Ximena Mella Urra
Ya son cinco meses desde que se desató esta pandemia y la vida nos ha cambiado en 180 grados. Uno de los tantos efectos indeseados de este confinamiento producto de la propagación del Covid-19 ha sido el deterioro de la salud mental. Niños y adultos deben convivir encerrados en sus hogares cumpliendo con lo que antes hacían en otros lugares: ir a clases y trabajar.
En el caso de los establecimientos educacionales, estos han debido adaptarse a un nuevo y desconocido concepto de “colegio en línea” lo cual hasta ahora sigue siendo un enorme desafío, tanto para docentes como para los alumnos, alumnas y sus familias. Cada una de estas instituciones vive una realidad distinta pero todas van a un mismo fin, la educación permanente de nuestros hijos.
Digno de destacar es lo que realiza hoy el Colegio Antilén de Rengo, gracias a sus acciones paralelas a la formación pedagógica y que se basan en la contención emocional. “Fuimos una de las primeras instituciones de la región en instaurar la modalidad en línea en educación, cuyos primeros encuentros fueron basados principalmente en la contención emocional ante la incierta situación de pandemia. “En este periodo de confinamiento nuestros alumnos desarrollarán otras habilidades, además de las académicas, que tienen que ver con la convivencia familiar, organización del tiempo o el uso activo de las tecnologías para el aprendizaje, por ejemplo”, argumenta Carlos Garrido, director académico del Colegio Antilén. Sus 921 estudiantes que van desde Pre kínder a Cuarto Medio, están tomando actualmente un receso de sus clases virtuales. Sin embargo, seguirán con sus talleres y conversatorios dirigidos a toda su comunidad escolar.
Tras la suspensión de clases presenciales un 16 de marzo pasado, se puso en marcha continuar con el aprendizaje desde el hogar con el desarrollo de guías de trabajo. Posteriormente, a fines de ese mes, comenzaron las clases virtuales en todos sus niveles y asignaturas. “Con la finalidad de generar espacios de contención emocional, establecimos un plan que contiene instancias de encuentro con apoderados/as, conversatorios con estudiantes y clases de Orientación en las que se abordan temáticas atingentes a la situación de confinamiento que se está atravesando, todo aquello en función de las necesidades que ha presentado la comunidad en su conjunto. De esta manera, los y las estudiantes cuentan con un espacio para expresar su sentir e intercambiar vivencias u opiniones con sus pares”, indicó su director.
Sumado a lo anterior, en el Antilén han creado cápsulas educativas conducidas por profesionales en distintas áreas ya sea ex alumnos, académicos o apoderados, las cuales son compartidas en su sitio web y en sus redes sociales. De igual forma realizan las reuniones de apoderados en línea; conversatorios para apoderados y estudiantes con la participación de profesionales de diversas áreas; capacitaciones a funcionarios del establecimiento orientadas al manejo de herramientas tecnológicas y el uso de la plataforma Classroom; la actividad denominada “Desafíos en Familia” dirigido a niños y niñas de nivel preescolar para desarrollar habilidades transversales, entre otros.
“Los conversatorios han servido para escuchar las inquietudes de la comunidad e ir adecuando la intensidad de acuerdo a la situación de nuestros alumnos y así dar tiempos para la reflexión, nivelación y vida familiar”, argumentó Garrido.
Asimismo se declaran pioneros en prácticas profesionales e intermedias y participar en el Plan Nacional Tutores para Chile del MINEDUC. Esto ha permitido que se vayan integrando hoy algunos profesores en formación al apoyo educativo de alumnos entre Kínder y Segundo Básico, sumándose durante el segundo semestre profesionales en formación en enseñanza media.
DOCENCIA A TODA PRUEBA
Implementar un “colegio en línea” y en pocos días también fue una enorme tarea para esta institución. “Las primeras semanas fue complicada porque no sabíamos cómo iban a recibir esta modalidad los alumnos porque debimos cambiar nuestra forma de hacer clases intensificando las habilidades comunicacionales tales como la expresividad o la voz”, aportó desde su experiencia Rodrigo González, docente de Matemáticas.
El docente cuenta con una treintena de alumnos por curso entre (7mo básico a Cuarto Medio), a quienes dicta sus clases en línea. “Incorporamos la cualidad lúdica que tiene esta tecnología y las redes sociales al trabajo educativo. Nos vamos a conectar por cámara pero para trabajar, hagamos videos pero para estudiar, sacaremos fotos pero para analizar y así sucesivamente”, explicó. Sin embargo, piensa que la tecnología nunca va a superar a la condición humana ya que esta es imprescindible en la educación. “Ha sido una grata experiencia esta nueva forma de trabajar, pero creo que en algún momento deberemos recuperar las clases presenciales o una parte de ella”.
A su juicio hoy hay menos espacio para la improvisación ya que deben preparar la clase con todo el material listo y dirigido a las necesidades de cada uno. De igual forma se han potenciado entre los docentes y él mismo ha guiado a otros colegas ayudándoles en el correcto uso de la plataforma Classrom. Lo que más ha costado-dice-, es lograr que los estudiantes entiendan que las clases en línea es una gran oportunidad para aclarar sus dudas.
EXPERIENCIA DESDE EL HOGAR
Desde el establecimiento comprometen de igual manera a toda la familia para el éxito de esta nueva modalidad. Claudia Meléndez, es apoderada de enseñanza básica al tener a sus dos hijos cursando Pre Kínder y Cuarto Básico.
Su pequeña hija es párvulo y se conecta todos los días una hora por la tarde. Sus clases son muy didácticas y lúdicas, explica, con actividades relacionadas también con la contención emocional. “Creo que han avanzado mucho en lo que va del año, si hasta ya sabe escribir su nombre. Han ido jugando y aprendiendo a la vez. Ha sido muy lúdico y no se dan ni cuenta que a la vez van aprendiendo algo nuevo”.
Claudia avala el apoyo entregado por el colegio al ser una institución “proactiva y cercana. Mis hijos están felices y para el mayor ha sido un descubrimiento esto de la tecnología. Han hecho cosas muy prácticas lo cual ha estado a favor de ellos. Estoy muy conforme porque a estas alturas del año, los objetivos se han ido logrando. Veo que mis hijo han avanzado y no están estancados”.
Por último destaca que el Colegio Antilén realice talleres extra programáticos de manera vía remota. “Esto da instancias diferentes y recreativas en estos tiempos difíciles y que es tan necesario tenerlas. Por ello ofrece talleres por ejemplo de folclore o lettering, lo cual es muy bueno para los niños”.