Fue pasada la medianoche cuando el primer hombre bajó del módulo lunar y dio el llamado “Un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad “ , casi todo el mundo en la Región estaba despierto y viendo un televisor en blanco y negro . No existía internet ni las transmisiones en color, la pantalla era de 560 líneas muy lejano en calidad al HD y al plasma.
Tampoco habían muchos televisores , generalmente uno en cada casa y en muchas no los había por lo que se reunieron grupos de amigos y parientes para presenciar el acontecimiento que marcó un antes y un después a la humanidad .
Fue un Domingo. El Rancagüino lanzó una edición especial a las 5 de la tarde dos horas después del alunizaje con toda la información actualizada de lo ocurrido y amplios análisis de su significado y de las actividades que realizarían los astronautas .
Era una de las noticias más esperadas, y desde el 16 de julio de 1969 los interesados contaban las horas para escuchar u observar el momento en que los astronautas del Apolo 11 tocaran el suelo de la superficie lunar. Aquel día fue el 20 de julio del mismo año, y El Rancagüino lo informó aquella misma tarde. “Hombres en la Luna!”, señalaba la portada del vespertino que después aseguraba que “El Módulo Lunar con los astronautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin descendió sobre la superficie de la Luna a las 4,17 PM de hoy domingo 20 de julio de 1969”.
El positivo fin de este proyecto iniciado desde la Casa Blanca bajo la administración de John Fritzgerald Kennedy se enmarcó en la lógica de la Guerra Fría, en que estadounidenses y soviéticos libraban una carrera espacial para ver quién lograba primero algún hito importante en este campo de las ciencias. Atendiendo a esta preocupación El Rancagüino no sólo informó el mismo día del hito, sino que también preparó una edición especial de 16 páginas que contenía información de todo tipo sobre este hecho que marcó la historia de la humanidad, y que hasta el día de hoy es considerado como uno de los hechos científicos más importantes logrados por el hombre.
Uno de los aspectos que fue rescatado en aquella edición especial, fue la visita que el astronauta estadounidense Neil Armstrong realizó a Chile, años antes (octubre 1966). “El hecho maravilloso de volar en el espacio extraterrestre no cambia los principios religiosos o filosóficos del hombre”, indicó el primer hombre en posarse sobre la superficie lunar, en su reunión con el entonces Presidente Eduardo Frei Montalva.