– Esto porque el colegio al alero de la parroquia Santísima Trinidad ha sido víctima de reiterados delitos, por los que las autoridades del colegio hecho las respectivas denuncias, casos que han sido archivadas sin aún tener responsables.
Gisella Abarca
De nueve robos ha sido víctima el colegio San Nicolás de Bari en los siete años de existencia del recinto educacional que nació al alero de la parroquia Santísima Trinidad de Rancagua. Tres de ellos en el 2011, dos en el 2014, uno en el 2016 y tres robos este año, delitos por los cuales las autoridades del colegio cada vez han hecho las respectivas denuncias con la esperanza que hubiesen responsables de las faltas.
No obstante, el viernes recién pasado a la directora del establecimiento, Ana María Pereira le llegó la notificación desde la Fiscalía Regional que le informaba que “considerando todos los antecedentes del caso, no es posible por ahora, seguir realizando otras actividades que permitan acreditar el delito o identificar a los responsables, por lo que se debió Archivar Provisoriamente esta denuncia”, argumenta el documento.
Esto significa que el caso se suspende mientras no existan más antecedentes. No obstante, si la Fiscalía o las policías obtienen nueva información, el caso podría ser reabierto.
“ESTO ES UNA BURLA PARA LOS POBRES”
Esta situación es la que tiene indignado a uno de los fundadores y capellán del colegio San Nicolás de Bari, el sacerdote, Luis Escobar quien denunció a su juicio la “impresentable situación”, argumentó:
“Me parece impresentable que hayan archivado el caso, porque no es la primera vez que nos hacen eso, es una burla para los pobres, porque de esta manera invisibilizan a la gente de nuestro sector haciendo creer que no se puede hacer nada, no gastan recursos; pero sin embargo, cuando se trata de desprestigiar a la Iglesia, tienen tiempo, tienen personal dedicado y con eso desvían la atención de problemas como estos, eso me da rabia. No es la primera vez que nos mandan esta respuesta, es un chiste de mal gusto, por eso que estoy molesto con los fiscales que son de doble estándar, para algunas cosas funcionan y para otras no”.
Apuntó que en cada una de las denuncias se han entregado todos los antecedentes para que las investigaciones lleguen a buen puerto, “la policía tenía antecedentes, nombres, hay fotos, investigaciones pero qué quiere el fiscal que le lleve el bandido de la mano para que él lo meta preso o lo investigue, si para eso están ellos. Por qué para algunas causas tienen tantos recursos y para otras no, ¿porque estamos hablando de un colegio de gente pobre?, ya está bueno. O la justicia es igual para todos o no hay justicia, porque aquí hay chilenos de primera y segunda categoría y estamos viendo que a los pobres los tratan como seres inferiores que no merece la justicia. Cosas como éstas no puedo comprender”, argumentó el sacerdote.
Agregó que uno de los antecedentes que se manejaban del último robo al colegio y que lo dio a conocer a la fiscalía, es que “en ese último robo del colegio cuando abrieron la bodega y dejaron a los niños sin mercadería y alimentación, los apoderados quisieron hacer justicia, le pegaron al bandido y semanas más tarde nos mataron una apoderada, una de las testigos del caso y de la Fiscalía nos mandan ese papel diciendo que no hay antecedentes, es el colmo”, subrayó Escobar.
OTRAS CAUSAS ARCHIVADAS
Y es que no sólo este año las obras asociadas a la parroquia Santísima Trinidad ubicado al fondo del pasaje El Abra ha sido víctima de ataques vandálicos, en el año 2016 fue quemada la capilla de la Divina Misericordia en la población Vicuña Mackena en Rancagua, a lo que se le suman los nueve robos que el colegio ha sufrido desde el 2011 y este año, sólo en una semana, entraron a robar tres veces.
“En una semana tres robos, nos quemaron la capilla y nos mandaron exactamente la misma respuesta habiendo antecedentes de peritajes de Bomberos y Carabineros que al parecer no se utilizaron, entonces no sé qué quieren los fiscales, pero siempre es la misma respuesta y creo que en Rancagua hay mucha gente que le pasa lo mismo, que se cansaron de denunciar porque al final es la misma respuesta. No hay justicia”, finalizó el padre Escobar.
Por su parte, la sostenedora del recinto educacional Jessica Herrera informó que con esta notificación todas las causas quedan inconclusas “Es triste saber que se archiven las diferentes denuncias, porque es una desmotivación para hacer otras en caso de nuevos robos. En este caso siempre faltan pruebas que hagan que las investigaciones continúen. La policía busca testigos, se ve al ladrón por las cámaras de seguridad, se toman huellas, etc. Se hace todo lo posible y al final no se logra nada”, acotó.