La ciudad fantasma de Sewell más la artesanía y el folclor ligado al principal mineral del país son algunos de los emblemas culturales que quiere reforzar la “Ruta del Cobre”, proyecto ejecutado por la Universidad San Sebastián.
A las 3 de la madrugada un alma en pena aparece en la escalera principal de Sewell. Es una mujer vestida de novia que espera en algo así como un limbo lo que en la vida no llegó. O al menos eso dice la leyenda urbana. En el año 1953, ella se iba a casar en ese lugar -bajaría los peldaños de la mano de su prometido, camino al altar- pero él no apareció; había muerto un día antes en el interior de la mina.
Este mito es sólo un encanto más de este pueblo minero literalmente ‘fantasma’ que atrae a turistas nacionales y extranjeros, sobre todo desde 2006, cuando fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ahora, junto a otras atracciones (tangibles como la zona minera de Coya y no tangibles como el folclor de la zona), se reforzará como destino imperdible gracias a un proyecto financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins a través del Fondo de Innovación para la Competitividad. Esta iniciativa; que será ejecutada por la Universidad San Sebastián, no pretende promover ‘un destino para descubrir’, aclaran los responsables, porque la riqueza de este periplo histórico-cultural siempre ha existido. Más bien, dicen, se trata de situar al cobre como el centro de la motivación turística.
“La idea es posicionar, desde una perspectiva distinta, a esta zona del alto Cachapoal, de Machalí, a partir de la creación de una ruta turística la ruta del cobre, lo que ciertamente es una apuesta innovadora para este destino. ¿Por qué digo una apuesta?, porque si efectivamente no se incorporan cada uno de los elementos físicos más emblemáticos y actores locales (comprometidos), lo que implica aprovechar los distintos atractivos naturales y culturales del recorrido, este tipo de proyecto no tendrá mayor impacto en el tiempo”, dice Humberto Rivas, jefe del proyecto Smart Turismo Ruta del Cobre. Y agrega: “Estamos trabajando desde marzo y en este tiempo hemos encontrado no solamente que esta comuna cuenta con un valiosísimo potencial de recursos, capital humano y atractivos en su historia y patrimonio para crear esta ruta, sino que efectivamente hemos apreciado en todas las personas (sus habitantes) un gran entusiasmo en posicionarse como un nuevo destino, que vendría a complementar y ampliar toda la oferta turística regional, pero basado ahora en su tradición productiva, que viene de su tierra y de la gente que ha vivido en torno al cobre durante tantos años. Por ello, estamos convencidos que esta ruta turística es emblemática, no sólo para la región”.
La historiadora Gabriela Ortiz participa en el proyecto y explica su importancia: “Hemos realizado entrevistas a distintas personas de la comunidad y ha sido bastante lindo todo lo que no han compartido, porque aparte de lo que nos cuenta la historia oficial, los libros, también tenemos que incorporar los relatos, anécdotas, mitos y leyendas de la zona. Ha sido bastante interesante la construcción de este relato que incorpora datos duros, pero también las historias de cada uno y de su experiencia hacia atrás, de su familia, de sus antepasados”, cuenta. Además, Gabriela dice que el proyecto contempla destacar el patrimonio cultural en el amplio sentido del concepto, es decir que también abarca artesanía, música y folclor, por ejemplo.
¿Cuál es la clave para el éxito de este proyecto? La asociatividad, cuentan los organizadores. Por eso planificaron varios talleres en Machalí, para que dueños de restaurantes o artesanos se conozcan y se potencien. “Los empresarios tienen que conocerse entre ellos. La idea es que un alojamiento derive a un visitante a un restaurante, puede que un turista pregunte ‘dónde voy a almorzar’ o ‘dónde puedo comprar artesanía’ y que tenga alternativas. Por eso es importante que se conozcan, que haya asociatividad porque eso trae beneficios locales impresionantes”, dice Verónica Kunze, de FEDETUR, la Federación de Empresas de Turismo de Chile.