Cerca del mediodía del jueves comenzó la movilización que de manera pacífica recorrió las principales arterias del centro histórico de la comuna.
Por Juvenal Arancibia D.
Fotos: Nico Carrasco.
En completa calma se desarrolló la primera marcha masiva del 2018 en Rancagua. El contexto que albergó la movilización de más de un millar de estudiantes secundarios y de manera inédita a alumnos de la Universidad de O’Higgins, responde a los cuestionamientos que se han generado en torno a la agenda de Educación del presidente Sebastián Piñera.
La consigna bajo la cual se sostuvo la marcha que recorrió gran parte del centro histórico de Rancagua tiene que ver con la defensa de la enseñanza pública, gratuita y de calidad, luego de que a fines de marzo el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional el artículo 63 de la Ley de Educación Superior que prohibía la presencia de controladores con fines de lucro.
La marcha que estaba presupuestada para las 11 de la mañana del jueves sufrió un pequeño retraso iniciándose la ruta a minutos de que el reloj marcara el mediodía bajo el incesante redoble de los tambores que un grupo de jóvenes con maestría manipulaba, marcando el ritmo de miles de zapatillas que al unísono manifestaron de manera ordenada y respetuosa su opinión.
Al respecto, el presidente regional del Colegio de Profesores, Roberto Villagra, señaló que “esta mañana tenemos una muy buena impresión, acá hay miles de estudiantes de la región, O’Higgins está diciendo presente a lo que se está realizando en todo el país. Esta es una articulación que recién comienza de todos los que estamos por una Educación de verdad, sin lucro y sin privatización, por lo tanto los actores políticos de la región y el país están llamados a escuchar. Si aquí no hay oídos y ojos abiertos a esto continuaremos con mucha movilización y cada vez más articulación”.
Uno los puntos llamativos de la movilización fue la adhesión de los alumnos de la Universidad de O’Higgins, señalando que la principal motivación para plegarse al llamado nacional a movilizarse se argumenta en el carácter estatal, público y regional de la casa de estudios, clamando porque no existan retrocesos en los avances conseguidos por las manifestaciones sociales de principio de década aunque esto signifique tomarse las calles si es necesario.
El único punto tenso de la jornada se vivió cuando uno de los asistentes a la movilización se desprendió del grupo principal para, premunido de una lata de pintura en spray, vandalizar la fachada del edificio del Ministerio Público en la Alameda, escribiendo una consigna en apoyo al machi Celestino Córdova, único condenado por el homicidio del matrimonio Luchsinger Mackay, quien radicalizó su huelga de hambre optando por una dieta seca, más tarde este joven fue detenido por Carabineros.