El INE dio a conocer la tasa de desocupación para la región de O’Higgins, entre los meses de agosto y octubre el indicador alcanzó un 7,4%, disminuyendo 0,9 puntos porcentuales en los últimos 12 meses, estas cifras solo reflejan algunos días tras el estallido social que en nuestra zona comenzó un día después que en Santiago, es decir el 19 de octubre.
Pero ya existen otros números que hablan de que el efecto en el empleo va ser complejo, los despidos en noviembre -por necesidades de la empresa- aumentaron en un 26% , comparado con el mismo mes del año pasado. Mientras que durante los dos primeros días de diciembre ya se contabilizan 930 notificaciones de despidos.
Por lo anterior, no debiera sorprender que en las próximas mediciones del empleo se observe una pérdida neta de puestos de trabajo en sectores como el comercio y los servicios, principalmente pymes, que están entre los más afectados por la crisis.
Sin embargo, tampoco se puede subestimar el impulso que el trabajo temporal en faenas de cosecha pudiera tener en los próximos meses, compensando una posible alza de los desocupados en otros sectores, el problema mayormente se verá entonces en los meses de invierno.
En un contexto donde aún no es posible calcular la magnitud del impacto de la crisis en el mercado laboral regional, la incertidumbre asoma como el principal factor que amenaza el empleo, y en la medida que ese elemento no se despeje, será muy difícil reactivar la economía. Es necesario un urgente impulso a los golpeados sectores de comercia y servicios.
Luis Fernando González V
Sub Director