“Muchas cosas nos han comentado a mí y a mi hermana, por no tener un aspecto tan producido o no arreglarnos tanto se espera”, añade la cantante. Las hermanas Pastenes se presentan este domingo en La Cumbre, a las 15:05 horas.
Marcela Catalán
En 2011 nació Yorka, proyecto pop fundando por Yorka Pastenes (28) y que hoy es parte de la nueva camada independiente nacional. Aunque su artífice inició el camino en solitario, en su segundo disco se unió su hermana Daniela (23), hoy cuenta con más instrumentistas y poco a poco genera más atención entre la crítica y la audiencia. El dúo actuará el domingo a las 15:05 en La Cumbre, por lo que su líder habló con El Rancagüino sobre la presentación que ella y los suyos darán en la capital regional, su ascendente carrera, la brecha de género en la industria, entre otras cosas.
Respecto a cómo será el espectáculo que brindarán en la ciudad, al otro lado del teléfono, la ideóloga del conjunto responde con entusiasmo, aunque calmada y humilde. “Tenemos poquito rato, 20 minutos. Tocan tantos grupos, que todos debemos mostrar una especie de resumen. Para nosotros es muy especial, porque es la primera vez que participaremos en este festival. Presentaremos las canciones más relevantes de nuestra trayectoria e intentaremos hacer lo mejor posible, ya que muchos no nos conocen. La idea es que por lo menos se enganchen de una canción y nos busquen después”.
Las hermanas Pastenes han dado conciertos en Estación Mapocho, Nescafé de Las Artes y Ruidosa, además de haber actuado en citas extranjeras. “Es muy bonito que (La Cumbre) sea fuera de Santiago, en Rancagua, donde hemos estado varias veces. No sé si es el evento más masivo donde hemos estado, pero sí uno de los más simbólicos a nivel nacional. Teníamos muchas ganas de hacer check en algunos, por lo que es uno de los más emblemáticos y más importantes. Más que un salto, de pronto representa una consolidación”, asegura Yorka.
En opinión de la cantante de San Bernardo, el festival “viene a cerrar este gran año que hemos tenido. Hace unas semanas estuvimos en el Nescafé de las Artes y fue muy relevante, porque es un recinto fundamental”.
¿Qué le parece compartir cartel en Rancagua, con artistas de géneros tan disímiles, provenientes desde el metal hasta el trap? La vocalista no se hace problemas. Más bien, se abre a la realidad actual. “Es maravilloso, la vida es así. Cada día nos encontramos con distintos tipos de personas y me gusta que eso se vea reflejado”.
Yorka añade que es significativo “el porcentaje de mujeres tocando hoy, es muy lindo compartir con un grupo que hace trap, metal o cumbia, porque me encantan todos los estilos. Me agrada mucho que La Cumbre haya cambiado de nombre y reúna música diversa, es una manera de unir a la gente”.
En una entrevista dada en 2017, la artista señalaba que ser mujer es más difícil al dedicarse a esta industria, debido a la exposición que acarrea. Consultada sobre cómo la ha afectado, la joven responde que “éste momento es importante en cualquier área laboral, debido al movimiento feminista y al empoderamiento que todas hemos alcanzado. Para mí jamás ha sido un obstáculo dedicarme a esto, pero sí pareciera serlo para el resto”.
La líder de su proyecto homónimo critica que “una cantidad no menor de personas cree que las mujeres no hacemos buena música. La imagen física también es muy relevante para nosotras, por encima de todo. No sé si se evalúa de la misma manera a un chiquillo, según cómo luce o viste. Es un prejuicio que la gente tiene, antes de escuchar a alguien. Muchas cosas nos han comentado a mí y a mi hermana, por no tener un aspecto tan producido o no arreglarnos tanto se espera”.
Yorka Pastenes reclama que “las clases sociales igualmente influyen. Cuando eres mujer y vienes de la periferia o perteneces a la clase media, los obstáculos para hacer arte son más complejos en Chile”. Acerca de cómo encara tal escenario, responde enfática que “con mi trabajo. Si me empiezo a preocupar de lo que creen sobre cómo me veo, le daría importancia y energía a otra cosa. Mis canciones y nuestra constante labor son responsables de tenernos donde hoy nos encontramos. Quienes nos escuchan, no están interesados en lo otro; se identifican con nosotras”.
Hace dos años, la cantante se quejaba de que si se borraban los nombres femeninos de eventos masivos, el cartel quedaba casi intacto. Aquello es relevante, considerando que La Cumbre hoy tiene una programación paritaria. “Le tocaba hacerlo, porque es el festival chileno más grande y debe cumplir ese rol. Muchos han tomado esa iniciativa. Es bueno, aunque sea por imposición. No sé qué pasará con Lollapalooza este año, pero ésta es la única forma de hacerlo. Ojalá que en 2020 sea algo normal y que las productoras sientan esa responsabilidad”.
En 2017, la joven se lamentaba de que todavía no podía vivir de su oficio, por lo cual seguía residiendo con su madre. Hoy, señala que ha podido independizarse y está esperanzada en el progreso de Yorka. “Ya no vivo con ella, vivo sola y de la música. También soy profesora de Música y tengo proyectos educativos interesantes (…) A todos nos gustaría recibir más por el trabajo y amor que ponemos en nuestras labores, pero estamos bien y en algún momento ese cariño será remunerado”.
Respecto a los próximos pasos, la artista cuenta que pronto presentarán otro single y darán más de qué hablar. “Sacaremos otro sencillo a fin de año y en 2020 viajaremos fuera de Chile. En 2019 estuvimos en Estados Unidos, México y en diciembre nos vamos a Brasil. En marzo lanzaremos un primer single nuevo, para dar comienzo a otra etapa y con otro sonido”. En relación a si su objetivo es internacionalizar su carrera, contesta enfática: “Sí. No podemos quedarnos sólo acá”, remata.