de incidentes de la cámara, oficiando al ministerio de salud, a la Subsecretaría de Redes Asistenciales y al director del Hospital Exequiel González, para que expliquen las razones del por qué no se continuó con el tratamiento y no se realizó una nueva operación a la niña.
“Es una obligación del Estado chileno, entregar la atención de salud que Agustina y su familia necesitan, porque esta situación está afectando su integridad física y psíquica, negándole la posibilidad de tener una vida más digna y una infancia más feliz”, aseguró el parlamentario.