Aunque el aviso fue bien recibido por los beneficiarios, quienes podrán cambiarse a otras residencias, cabe recordar que la directriz fue aplicada en la Vicuña Mackenna durante el primer Gobierno del Presidente Piñera. Allí, mientras unos se iban, otros debían convivir con basurales, animales abandonados, como también con una mayor delincuencia. Dirigentes además abogan por subsidios en línea con los precios del mercado.
Marcela Catalán
Hasta Población Baltazar Castro de Rancagua llegó el martes por la noche el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, para anunciar la medida a seguir tras obtener los resultados del diagnóstico realizado a dicho barrio de la ciudad. Debido al negativo estado en que se encuentran los edificios, el titular del ramo informó que allí aplicarán una nueva versión del Programa Segunda Oportunidad —la autoridad añadió que los detalles recién comenzarán a ser vistos ahora, junto a las personas favorecidas—.
Lo anterior significa que dichos blocks serán expropiados y derribados, para entregar a las familias subsidios con los cuales acceder a otras residencias. Aquello, conforme con lo realizado en la Vicuña Mackenna durante la administración pasada del Presidente Piñera.
Cabe recordar que cuando la directriz fue llevada a cabo en este último sector de la comuna, si bien los vecinos se mostraron optimistas, el desarrollo del programa no estuvo exento de problemas. Y es que en primera instancia algunos de los beneficiarios acusaron bajos montos entregados para comprar otras propiedades, cifra que dificultaba su mudanza y les acarreaba una serie de complejidades.
En esa ocasión, la directriz fue impulsada por etapas. Es así como mientras unos se cambiaban de vivienda, otros debían permanecer entre edificios a medio demoler, hasta que llegara su momento de partir. La situación significó el establecimiento de basurales y también la llegada de gente que se tomó los departamentos deshabitados, pese a las condiciones en las cuales quedaban, arribando junto a ellos personas peligrosas. Igualmente hubo quienes tomaron por costumbre abandonar animales domésticos en el área, hecho penado por la ley.
Si bien se mostró optimista tras el anuncio gubernamental, Myriam Fuenzalida, dirigenta de Población Baltazar Castro, destacó la importancia de que la continuidad de la medida no acarree estas contrariedades.
“Es lo que estábamos pidiendo: una demolición, para tener una casa digna. Ahora debemos trabajar para ver a cuánto ascenderá el subsidio, porque hoy todo cuesta caro (…) No puede ser de $18 millones, sino de $25 ó $30 millones”, aseguró.
Respecto a los basurales con los cuales debieron lidiar los residentes de Vicuña Mackenna, respondió enfática: “Yo no quiero que me pase lo mismo. Por eso estoy haciendo otras cosas, por ejemplo por los arrendatarios. No quiero que les den $1 millón, sino que un subsidio básico”. Advirtió que “a medida que se desocupen los departamentos”, estos “deben ser desarmados, para que no suframos los inconvenientes ocurridos antes y que no lleguen otras personas”.
Por su lado, el ministro Monckeberg garantizó que resolverán estos aspectos. “Tenemos experiencia acumulada no sólo en la región y en Rancagua, sino que en el resto del país, donde sufrimos estos problemas. Corregiremos estas situaciones que complicaron a muchas familias. Solucionaremos los temas asociados a delincuencia y los basurales que se pueden haber producido antes, más allá del tiempo convenido”.
La autoridad explicó que en esta ocasión serán mínimo 660 las familias favorecidas. El número debería aumenta, porque “hay muchos departamentos donde hay más de una viviendo”. El secretario de Estado adelantó que en 2019 el programa contempla “más de $1000 millones para iniciar las expropiaciones. Queremos empezar las primeras demoliciones el próximo año”, resaltó.
Respecto al subsidio a otorgar, sostuvo que aquello será conversado con los beneficiarios. “Tenemos uno estándar, para que obtengan propiedades definitivas. Va muy de la mano con la comuna a la que se van, si se quedan en el mismo sector, en residencias nuevas, o se van a otras que ya fueron construidas”.
Monckeberg agregó que estos aportes “sufren reajustes, siempre al alza, por lo tanto son muy distintos a los entregados hace dos, tres o cuatro años atrás, respecto al del próximo año. Hay muchas familias que los recibirán este 2019, otras en 2020, y así sucesivamente. Esta intervención durará su tiempo. Por tanto, hoy no podemos dar una cifra, porque quienes al último obtengan esto, conseguirán un monto diferente al de hoy”, afirmó.
Edificio a medio demoler, con basura, en Población Vicuña Mackenna.