- Asegura que hubo una atención negligente del SAMU, debido a que se habrían perdido minutos valiosos en su traslado a Rancagua.
Fernando Ávila Figueroa
Foto: Nico Carrasco
El dolor por la pérdida de su hijo queda de manifiesto al conversar con Raquel Guzmán, quien hasta el día de hoy espera poder conocer que fue lo que pasó con la atención médica de su hijo luego de que fuera atendido por el SAMU. El hecho se remonta al 30 de septiembre del año 2015, cuando en calle 15 de Abril de Rengo, su hijo, Haroldo Francisco Conejera Guzmán, de 22 años, mientras circulaba en su motocicleta fue impactado por un taxi colectivo que venía desde un pasaje, dando una vuelta en u, provocándose el impacto.
Este hecho que ocurrió a las 18:30 de la tarde lo dejó con graves lesiones, siendo atendido por el SAMU a las 18:45 de la tarde, siendo derivado a las 18:55 hasta el Hospital de Rengo. Allí permaneció en un box, logrando ser visto por su madre a las 19:45. Fue derivado por el SAMU a eso de las 19:55 hasta la central de Rengo, ubicada en calle Alonso de Ercilla con La Araucana.
Según Raquel Guzmán, el joven fue recibido por el turno entrante, quienes se preocuparon de realizarle aseo, lo que según su madre el primer turno no hizo, ya que asegura que su hijo permaneció con su ropa mojada y estaba muy exaltado. Tras ello fue este segundo turno el que lo derivó a Rancagua llegando a las 20:55 de la noche, siendo derivado a un box, le realizaron un scanner, entrando en coma a las 22:30 de la noche, ingresar a pabellón, falleciendo el día 2 de octubre.
La acongojada madre no se explica el tiempo perdido con su hijo, creyendo que el tiempo que se perdió derivándolo a la central del SAMU para hacer el cambio de turno fue crucial en el desenlace fatal. Es por ello que desde la fecha de su fallecimiento se encuentra buscando justicia, teniendo en cuenta además que el tema judicial quedó subsanado, donde el conductor del colectivo recibió la sanción de 1 año sin licencia de conducir, más una pena remitida de 60 días, así como quedó corroborado que su hijo no había ingerido alcohol.
Esto la ha llevado con documentos a demostrar que la atención no fue lo rápida que se requería, teniendo en consideración que se trataba de un caso de urgencia, Ha visitado la Dirección de Salud Regional, logrando conocer que se estaba realizando un sumario, del cual no ha podido tener información, donde se le indica que siempre hay diligencias pendientes. Incluso fue a la Contraloría, donde se le indicó lo mismo, vale decir, que hay diligencias pendientes.
Cree que no hay voluntad de poder conocer antecedentes del tema, ya que incluso asesorada por el concejal de Rengo, Gavino Martínez, pidieron la mediación del Consejo de Defensa del Estado, pero los funcionarios del SAMU no se presentaron, lo que provocó que el tema quedara en nada.
Raquel sólo busca saber que pasó con la atención de su hijo, asegurando que no busca indemnización alguna, ya que eso a estas alturas no le sirve. Si busca una sanción para los responsables, debido a que confiaba que su hijo sería atendido como corresponde.
SUMARIO EN EJECUCIÓN
Desde el Servicio de Salud O’Higgins al consultar sobre este caso se nos indicó que “en relación al proceso disciplinario instruido mediante Resolución Exenta N° 759 del año 2016, sobre la atención y traslado del paciente, Haroldo Conejera, informamos que se encuentra instruido un Sumario Administrativo que está en ejecución. En este sentido y dado que el proceso sumarial se encuentra vigente, no es posible dar a conocer el contenido del mismo por operar la causal de secreto contemplada en el inciso 2° del artículo 137 de la Ley N° 18.834, el que consagra el secreto de la investigación hasta la etapa de formulación de cargos.