Ambas estuvieron en la ciudad, para hablar de la antología ‘Tándem Animales’. Ésta reúne cuentos de narradores latinoamericanos y del gigante asiático.
Marcela Catalán
‘El sol real y los rayos de la ficción’, se tituló la conferencia que el jueves por la mañana dio la escritora china Lu Min en la Facultad de Letras de la Universidad Católica. La literata viajó más tarde a Rancagua, para brindar la charla “¿Cómo pueden volar las palomas en la narrativa?”. La extranjera visitó la ciudad junto a la autora nacional Romina Reyes, en una actividad organizada por el Centro Regional de Institutos Confucio y realizada en el Instituto Santo Tomás.
Aquello ocurrió en el contexto de la promoción de la antología ‘Tándem Animales’, por lo cual también se trasladaría a Argentina. El volumen reúne cuentos de prosistas latinoamericanos y del gigante asiático. Diario El Rancagüino conversó con ella, en exclusivo.
De acuerdo con la escritorA, tanto los autores chinos como los de Latinoamérica conciben historias donde los animales tienen gran preponderancia. Esto permite “conocer las relaciones que los seres humanos mantienen con el mundo”. En su caso, dicho motivo se desarrolla a partir de las palomas. “Pueden ser concebidas como un visor que refleja el vínculo de las personas con su entorno”, asegura.
La prosista explica que los animales son un “tema en común entre las plumas de ambas regiones del planeta. Pero lo anterior se materializa de modo desigual en los textos, “debido a las diferencias culturales, de educación, las heterogéneas perspectivas y las experiencias” de cada narrador. La manera de presentarlos es variada, aunque no deja de ser impresionante y maravillosa”, revela.
Lu Min califica como “una experiencia inédita” el hecho integrar la citada antología, junto a autores de este lado del globo. “Es la primera vez que comparto con tantos escritores, en línea con este punto. Es muy enriquecedor conocer a latinoamericanos y su visión al respecto”.
En su opinión, en los textos de sus compatriotas, los animales “quizá son solo un detalle para representar ese vínculo”. En cuanto a Romina Reyes, indica que en su trabajo ellos tienen mayor presencia, mediante la inclusión de los perros. A sus ojos, los canes “simbolizan el conflicto entre la gente y el mundo”. Agrega: “veo que en Chile es posible encontrarlos en todas partes. En su cuento, describe la vida de los humanos a través de ellos, mientras que en mi relato las palomas tienen una impronta cultural. Su significado se relaciona con la paz, el amor, pero en China igualmente adquieren otras connotaciones ligadas a la salud. Se hace una sopa con ellas; es una comida muy reconfortante”, declara.
Por su lado, la chilena asegura que “es un honor” ser parte de esta selección y “entrar” a ese mercado. “En lo personal, no lo conozco. De hecho, le comentaba a la editora de la antología que a veces acá conocemos más sobre la literatura japonesa o coreana, por lo que me parece que éste será un buen puente de intercambio. Estoy muy interesada en ver cuáles serán los cruces (entre los autores incluidos). Y claro que hay temas universales, independiente de la nacionalidad”, sentencia.
LETRAS LATINOAMERICANAS Y LECTORES CHINOS
En palabras de Lu Min, la literatura de la región genera bastante interés en su país. “Desde Pablo Neruda hasta Isabel Allende. Roberto Bolaño es muy popular allá y sus obras son traducidas”. No obstante, advierte que parece no haber un gran “intercambio” de ideas entre narradores latinoamericanos y chinos de las nuevas generaciones, pues “no se conocen muy bien”. De ahí la publicación de la mencionada antología, que ve la luz a través de su editorial.
Pese a ello, explica que “los chilenos son bien conocidos no sólo por autores como yo, que he leído mucho, sino que también por los comunes y corrientes, que leen mucha literatura latinoamericana. Pablo Neruda fue traducido al chino hace muchos años, cuando yo estudiaba en el colegio, y ya en aquel entonces lo leía a él y además a Tagore (bengalí): creía que eran los dos más grandes poetas del mundo. Isabel Allende igual tiene mucha presencia allá. Tiene obras muy buenas, como ‘La Casa de los Espíritus’ y ‘Afrodita’”, comenta.
La extranjera añade que Gabriel García Márquez es muy popular en su nación. “Incluso nuestros escritores se dividen en dos grupos: quienes creen que su más grande novela es ‘Cien años de soledad’, mientras otros piensan que es ‘El amor en los tiempos de cólera’”.
Lu Min agrega que además de los animales, hay otros temas universales en la literatura. En ese sentido, menciona la comida y el hedonismo. “Yo escribí una novela titulada ‘Conversación nocturna de hormona’, donde intenté reflexionar acerca del sexo. Son cuestiones presentes en la generación actual de escritores chinos”, remata.
Considerada entre los mejores narradores con menos de 40 años de la Asociación Literaria en Lengua China de Taiwán, las obras de Lu Min han sido traducidas al alemán, francés, japonés, ruso, inglés, español, italiano, coreano y árabe, entre otras lenguas. Nació en 1973 y comenzó su carrera en la prosa en 1998. Hoy es vicepresidenta de la Asociación de Escritores de la provincia de Jiangsu y vive en Beijing. Ha sido galardonada con los premios Literatura del Pueblo, Escritores Chinos, Bienal de la Narrativa China, Novela Preferida del Lector, Cien Flores de la revista Ficción y Jóvenes Escritores 2007.