– Tras casi una década como dependiente, el profesional decidió independizarse y abrir su propio estudio contable y tributario lo cual le ha permitido destacarse también en el ámbito gremial del Colegio de Contadores de Chile, y por su sensibilidad social a través del Rotary Club Cachapoal.
Ximena Mella Urra
Fotos: Nico Carrasco
Si necesitamos de los servicios de un contador confiable en Rancagua, las primeras recomendaciones que nos llegan son el nombre de don Florindo Nuñez Ramos, un destacado profesional del área con casi cuatro décadas de experiencia y que nos recibe en su Estudio Contable propio en calle Alcázar 669.
Nacido y criado cerca del Lago Rapel, realizó sus estudios en Peumo para llegar a Rancagua en 1973 a estudiar Contabilidad en el Instituto Comercial, y posteriormente técnico en Administración de Empresas en Duoc Rancagua en 1992, a lo que sumó estudios de Auditoría. Fue en 1985 cuando decidió independizar su carrera profesional y ser su propio jefe, después de 11 años trabajando en una organización contable. Es así que abre su propio estudio para abarcar las áreas de las finanzas, administración, legislación tributaria y laboral, auditoria y contabilidad, partiendo con una pequeña cartera de clientes en el rubro del comercio, agrícola y transporte. “Hacía media jornada en la Distribuidora 45, lugar donde aprendí muchas cosas y me motivó a mi independencia. Por eso estoy agradecido de don Eduardo Hechem padre y su familia”, recordó.
Ese mismo año ingresó a las filas del Colegio de Contadores de Chile A.G. donde a nivel regional comenzó como tesorero en dos períodos consecutivos. Ese sería el inicio de su carrera gremial para destacar con cinco periodos sucesivos bajo la presidencia de su Consejo Regional, como consejero nacional en 2009 y alcanzar la presidencia nacional del organismo en 2010. “Mi motivación partió ya que integraba la comisión de Deportes del mismo colegio en Rancagua. Desde el inicio quise ser colegiado por el beneficio de la capacitación y perfeccionamiento profesional permanente que siempre se ha ofrecido. Con ello se logra estar preparado para resolver nuestro diario quehacer y mantener los estándares éticos de la profesión. En lo tributario y laboral hoy el contador debe contar con los nuevos conocimientos así como en la normativa internacional”, explicó Núñez. “De igual manera cuento con la libertad de participar en conferencias, cursos o seminarios para tomar experiencias y conocimientos los cuales he podido incluso replicar a generaciones más jóvenes a través de la docencia”.
APORTE A LA CIUDAD
A sus 62 años don Florindo realiza su propia introspección, especialmente sobre lo que ha sido su participación social en la ciudad, la cual comenzó ayudando a la comunidad de Villa San Joaquín donde residió por 25 años. Allí un grupo de familias fueron los primeros en habitar la zona y siendo dependientes de otras juntas de vecinos, lideró la fundación de la propia. “Fue así como con la ayuda de todos, recolectando dinero mediante cuotas, mucha organización y posteriormente la adjudicación de fondos públicos, pudimos construir una plaza, juegos para los niños e incluso la habilitación de un paradero en la avenida”, analizó. En este tiempo-prosigue-, “era muy fácil motivar la participación social. Hoy en cambio, no pasa lo mismo, somos más individualistas”.
Posteriormente lo invitaron a integrar las filas del Rotary Club Cachapoal, desde donde ha ejercido un importante rol social de ayuda a la comunidad. “Nos basamos en un accionar filantrópico para ‘Dar de Sí Antes de Pensar en Sí’, con operativos médicos o apadrinamientos a colegios, entre otras muchas actividades”.
Cabe recordar que en las elecciones municipales de 2016 postuló al cargo de concejal por Rancagua por RN obteniendo el 1,38% de los votos. “Confieso que no trabajé lo suficiente en mi campaña ya que en la misma fecha estaba en el tapete la Reforma Tributaria, por ello había que asesorar bien a los clientes y estudiar mucho más”, aseguró. Ahora no descarta una posible postulación para el próximo proceso eleccionario.
“Muchos me han preguntado por qué me gusta hacer esto y mi inquietud social. En los cargos siempre he estado para servir a los cargos y a la institución. Sin embargo, hoy estoy dedicado 100% a mi oficina y a mi equipo. Si yo pude hacer algo y aportar, por qué no puedo con mi trabajo y disposición a nivel comunal. Me siento muy rancagüino desde que decidí echar raíces en esta ciudad en 1973 y así lo seguiré siendo”, subrayó don Florindo.
