Ximena Mella Urra
Primero fue concejal por Rancagua, luego nombrado Intendente Regional en 2015 por la entonces presidenta Michelle Bachelet, y luego salió elegido Consejero Regional por votación popular en 2017. Se trata de Juan Ramón Godoy, profesor de Historia de profesión que octubre pasado, decidió dejar su puesto en el Gobierno Regional para enfocarse a levantar nuevamente una carrera para las próximas elecciones regionales y municipales pospuesta para 2021 debido a la crisis sanitaria producto del Covid 19.
Así las prioridades de Godoy dieron un giro de 180 grados y ahora se ha movilizado por diversos lugares de la región para apoyar entre otros a principios de junio, al Diputado Raúl Soto cuando pedían a la Intendencia Regional una urgente Cuarentena Territorial Obligatoria para Rancagua y el fortalecimiento del plan de apoyo económico. Es por ello que consultamos al ex core sobre el nivel de contagio del virus a nivel nacional y regional. “Este debe colocar una voz de alerta porque no se han tomado las medidas adecuadas en los momentos adecuados. Es por eso que la estrategia del ex ministro Mañalich fracasó al hacer una mala proyección”.
Acota que no se puede decretar cuarentena cuando no se han entregado las condiciones básicas para el confinamiento, y que se relacionan con la alimentación, el cobro de servicios básicos o el congelamiento de los créditos en la banca. “Las cuarentenas son efectivas en la medida que se dé apoyo a sectores vulnerables y de clase media”, dice la ex autoridad regional. “Para que esto resulte, se deben entregar las condiciones para poder hacerlo poniéndose la mano en la billetera”. Pese a lo anterior, cree que las medidas deben ser drásticas en este momento en lo que se refiere al confinamiento obligatorio, lo que se demuestra en otros países del mundo donde ésta, ha sido la única manera de frenar el contagio.
Y una de estas primeras condiciones, después del sanitario asegura, debe ser el apoyo a las pymes al entregar un importante aporte al empleo. “Somos una región donde hay gran cantidad de trabajo informal, donde el 30% debe sustentarse al día a día. Estoy de acuerdo cuando se dice que Chile tomó las medidas a la perfección pero lo hicieron pensando en un país desarrollado y no lo somos. Tenemos un alto índice de desigualdad y pobreza lo cual se evidenció aún más con esta pandemia”.
POST PANDEMIA
Mirando hacia adelante, Juan Ramón Godoy dice que la nueva normalidad debería llamarse “nueva realidad” ya que deberemos acostumbrarnos a que estas medidas sanitarias nos acompañen por lo menos hasta fin de año o hasta que exista una vacuna. “Por ello es que el esfuerzo e inversión para combatir esta pandemia debe dirigirse a la salud primaria. A ellos se les debe entregar las herramientas y recursos porque son quienes están en el territorio. Esto debió ser desde el primer momento un pilar fundamental”, dijo.
Insiste en que los próximos meses serán claves para ver el efecto de las cuarentenas y si efectivamente va a haber un descenso en los contagios. “Hay una responsabilidad del Estado y Gobierno de entregar las condiciones en esta pandemia para dar un respiro a las familias. Por ejemplo, que podamos tener acceso al 10% de nuestros ahorros en la AFP para sustentarnos en estos meses de crisis, cuestión con lo cual estoy muy de acuerdo. Mientras que el resto va muy de la mano con el autocuidado”.
Ante la peor crisis sanitaria del país en los últimos cien años, asegura de que deberemos sacar muchas lecciones de esto, “después de darnos cuenta de la precariedad del sector empleo al existir importantes niveles de informalidad. Se deben construir políticas públicas dirigidas hacia un proteccionismo mayor hacia las mujeres, hacia los adultos mayores o personas con discapacidad, por ejemplo, quienes tampoco han sido nombradas en el transcurso de esta pandemia”.
En su calidad de docente en Historia, Godoy visualiza la forma en que hablaremos sobre esta crisis en unos 20 o 30 años más. “Va a marcar a nuestro país y a toda una generación porque muchos han debido cambiar su formato y quedarse en casa con una educación y un empleo distinto y donde hemos valorado más la vida en comunidad al estar encerrados”, reflexiona. “Así vamos a tener mucho trabajo para salir adelante y para hacer frente a la crisis social y económica que se nos viene y que acompaña a la sanitaria. También espero que cambie la forma de hacer política y que efectivamente los acuerdos existan para hacer una inversión real y cambios estructurales en el país que contribuyan a terminar con los niveles de desigualdad”, concluye.