Fernando Verdugo
Consejero Regional
En el Consejo Regional hemos estado revisando con profundidad la inversión y los desafíos que ella demanda en la ciudad de Rancagua. Pero hablar de los desafíos de Rancagua es también hablar de los que presenta Machalí y las otras comunas aledañas de la conurbación y por extensión, hablar de los desafíos para el área metropolitana de O’Higgins, prestadora de servicios por excelencia para todas y todos nuestros habitantes.
Hoy existe una presión inmobiliaria fuerte sobre el eje de la Avenida Salvador Allende cerca del Hospital Regional y con ella, la proyección de un flujo importante de vehículos y pasajeros en las vías que, de no ser atendido a la brevedad con inversión concreta, generará caos vial y peor calidad de vida, no solo para los rancagüinos, sino para toda la población que también viaja a Rancagua para diversas atenciones y servicios.
A diferencia de Santiago, en mérito del centralismo, nosotros no tenemos la posibilidad del anuncio fácil y aplaudido que ofrece nuevas líneas de Metro, pero para la conurbación esta será una de las soluciones a dicha presión, ya que, si el transporte no es moderno y de calidad en su equipamiento y oferta, las posibilidades de colapsos y agravamiento del taco vial, se incrementará a pesar del ensanchamiento de calles que si ha estado en la decisión política.
Un sistema de tren liviano de superficie fue uno de los ejes que impulsamos en lo
personal en la campaña presidencial de Guillier y que antes habíamos plasmado en las dos candidaturas de José Antonio Gómez: la creación de un sistema de transporte urbano de superficie, como el tren ligero y sustentable que usan ciudades de Europa no es un lujo para el área metropolitana de O’Higgins, sino una necesidad racional y evidente que no debe demorar más tiempo.
Hoy, cuando poco se discute sobre la profundización de la regionalización y la descentralización de Chile, quisiéramos ocupar la agenda con propuestas y proyectos que alineen la comunidad regional en favor de su desarrollo, con visión estratégica y decisión política de largo plazo, sin embargo, la reciente publicación del barómetro regional nos señala que ello está lejos del horizonte ciudadano, a pesar de las enormes implicancias que tendrá en la vida regional la elección del Gobernador y su empoderamiento a través del respaldo a un programa que empuje el desarrollo y la equidad territorial, poniendo metas ambiciosas y temas de relevancia regional y no los lugares comunes de la propaganda y el poder del dinero que han campeado en las campañas políticas, cuestión que tanto daño ha hecho a la confianza ciudadana.