- Construcción de nuevas fuentes, microembalses y la implementación de una red hidrométrica para monitoreo de cuencas están entre la batería de medidas adoptadas.
El otoño ha sido seco y los pronósticos meteorológicos apuntan a que la situación no cambiará en el corto plazo. No obstante, no se esperan problemas con el suministro de agua potable en las áreas urbanas de la zona centro-sur del país abastecidas por Essbio (O’Higgins, Ñuble, Biobío y Maule, a través de un contrato de prestación de servicios con Nuevosur).
“La situación de las fuentes de abastecimiento de la sanitaria, subterráneas y superficiales, está dentro de lo normal. Si bien hay un déficit de precipitaciones, esto se compensa con mayores reservas de nieve”, explicó Eduardo Abuauad, gerente general de Essbio. El escenario puede ser distinto para localidades rurales, en particular en el secano costero, que no son abastecidas por la sanitaria y que podrían sufrir algún impacto por la escasez.
El ejecutivo advirtió que el cambio climático y su efecto en la resiliencia del sistema de abastecimiento de agua potable para las personas es tratado como un riesgo por Essbio. En los últimos años, explicó, “nuestras inversiones en proyectos para asegurar la disponibilidad de agua han aumentado a tasas cercanas al 20% anual”.
En los últimos cinco años, la firma destinó cerca de $ 16.000 millones a inversiones para abordar un escenario de escasez hídrica, enfocados principalmente en la compra de derechos, la construcción de nuevas fuentes, microembalses y la implementación de una red hidrométrica para el monitoreo de cuencas y acuíferos. “Sólo en 2017, nuestras inversiones en agua potable para enfrentar la escasez hídrica alcanzaron a $ 3.483 millones. En el último año desarrollamos pozos en ciudades como Pichilemu, Chanco y Chillán, y limpiado y ampliado embalses en Empedrado e Iloca”, detalló Abuauad. Además, adelantó que para los próximos cinco años se contemplan otros $ 15.000 millones de inversión enfocados en resguardar el abastecimiento de agua de las regiones donde operan.
Asimismo, la empresa cuenta con campañas para educar a la población en el consumo responsable del agua. A través del programa Mi Barrio Sustentable se ha intervenido 26 barrios de vivienda social en 16 comunas, 3.600 familias en total, y logrado que el 70% de ellas ahorren en su consumo del agua. En la misma línea, realiza las “Ecobrigadas”, un programa educativo medioambiental que llega a más de 40 mil escolares cada año.