El 2-2 frente a los “Tricolores” fue injusto resultado por lo mostrado por el elenco que ahora dirige el “Fantasma” Figueroa. Los casi cinco mil hinchas que asistieron al recinto calle Almarza, se fueron tranquilos, porque vieron a un equipo que mereció más.
Era una jornada esperada con ansias. No solo porque debutaba el “Fantasma” Figueroa en la banca de O’Higgins, sino que también porque los celestes necesitaban cortar sí o sí la mala racha que traían como mochila cuando Mauricio Larriera era el entrenador. Esos siete partidos sin conocer de triunfos, tenían sumido al plantel en una crisis motivacional importante, justamente la fórmula por la cual la dirigencia confió en el nuevo estratega.
Y así llegó el día. Previa concentración en el Monasterio Celeste, los rancagüinos tenían claro que debían cambiar el switch, que tenían que salir a buscar una mejor suerte, y que había que modificar ese rostro amargo que recordaba la hinchada. El propio DT lo comentó cuando llegó, el miércoles, y eso mismo ocurrió.
Frente a Palestino, los rancagüinos cumplieron al pie de la letra con la fórmula del “Fantasma”. Intensidad en el juego y en la marca, parados unos cuantos metros más arriba de lo que venían haciendo, y generando oportunidades de gol. El esquema utilizado por el cuerpo técnico le dio preponderancia a la creación. Ramón Fernández y Nicolás Oroz jugaron libres, sueltos, sin presión. Además, el aporte de Matías Vera -que mostró una de sus mejores versiones en la cancha de El Teniente- le significó al elenco rancagüino tener fútbol, algo que no había logrado desde que Gabriel Milito renunció en julio pasado. Junto con ello, y como lo anunció el DT a mitad de semana, la confianza en Maxi Salas era total. El joven atacante trasandino nuevamente fue al frente, peleó balones, luchó en solitario contra la defensa del “Tino-Tino”, y su ímpetu le permitió llegar al gol por primera vez defendiendo a la “Celeste”.
Pero, el rival también jugó. Los “Tricolores”, con rápidas salidas lideradas especialmente por Jorge Rodríguez, Diego Torres, José Luis Muñoz y el “Mago” Jiménez, complicaron de sobre manera a la retaguardia rancagüina. “Un flan”, comentó alguién en redes sociales. La defensa, que llegó justo a casi todos los cierres, tuvo dos desatenciones, y esas justamente terminaron en gol.
La primera de ellas, en los 13′. Una mala combinación entre Juan Fuentes y Raúl Osorio, terminó en los pies de un volante capitalino, lo que le permitió a Matías Campos recorrer varios metros libre -sin marca- y acomodarse para así batir a Miguel Pinto. Cuando O’Higgins parecía acababa con sus fantasmas, todo quedó en nada gracias a aquella diana.
Y, pese a estar en desventaja, los rancagüinos siempre fueron al frente. Ahí apareció en los arranques ofensivos tanto Roberto Cereceda como Agustín Gutiérrez. Y justamente ellos dos armaron la acción para la igualdad parcial.
Previo a eso, en los 15′, Salas falló una inmejorable oportunidad, ya que quedó solo frente al portero Sebastián “Zanahoria” Pérez, pero el meta de Palestino le cerró el ángulo con portentoso achique.
Hasta que cayó el empate. En los 21′, Ramón y Oroz generaron el espacio para la pasada del “Eléctrico” Cereceda, este -a la carrera- sacó un centro que cruzó toda el área visitante, y encontró en los pies del uruguayo Gutiérrez una definición precisa para conectar y colocar el 1-1.
El desahogo del equipo, y de la hinchada, trasuntó en que la primera parte fuera intensa. Justamente, en esa intensidad, llegó otro error atrás. Agustín Farías robó en el medio, movió rápido para Jorge Rodríguez en la izquierda, y este vio a Luis Jiménez con opción de pase. Prefirió al “Mago” y ahí apareció su clase, esa que lo hizo jugar en el Inter de Milán. El volante buscó la opción de tiro, y, cuando la encontró, le clavó el balón a un rincón de la portería de Miguel Pinto.
Palestino volvió a estar en ventaja, y O’Higgins otra vez mirando al rival desde atrás en el marcador. Frente a ello, los elencos se terminaron neutralizando por lo que quedó de etapa, y la disputa en el medio campo hizo que las acciones de marcar se ausentaran hasta el complemento.
