– La medida es para evitar aglomeraciones en el contexto de un funeral Covid 19 o no, en marco de la emergencia sanitaria actual a fin de evitar la propagación de la enfermedad.
–
Gisella Abarca
Fotos Héctor Vargas
Uno de los momentos más sensibles que se deben enfrentar en medio de la pandemia por el Covid 19, es el fallecimiento de alguna persona producto de la enfermedad. Desde que llegó la enfermedad a territorio nacional con el primer caso confirmado ese 3 de marzo, en Chile ya van 890 fallecidos, 14 en nuestra región, y la cifra cada día que pasa, crece aún más.
En nuestro país, han sido cientos las familias no han podido acudir a los sepelios de sus parientes. Otros tantos han dicho adiós a uno de los suyos sin velatorios ni misas, junto a pocas personas, sin tomarse la mano ni abrazarse, guardando distancia con el uso de mascarillas y guantes. Sin importar si murieron por Covid-19 o por otra causa, la despedida es para todos igual.
Y es que las autoridades sanitarias han establecido un estricto protocolo de funerales en contexto de pandemia por Coronavirus, “el cadáver de un fallecido por Covid 19 no significa un riesgo sanitario mayor al que ya existe previamente por la enfermedad. El riesgo reside en la posibilidad de aglomeración de personas asistentes al funeral”, señala el protocolo del Minsal.
Así lo corrobora la Seremi de Salud de O’Higgins, Daniela Zavando “esto se hace no pensando en la persona que falleció, porque cuando la persona fallece y está en la urna, no tiene riesgo de poder contagiar a quienes están alrededor. Se hace pensando en aglomeraciones que se producen en las demostraciones de afecto que también es complejo”.
En este contexto, la normativa enfatiza que están autorizados para asistir a las ceremonias los familiares más cercanos al difunto; no obstante, si alguno de ellos está en cuarentena, no podrá asistir.
LOS PROTOCOLOS SON LOS MISMOS PARA TODOS LOS DIFUNTOS
Respecto a los protocolos a segur, la autoridad sanitaria de O’Higgins, explica que “es importante que la ciudadanía sepa que en un contexto de pandemia, los protocolos funerarios son los mismos para una persona Covid Positivo que una persona que fallece por otra causa”.
En esta línea agrega que actualmente “para todos tenemos un protocolo único. La ceremonia fúnebre que incluye velorio, misa o culto y la inhumación debe realizarse dentro de 90 minutos, que no implica la entrega de cuerpo”, subrayó.
Aquí detalló la autoridad sanitaria que “el velorio, junto con la ceremonia funeraria y la inhumación debe durar 90 minutos, lo que no quita que por ejemplo, a uno le entreguen un cuerpo de una persona y ese traslado si es en la noche, va a quedar en algún lugar que es de cuidado de funerarias, una sala para su velatorio. Lo que se busca es que la gente no se quede; sino que en el momento que se programa, las personas participen y se produce la inhumación del cuerpo en 90 minutos. Una persona fallecida, puede permanecer en un lugar dispuesto para ser velado, sin concentración de personas, durante una noche, hasta el día siguiente para poder realizar la ceremonia fúnebre”, aclaró.
Dentro de este protocolo, agrega Zavando “el máximo de persona que pueden participar de esta ceremonia fúnebre es de 20, siempre que las condiciones permitan el distanciamiento social y esto –insisto- es para personas que fallecen con Covid confirmados o como otro tipo de enfermedad” argumentó.
En esta línea reafirmó Zavando que la lógica del protocolo es que la gente no se aglomere, para que no se contagie. “Hoy tenemos personas que son asintomáticas y reunir en un espacio pequeño a personas, puede significar un contagio importante”, sostuvo.
La autoridad sanitaria hizo el alcance, ya que “a veces se producían confusiones de interpretación – explicó- como por ejemplo que ‘tengo 90 minutos desde que me entregan el cuerpo hasta que se inhuma’ y la verdad es que eso no es posible, porque -a veces- en la misma entrega del cuerpo se producen atrasos importantes. Los 90 minutos, tiene que ver con que la gente no permanezca tanto tiempo reunida en un espacio cerrado o en un espacio abierto donde no puedan mantener una distancia social apropiada”, argumentó Zavando.
