Hace más de cien años, en el 1914, ya se conocía la llamada “Plazuela de los Enamorados”, que se ubica en la esquina de las actuales calle Cuevas y Bueras. Hasta hoy, pese al tiempo transcurrido y a los varios sucesivos nombres que se la dado, muchos la siguen mencionando por el primitivo. También ha experimentado numerosas remodelaciones, algunas por decretos alcaldicios o por acuerdos de miembros del municipio o decisión de la algún progresista Alcalde que desea innovar. Recordemos, por ejemplo, que en 1932, en un día con hoy, con alegres fiestas fueron inaugurados los modernos y hermosos jardines, como anhelada obra de los vecinos y de habituales usuarios transeúntes, como cuando nuestro diario local impulsaba periódicamente los proyectos en editoriales, artículos y noticias.
El año 1932 fue muy especial. Los anhelos y necesidades de cambios que hicieran olvidar la gravísima crisis económica, iniciada en los Estados Unidos en 1929 y que se propagó a toda la América y el mundo. En Chile había cambio de Gobierno, con la elección del candidato Arturo Alessandri Palma, que ya había gobernado en la década de los años 20. Pasaron los años, y se llegó al Medio Siglo. El 11 de enero de 1932 se iniciaron los nuevos y necesarios trabajos de remodelación y embellecimiento de la plazuela, renovando los destruidos jardines. A fines de febrero la tarea estaba terminada y la plaza cobraba un nuevo aspecto. Se pensó devolverle su nombre oficial : “Plaza O`Higgins” otorgado por Decreto basado en un acuerdo de la Cámara de Diputados a iniciativa de un parlamentario regional y que no ha sido derogado.
Pero, el Círculo de Periodistas, Regional Rancagua, estimó que debería llamarse Camilo Henríquez, en homenaje al Padre de la Buena Muerte, creador y director del primer periódico nacional La Aurora de Chile, cuyo busto está en la misma esquina.