Se movilizaba en una motocicleta, interceptando a transeúntes para en su mayoría robarle sus celulares.
Fernando Ávila F.
Fue el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua quien condenó a Cristián Felipe Figueroa Stevenson a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autor de los delitos consumados de robo con violencia, robo por sorpresa y robo con intimidación, hechos perpetrados en mayo del año pasado, en la ciudad de Rancagua.
En fallo unánime el tribunal aplicó, además, a Figueroa Stevenson las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena; más el pago de las costas del proceso. Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado que aproximadamente a las 16:15 horas del 8 de mayo del año 2018, Figueroa Stevenson conducía la motocicleta color rojo, marca Takasaki, por calle Chorrillos y, al llegar a la intersección con el pasaje Las Cruces de Rancagua, “interceptó a la víctima menor de edad que caminaba por el lugar, bajándose de la motocicleta, tomándolo del cuello y empujándolo contra una reja, exigiéndole que le pasara el teléfono celular marca Samsung modelo J5 color negro que portaba y una vez que se lo arrebató, abordó la moto y se dio la fuga”.
Modus operandi que reiteró cerca de las 16:30 horas del 10 de mayo de 2018, a bordo de la motocicleta Takasaki, pero llevando como pasajero a un sujeto no identificado, en Avenida Kennedy, al llegar a la calle Chorrillos de Rancagua, interceptó a un menor de edad, quien caminaba por el lugar, cruzando la moto para impedir que la víctima continuara avanzando, lo intimida y le arrebata un teléfono marca Samsung modelo J7.
Finalmente, cerca de las 13:30 horas del 11 de mayo de 2018, Figueroa Stevenson conducía una vez más la motocicleta Takasaki por Avenida España de Rancagua cuando, a la altura del 796 de dicha vía, interceptó a un menor de edad que caminaba por el lugar, “bajándose de la motocicleta y sacando de sus vestimentas un cuchillo con el cual lo intimidó con la finalidad de sustraerle el teléfono celular marca Lenovo que portaba, para darse luego a la fuga con la especie en su poder”.