VIRADOS
Pitazo de Ángelo Hermosilla, y Marco Antonio Figueroa junto a John Armijo salen raudos a camarines. En su poder, un par de carpetas con los apuntes de la primera fracción. El 1-2 obligaba a mover la baraja, y buscar las opciones futbolísticas de dar vuelta el marcador, o al menos emparejarlo.
Tras la charla, intensa por lo demás, el “Fantasma” sacó a un elemento de medio campo que poco y nada había gravitado en el terreno, Gerardo Navarrete, y también a Raúl Osorio, que pese a hacer un buen primer tiempo, tuvo que ser sacrificado en beneficio del equipo.
¿Los cambios? Pablo Calandria y Juan Carlos Espinoza. ¿Qué se modificó con sus ingresos? El dibujo. Del esquema inicial, 1-3-4-2-1, pasó a jugar con un 1-4-3-3, y eso le permitió al “Capo de Provincia” ser mucho más que los “Árabes” en los segundos 45 minutos.
En los 47′, el empate casi cae. Roberto Cereceda ganó la banda por la izquierda, superó la marca de Guillermo Soto y colocó un centro que cruzó toda el área, Pérez la miraba esperando que no llegara nadie de O’Higgins para conectar y así fue. Salas y Calandria quedaron pasados, y finalmente un defensor tuvo que despejar.
Con la tenencia del balón en los pies de los rancagüinos, los forasteros debieron replegarse más de la cuenta, y tratar de buscar así llegar mediante el arma que les quedaba, el contra golpe. Fue así como, en los 53′, el rancagüino José Luis Muñoz apuró la carrera, conectó con Campos que a la vez dejó el espacio para que apareciera Agustín Farías, y el “Cucho” probó desde fuera del área. Pinto solo la miró, pero afortunadamente la pelota se alejó desde el marco. Aquella acción fue un aviso, pero el último en su zona.
En la otra, en tanto, apareció al fin Maximiliano Salas. Corría el 56′ y una genialidad de Ramón Fernández, que con una media vuelta se sacó a dos defensores de encima, le permitió al ex All Boys llegar con la opción de definir. En primer término aguanta la marca y gatilla fuerte, Pérez logra desviar, pero el rebote nuevamente le quedó a Salas. El trasandino se acomodó, y de espalda al arco, gira rápido para mandar el balón a un rincón y dejar sin opción a los dos hombres que habían llegado a cubrir la línea de meta. Festejo desaforado para el “Tanque”, que se pudo estrenar en las redes nacionales y que lo liberó de una presión que tenía, había expresado el jueves.
Con el 2-2, los aires en Rancagua mejoraron. Pese a que en los restantes minutos no hubo oportunidades claras para marcar, los “Celestes” dejaron todo, como hace rato no se veía en la cancha del Mundialista.
En ese sentido, O’Higgins tuvo que esperar ocho partidos para ser superior a su rival, y si bien fue una igualdad, los rostros post partido fueron otros. Los jugadores, con la cabeza en alto fuera de camarines, y seguros en que habían hecho lo correcto. El DT, en tanto, quedó conforme, es más, él vivió el partido a su manera.
Ficha del Partido
O’Higgins (2): Miguel Pinto; Juan Fuentes, Albert Acevedo, Raúl Osorio (46′, Juan Carlos Espinoza), Agustín Gutiérrez, Gerardo Navarrete (46′, Pablo Calandria), Matías Vera, Roberto Cereceda; Ramón Fernández, Nicolás Oroz; Maximiliano Salas (82′, Matías Meneses). DT: Marco Antonio Figueroa.
Palestino (2): Sebastián Pérez; Guillermo Soto, Nicolás Díaz, Enzo Guerrero, Diego Torres; Agustín Farías, Julián Fernández, Jorge Rodríguez (72′, César Cortés), Luis Jiménez; José Luis Muñoz (85′, Santiago Lizana), Matías Campos (76′, Roberto Gutiérrez). DT: Sebastián Méndez.
Árbitros: Ángelo Hermosilla; Christian Schiemann, Miguel Rocha; Omar Oporto.
Amonestados: Vera (OHI); Farías, Jiménez (PAL).
Goles: 13′, 0-1, Campos; 21′, 1-1, Gutiérrez; 25′, 1-2, Jiménez; 2-2, 56′, Salas.
Estadio: El Teniente, Rancagua.
Público: 4.706 espectadores.
https://www.elrancaguino.cl/ran/2018/10/01/el-partido-que-jugo-el-fantasma-figueroa-desde-el-banco/
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