Charlas apuntaron a mostrar los efectos concretos del evento climático global sobre la fruticultura de la región.
El cambio climático y cómo enfrentarlo a partir de la ciencia desarrollada en O’Higgins, fue el tema que abordaron representantes del mundo científico y gubernamental de la Región en el Congreso del Futuro, evento realizado en el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), ubicado en el sector Choapinos, en Rengo.
Este año, el encuentro más importante de divulgación científica del país, abordó la pregunta “Qué especie queremos ser”, una invitación a reflexionar sobre el futuro de la Humanidad y los desafíos que, hacia la segunda década del siglo XXI, se vienen. El más importante de ellos, sin duda, es el Cambio Climático producto de la contaminación generada por el hombre.
Impacto local
En ese marco, el aporte de los investigadores de O’Higgins tomó un tema muy concreto, como son los cambios que el fenómeno climático global tendrá sobre la fruticultura de la región. El tema lo desarrolló el investigador del CEAF Ismael Opazo. Una de las líneas de investigación expuestas fue la importancia de las raíces de los frutales en la forma en que las plantas responden a dicho cambio.
“Lo que hemos encontrado es que las raíces son cruciales en lo que finalmente va a pasar con el árbol frente a una sequía y ante el estrés, al punto que lo que hay arriba se vuelve casi irrelevante”, señaló Opazo. Los investigadores trabajaron con injertos de diferentes frutales, duraznos, damascos, ciruelas, entre otros. “De esa forma comprobamos la importancia de la raíz, ya que cualquiera fuera el frutal, la respuesta no cambiaba. La raíz manda en la respuesta de la planta”, agrega.
Pamela García, representante de la Seremi de Agricultura, dio una visión más global sobre el tema y cómo la sociedad y el sector agrícola se debe preparar para en evento climático, ante ciertas luces rojas que ya son verificables. “Hay situaciones críticas, como los impactos de la mega sequía en el secano costero sobre los rendimientos de las praderas, la alimentación animal, las heladas polares, el granizo y el tema hídrico y térmico sobre los cultivos y la demanda de agua”, explicó García. La representante de la seremía contó que existe un fondo dedicado a generar las capacidades de adaptación en la zona frente al tema. “La idea es ver, por ejemplo, cómo se trabaja el suelo en el secano costero y su impacto en la erosión, la captura de aguas lluvia; ver los efectos sobre el manejo animal, el sector apícola y los frutales”, agrega. Otro tema abordado por García fue la sensibilización de la comunidad frente al tema. “Estamos generando conciencia en los niños a través de charlas, incluso hay un cómic sobre la falta de agua, el que constituye una forma de mostrarles que enfrentarán un territorio distinto”, explicó.
En otro tema, García destacó la creación, por primera vez en Chile, de una mesa agroclimática, en la que agricultores y científicos muestran el estado del clima y sus efectos sobre el agro. “Se elabora un boletín donde se explica, de modo accesible, la situación climática y se dan recomendaciones de acuerdo a los pronósticos”, agregó.
El objetivo último del Congreso del Futuro es acercar la ciencia a la gente, foco que destacó Mauricio Ortiz, director del CEAF. “Es trascendental para nosotros participar en un evento donde se muestra la ciencia a la comunidad, para que entiendan su importancia y sus aportes”, indicó.
Lo que hace el CEAF
Varias son las líneas de investigación que desarrolla el centro. Una de ciencia más básica, que apunta a conocer cómo funcionan las plantas. “Desde la expresión de los genes hasta el rol de algunas proteínas que les dan atributos deseables”, explicó Opazo.
Otro desarrollo se enfoca en temas más concretos, como prácticas de mejoramiento que buscan resolver problemas directos con los productores. Una tercera línea agronómica apunta hacia una producción de calidad ante condiciones climáticas adversas, la que también se trabaja con los productores. El centro, además, aborda la generación de información ante el escenario de incertidumbre que trae el evento global. “Son proyectos que buscan entregar información climática dentro de la región, tales como horas frío, días grados, etc, para generar mejores productos”, explicó Opazo.