– El establecimiento educacional se apronta para dar un giro en su Proyecto Educativo en tres vías de acción: formación humana y comunitaria, fortalecimiento de un clima de sana convivencia y favorecer el Aprendizaje de todos los estudiantes a través de la innovación pedagógica.
En 1991, una joven de 28 años, Roxana Pérez Muñoz, con un gran desafío por delante tomó la opción de formar un colegio en Rancagua en donde la clave principal fuera la innovación en las prácticas pedagógicas. El colegio cumplió 27 años formando jóvenes al servicio de los demás.
Ese establecimiento educacional es el colegio San Ignacio de Machalí, quien celebró su trigésimo séptimo aniversario rodeado de directivos, apoderados, administrativos, profesores, alumnos y toda la comunidad ignaciana, quienes se dieron cita en el patio central del establecimiento para apagar una nueva velita.
En la oportunidad estuvieron presentes los alumnos de cuarto medio, quienes hace 12 años comenzaron su vida escolar allí, donde experimentaron éxitos y fracasos, quienes hoy enfrentan una nueva etapa que los llevará a forjar un nuevo futuro. Ellos entraron acompañados de los más pequeñitos del colegio, un encuentro de dos generaciones que abrazan el sueño del proyecto educativo de ese colegio.
Luego hizo su entrada el estandarte del colegio, que fue portado por el alumno Sebastián Moreira Vásquez y sus escoltas las alumnas, Josefa Fuenzalida Rojas y Rocío Gallegos Catalán.
Más tarde, los alumnos Esteban Ballini de tercero medio y Eduardo Tassara de cuarto medio, acompañados de su profesora de música la señora Jaimie Campos, ofrecieron un grato momento musical interpretando “Somewere only we Know”, presentación a la que se le sumó la voz de Laura Farías del 2° medio A quien interpretó la canción “Celebra la vida”, para así dar paso al encuentro con Dios en una liturgia celebrada por don Manuel Lizana.
En la ceremonia hubo espacio para reconocer la trayectoria profesional de aquellos profesores que han estado en el colegio por más de 10 años, que han dejado huellas a través de su quehacer educativo. También fue premiada como mejor compañera Nora Vásquez. También hubo reconocimientos para el Centro General de Padres, por su compromiso y entrega.
27 AÑOS DE HISTORIA
En la oportunidad, el rector Luis Patricio Ramírez, se dirigió a la comunidad educativa para brindarnos un afectuoso saludo “Hoy estamos celebrando 27 años y estamos en un proceso de transformación en donde queremos volver a las raíces institucionales, con un colegio con una misión y visión clara para educar a los niños y jóvenes que se nos confían”.
En tanto, la presidenta del directorio colegio San Ignacio, Roxana Pérez, en sus palabras recordó los orígenes del colegio que comenzó hace 27 años “Mi apuesta estuvo en el desarrollo de un Currículum centrado en la Persona, y por durante largos y bellos años, alumnos, padres, directivos, docentes y colaboradores, desde diferentes roles y funciones llevamos a cabo una Educación Personalizada y Comunitaria, que en aquella época no sólo tuvo buena acogida entre las familias de nuestra ciudad, sino que marcó un hito, porque animó a prestigiosos y antiguos colegios a creer en este estilo de aprender y enseñar para luego incorporar un nuevo enfoque en sus aulas”.
No obstante, agregó que el paso del tiempo, la incorporación de muchos nuevos estudiantes y docentes, han hecho que el colegio se vea sumergido en profundos cambios, sostuvo Pérez “Hoy, después de un año de discernimiento con las nuevas investigaciones en el campo de la educación, la observación de nuestros espacios educativos, el análisis de las actuales prácticas pedagógicas y considerando hoy el privilegio de contar con un precioso lugar que siendo parte de nuestro Colegio, está ubicado muy cerca de aquí, que hoy alberga a 134 personas, en dónde existe un clima propicio para la innovación, hemos cómo institución optado por retomar las motivaciones que estuvieron presentes hace 27 años y focalizar nuestro Proyecto Educativo en 3 vías de acción: formación humana y comunitaria, que favorece el diálogo fraterno y el encuentro con Dios, fortalecimiento de un clima de sana convivencia y favorecer el aprendizaje de todos los estudiantes a través de la innovación pedagógica, que no sólo se agota en la formación, sino a su vez, en el desarrollo de la capacidad de autocrítica. Sean ustedes hoy invitados a ser parte de este Proyecto, en la forma y en el fondo que hoy he tratado de transmitir”.