Han pasado sesenta años que, han sido como un suspiro de jóvenes enamorados, siendo protagonistas de nuestras vidas, con diferentes actividades que, nos han brindado todo tipo de experiencias. Nuestras cabezas lucen ya la nieve de los tiempos, pero los espíritus mantienen la jovialidad, la alegría, el amor y deseos de poder seguir disfrutando la vida con todos sus aspectos positivos y también negativos, porque para que sea como tal debe existir la dualidad. Tantos años han pasado desde 1846, cuando inicia sus actividades nuestro querido Liceo, llamado actualmente Liceo Oscar Castro, en honor al insigne poeta, dejándonos en cada generación que ha pasado por sus aulas, muchos recuerdos y un sinfín de anécdotas. Somos un grupo de ex alumnos egresados en 1958 que, a los pocos años de nuestra salida del colegio, empezamos a reunirnos, el último sábado de cada mes, contándonos nuestras vivencias y recordando anécdotas que, en la medida que ha ido avanzando el calendario al parecer nos vamos retroalimentando dándonos más fuerza para vivir. Desfilan por nuestras mentes nombres de profesores, casi todos fallecidos pero que se mantienen vigentes en los espíritus de aquellos que un día fueron sus alumnos. Por ahí, el inspector general Sr.Lazo sorprende a un par de niños que juegan a las” bolitas”, en lugar no apropiado. Les toma de las orejas, dándoles un par de “coscorrones”, y los ubica bajo la campana del liceo, ubicada frente al acceso principal, para que todos les vieran. Pasan la profesora de Química Sra. Berta Rubio, acompañada por la Sra. Fresia Viguera, profesora de Francés con sus respectivos libros de clases, mirándoles con gesto acusador.Todos los profesores ven a los castigados debajo de la campana, sintiendo los niños la natural vergüenza que, nunca olvidaran. Otros recuerdos son las arrancadas después de clases para ir a la plazuela de Gamero con Almarza, para saldar algunas diferencias con unas cuantas trompadas. Después de eso, todos quedábamos como amigos. En nuestras reuniones mensuales, siempre hay palabras de agradecimientos para los educadores que ya no están con aquellos egresados en l958, tales como los rectores Hbto. Aymerich, y Miguel de Borja, y profesores como Oscar Cáceres, Hernán Cortés, Héctor Abaca, Marta Calderón, Olga Snacke, Luisa Fernández, Roque González, Osvaldo Cádiz, Peña Rocha( Ministro que mató una ballena con un camote) , Luis Gaona, Héctor Miranda, Fresia González ,Raúl Maëtig, Edo. Muñoz.Desde nuestro ángulo de los simpáticos recuerdos, éste grupo de eternos excompañeros y verdaderos amigos de corazón, abrazan a todos aquellos que han tenido la suerte de recibir enseñanzas, tanto en el antiguo como el nuevo edificio, muy especialmente, cuando la banda musical volverá, como antaño a desfilar por las calles céntricas de nuestra ciudad, marcando el paso de parada, que se va llevando el inmutable paso del tiempo, hasta cuando ya no podamos escuchar, las flautas, tambores, y trompetas.
¡CHUICO DE VINO, SALUD COMPAÑEROS!
Nelson Peñailillo, Exequiel Ibarra, Vicente Morales, Sergio Díaz, Waldo Adasme, Mario Cáceres, Mario Alarcón, Aquiles Sepúlveda, Henry Barrientos, Oscar Hernán Cabello