El estratega de los celestes no profundizó mucho en lo que fue la caída del equipo rancagüino a manos de Deportes Iquique. Sí dejó en claro que aún se puede salir del mal momento, y que los problemas defensivos son del equipo completo.
Las explicaciones no eran necesarias el sábado. El bajo nivel de O’Higgins frente a Deportes Iquique dejaron de manifiesto que el equipo no levanta, que “el sello” de Mauricio Larriera no se ve, y que lo que había construido Gabriel Milito hasta la eliminación de la Copa Chile ante Colchagua se esfumó.
En la cancha iquiqueña, el partido fue una muestra de lo mal que anda el equipo. El estar cayendo a solo segundos de comenzar las acciones, no da para hablar tanto apuntó Mauricio Larriera.
«No resiste mucho análisis el partido, porque entrar y a los 5′ estar 2-0 abajo, no hay mucho para analizar. Eso cambia mucho los planes», sentenció.
En todo caso, recordó que tras esas dos estocadas, «equiparamos un poco en el juego, sin profundidad, y después nos hacen el gol de pelota quieta, y cada vez que nos llegaban era un tembladero».
Después, y con tres tantos en contra, comentó, hubo un cambio. “En el segundo tiempo cambia la imagen del equipo, porque era muy triste la imagen del primer tiempo. Se habló en el entretiempo, y se acaban las palabras, tenemos que hablar en la cancha», expresó el DT, que además, y con algo de ironía, destacó que «el segundo tiempo por lo menos se ganó 1-0, tenemos que quedarnos con eso».
Es más, con los antecedentes expuestos en la cancha, Larriera puntualizó que «si doy una explicación, es una venta de humo, excusas. Nosotros siempre pensamos lo más adecuado para cada partido».
La crítica en la actualidad, está centrada en la línea defensiva. Hoy O’Higgins es uno de los equipos más goleados del torneo, y según Larriera, «el tema defensivo no pasa por Miguel Pinto, o la línea de 3, de 4 o de 5, tiene que ver con todo el equipo».
SE SIENTE CON FUERZA
Luego de este aterrizaje de emergencia en el ex aeropuerto de Cavancha, Mauricio Larriera habló respecto a su continuidad. Si bien es cierto, y no lo dijo directamente, comentó que el llegar hasta fin de año no depende de él, porque Lo que depende de mi trato de trabajarlo, asumirlo, y darle para adelante como un tren», y que «si llegamos a diciembre o no, eso no tiene que ver con las decisiones de uno», pasándole la pelota a los directivos del club.
Las cinco derrotas en siete partidos disputados, dijo, lo tienen «con molestia conmigo mismo, porque soy el responsable», y que «todo lo que yo pueda decir ahora, después de esta derrota, me dejará como culpable».
Con 70 días al mano del equipo, el sello Larriera aún no se ve, y en este receso que los tendrá fuera de la cancha hasta el 25 de septiembre, sentenció, «se supone que tendría que dar sus frutos el trabajo en los días venideros».
Para cerrar, el DT manifestó que «no nos merecemos lo que está pasando, y la idea es seguir buscándola vuelta», pero que tiene que seguir buscando como salir de esto, dejando en claro que no tiene -hoy- intenciones de abandonar el buque. “Si yo me sintiera vencido, voy hablo con la gente que tengo que hablar, soy sincero como he sido siempre», finalizó. (FOTO: Diego Blanco)