-Este año cumplirá 60 años como tal, 50 de ellos vendiendo el primer diario regional. “El Rancagüino es de la calle”, nos comenta.
Vanesa Fernández
Fotos: Nico Carrasco
Juan Carlos Faúndez Núñez, nacido y criado en Rancagua, ha pasado la mayoría de su vida siendo canillita de diario El Rancagüino, estando presente en casi la mitad de la trayectoria del diario que este año cumplirá 104 años informando a la región. Por ende, es un personaje icónico que desde los 10 años ha estado trabajando como tal y siendo también un fiel lector de este medio de comunicación regional.
Tan pequeño comenzó, que recuerda que gritaba el nombre del diario algo parecido a “dinquiguino”, por lo que la gente se le acercaba a preguntar qué era lo que vendía. Ha pasado tiempo ya desde aquel momento, ya que en la actualidad Juan Carlos cumplirá el próximo mes 60 años de edad y 50 años (1969) siendo canillita.
Faúndez, quien regala sonrisas y dulces a las personas con quien tiene el gusto de conversar, dice que su primer trabajo fue en este diario y gracias a ello es lo que hoy. Con respecto a su recuerdo de la primera vez que pisó El Rancagüino menciona “mi mamá me dejó solo, ya que sabía que yo podía arreglármelas y así pude comenzar, junto a 7 u 8 personas que se quedaron para vender”.
Gritando para llamar la atención y caminando con los diarios en la mano, recorriendo el paseo Independencia, calle Brasil, avenida Cachapoal y todos los almacenes y locales que estaban por el lugar, don Juan llegó a vender hasta 120 diarios en un día. Todo esto, a las 17:00 horas o más tarde (18:00 o 19:00), dependiendo de las noticias, ya que él trabajaba en la época que el diario era vespertino.
Este “canillita” hace una crítica a la baja de venta de este tipo de producto, ya sea por Internet o por dar de regalo los diarios. No por ello deja de vender e incluso asume que lee todos los días El Rancagüino y los diarios de la capital también, pero con menos frecuencia que el local.
También hace un paso por el tiempo, haciendo un recorrido de la venta, ya que antes sólo se vendían éstos, pero ahora están junto a alimentos, revistas y otros productos. Con ello, ha cambiado su clientela, ya que muchos almacenes desaparecieron, por diferentes motivos, porque sus dueños fallecieron o por que vendieron.
Juan Carlos, tiene un anhelo y es el que la municipalidad lo premie como canillita, y como una de las personas que más trayectoria tiene en lo que hace. Además, su pasión por el diario es excepcional e incluso él dice que “El Rancagüino es de la calle”. En cuanto a su vida, su pareja también es suplementera.
De canillita a suplementero
Desde 1984 es suplementero, pero no ha dejado de lado su rol de canillita. Don Juan Carlos afirma que la diferencia entre ambos roles es bastante, al igual que su transición. El primero vende diarios regionales, mientras que el suplementero vende los diarios nacionales, insiste.