- La medida fue valorada por los voluntarios de la región, quienes en algunas oportunidades han sido víctimas de ataques. La ley 21.246 entró en vigencia a partir de 21 de julio.
Fernando Ávila F.
Este martes se publicó en el Diario Oficial la modificación al código penal para agravar la pena de los delitos que se cometan en contra de bomberos mientras ejercen sus funciones. Se incorpora el inciso tercero en el artículo 400 del Código Penal donde la pena por este delito se aumenta en un grado.
En ediciones anteriores de nuestro medio de comunicación, hemos informado de agresiones de las que han sido víctima bomberos cuando se han dirigido a atender algunas emergencias. Es por ello que en conversación con el Presidente del Consejo Regional de Comandantes de Bomberos, Claudio Araya, dio a conocer que esta noticia establece las sanciones para quienes agredan a bomberos en acto de servicio, aumentando en un grado la pena, hecho que lo toman con agradecimiento, pero recalcó que afortunadamente no siempre son víctimas de ataques, con hechos aislados que en ocasiones realizan personas que no tienen el criterio de percatarse que lo que la institución realiza es una ayuda desinteresada en relación a la emergencia.
Agregó que nunca van a justificar este tipo de hechos, por lo que el llamado es a entender el trabajo de bomberos, comprender las situaciones donde están insertos, la evolución de la emergencia para poder entender la situación. “Muchas veces dicen que los bomberos llegaron tarde, pero hay que pregustarse si fue el llamado de las personas oportuno, el llamado fue cuando el fuego estaba iniciándose, o cuando se les descontroló a ellos y vieron que no lo pudieron parar”, dijo el comandante.
La autoridad bomberil también se refirió al trabajo que han realizado durante la pandemia, donde asegura se han fortalecido los procedimientos que ya estaban establecidos, acomodándolos a la emergencia Covid-19. Añade que se han cambiado los procedimientos en relación al trabajo y despliegue, resguardo al personal con guardias permanentes en los cuarteles, reduciendo la dotación de los voluntarios que viajaban en las máquinas, así como descontaminar cuarteles y medidas preventivas para reducir riesgos de contagios, todo con el fin de adaptarse a la contingencia.