El RIGUROSO PROTOCOLO DE LAS FUNERARIAS
Poco a poco, el número de decesos a causa de la pandemia del coronavirus comienza a aumentar, por lo que las funerarias se han visto obligados a implementar nuevos protocolos al ser uno de los últimos eslabones de esta crisis sanitaria.
Es el caso de Funeraria Rodríguez, ubicada en Pedro Emilio Cuadra 120, una empresa familiar con 70 años de trayectoria que entrega estos servicios en Rancagua y sus alrededores, quienes han debido adoptar medidas requeridas por el Ministerio de Salud, además de otras que han implementado por su propio resguardo.
Hernán Rodríguez, dueño de la empresa, señala que ya han tenido que realizar servicios para fallecidos con Covid 19 y, en caso de que la persona muera en un recinto asistencial “El hospital entrega el cuerpo en una manga sellada, nosotros lo único que hacemos es abrir la urna y el cuerpo que nos entregan ingresarlo a la urna y sellarlo inmediatamente. No se toca, ni se viste. No lo ve la familia, no lo ve nadie y va directo al cementerio”. Aclara, además que “con el fallecido están sólo los familiares directos, nadie más” subraya.
Rodríguez agrega que “El protocolo que tenemos de las autoridades de salud, es que cuando se entrega el cuerpo a los familiares desde el hospital, se van directo al cementerio. 90 minutos dan, eso significa una hora y media en que vamos del hospital al cementerio. Llegamos al cementerio y lo entregamos al carro de los sepultureros y ellos son los que intervienen en la sepultación final”.
No obstante, el empresario expone que ha tenido dificultades con familiares en el proceso, pues no entienden el porqué del reducido tiempo para la despedida de su ser querido “uno le comunica de estos protocolos a la familia, pero la familia no entienden mucho e insisten en los tiempos de antes de 24 horas, y eso nos ha costado, donde no se ha dado a conocer mucho esta nueva normativa”.
En relación a los servicios que entrega, el dueño de la Funeraria Rodríguez, explica que para los velatorios disponen de salones especiales, que luego de cada servicio son sanitizados, al igual que las carrozas fúnebres. “Como funeraria tomamos todas las medidas de sanitización y de seguridad correspondientes para el servicio y la protección de nuestros funcionarios, ellos van con guantes, mascarillas, todos los elementos de protección, con el buzo quirúrgico, todo desechable”, informó.
No obstante, cuenta que la ocupación de las salas de velatorios ha bajado considerablemente “Las salas de velatorio se están ocupando lo mínimo, porque hasta este domingo tuvimos un velatorio, con tiempos muy reducidos y muy poca gente, y ya esta semana no hemos tenido nada”.
Explica que para evitar aglomeraciones en las ceremonias “se está mandando sólo la carroza con conductor y la gente está distribuyendo a los acompañantes con los autos de su propiedad. Se eliminó el servicio extra de carroza que contrataban las familias que era para trasladar en otro auto de nuestro servicio a personas de la tercera edad”, apunta Rodríguez.
Preocupado con la emergencia sanitaria que estamos viviendo a nivel mundial está el empresario por lo que finaliza diciendo “No quiero que esta pandemia sea negocio para mí, lo único que quiero es que encuentren pronto la vacuna para esta situación, no puede ser que hayamos llegado a esto. Jamás pensé que íbamos a llegar a algo similar. Cuando la gente llega acá, es porque ya vivió toda su vida y es tiempo de despedirla, pero no de esta manera, con este desastre mundial”, concluye.
Con esto, familiares y amigos tienen sólo 90 minutos para darle el último adiós a su ser querido, además de respetar las normas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud en medio de esta pandemia, donde el protocolo aplica para todo funeral. Da igual si murieron por este virus o no, porque el Coronavirus llegó y lo cambió todo.