05 de febrero de 2020.- A Jairo y Daniel Saavedra no solo los une el apellido y el amor por su familia. A estos dos hermanos rancagüinos los une una pasión: la música. Jairo toca la trompeta y Daniel destaca en la percusión sinfónica. Es que, a pesar de los obstáculos y el sacrificio que les ha significado dedicarse a su vocación, han logrado sobresalir, transformándose en verdaderos embajadores chilenos de la música a nivel iberoamericano.
Ambos forman parte del Programa Iberorquestas Juveniles, una de las 11 iniciativas de la cooperación iberoamericana, en las que nuestro país participa en el área cultural, que busca difundir entre los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, la práctica orquestal como una herramienta para el desarrollo artístico; además de apoyar la integración social de los sectores más desfavorecidos de la población, fomentando el conocimiento de la diversidad cultural iberoamericana en el ámbito de la música.
Jairo tiene 25 años y es el mayor de cuatro hermanos también músicos. Actualmente cursa su noveno año de Interpretación Musical en Trompeta, en la Universidad de Chile y se apronta a comenzar a estudiar Teoría de la Música. Cuando tenía apenas 8 años, comenzó su pasión por la música, por lo que ingresó a la Casa de la Cultura de Rancagua, incorporándose así al Programa Orquestas Juveniles.
En 2010 decidió partir a Santiago para formar parte de la Orquesta Sinfónica Estudiantil Metropolitana. Cuatro años después, ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, logrando convertirse en el “primer trompeta”, lo que le permitió participar de una gira por Europa durante 2019.
En noviembre del año pasado, fue uno de los dos chilenos que representó al país en la Orquesta Juvenil Iberoamericana, tocando con jóvenes músicos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Panamá, Uruguay y México; en el marco de la celebración de los 10 años del Programa Iberorquestas Juveniles que se realizó en México.
“Me llena mucho vincularme con otras culturas musicales, de entenderlas. La posibilidad de estar en México con músicos de 10 países de Iberoamérica, fue única y muy gratificante. Conocer sus realidades, en qué cosas van mucho más avanzados que nosotros, así como también darme cuenta de las ventajas que nosotros tenemos, ver cómo se entrelazaban con la música, y cómo, a pesar de tantas diferencias que uno pudiera suponer que hay, había una conexión. Es súper potente cuando estás afuera y lo que uno entrega de Chile para el mundo”, dice Jairo.
Por su lado Daniel, quien actualmente tiene 22 años, también asistió a la Casa de la Cultura de Rancagua y desde los 7 años de edad toca percusión sinfónica (tambor, platillos y timbal). Luego, se trasladó a Santiago a continuar sus estudios en la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile. Hace 3 años, comenzó a estudiar interpretación musical en Percusión Sinfónica en la Universidad de Chile, los que debió abandonar por motivos económicos.
“Sentí que mi sueño se derrumbaba. Trabajé haciendo de todo, desde garzón hasta mecánico en una empresa minera, pero no era lo mío”, cuenta Daniel. Fue en 2019 cuando se reencontró con la música, al quedar seleccionado como percusionista en el Programa Iberorquestas Juveniles, donde pudo viajar y compartir sus conocimientos a jóvenes de El Salvador. Por si fuera poco, y también en el marco de la celebración de los 10 años del Programa Iberorquestas Juveniles, recibió el premio en la Modalidad de Joven Intérprete.

“Este premio me dio un plus para decir que sí sirvo para esto, que si me esfuerzo, aún más, puedo llegar más lejos. Eso es algo que los jóvenes hoy necesitan saber, que con esfuerzo y dedicación, se puede lograr mucho”, señala el cabo Daniel Saavedra, especialidad de músico en la Fuerza Aérea de Chile (FACH), desde donde agradece a la cooperación iberoamericana por ayudarle en su formación y crecimiento personal.
Sobre la cooperación iberoamericana:
Hace unos días, Jairo y Daniel viajaron a Santiago para participar en un Conversatorio con distintos ganadores de los Programas Iberorquestas Juveniles e Ibermúsicas, organizado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. La idea era compartir experiencias y visibilizar el aporte que entrega la cooperación Iberoamericana a los artistas y gestores chilenos.
“Chile participa en 19 de los 27 Programas, Iniciativas y Proyectos Adscritos (PIPAS) de la Cooperación Iberoamericana, en los espacios de Cohesión Social, Conocimiento, Programas Transversales y ámbito Cultural. Además, lo hace en las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, y en esa instancia se aprueban los Programas que benefician a la ciudadanía iberoamericana, como es el caso de estos jóvenes que fueron seleccionados por los Programas Ibermúsicas e Iberorquestas”, explicó Ana María Portales, Jefa del Departamento de Política y Planificación de la AGCID. “Esta Agencia cumple una función de articulación y apoyo a esta cooperación iberoamericana, por lo que esperamos que nuestros artistas sean verdaderos embajadores culturales, tanto en Chile como en Iberoamérica”.