Ricardo Obando.
A mediados de marzo, cuando la región venía retomando su ritmo normal tras las vacaciones de verano, llegó el coronavirus. Lo que parecía lejano, más cuando todo ocurría en China y en Europa, se desató a un ritmo vertiginoso si lo miramos con el aire que da el tiempo transcurrido.
En los primeros días de la pandemia, nuestra región era considerada un “milagro”. Las cifras de contagio eran bajas, los casos iniciales venían precedidos con viajes al extranjero y al sur del país, momentos en que la trazabilidad era aún una opción real.
Poco a poco los números comenzaron a aumentar, la gravedad en muchos casos terminó con personas internadas en los centros asistenciales de la zona y lamentablemente, en otros casos, llegó a la muerte.
Los 26 contagios informados oficialmente para O’Higgins en las vocerías diarias desde la Intendencia en marzo, pasaron a 83 en abril, 704 en mayo, 5.053 en junio y 4.457 en julio. Los fallecimientos, en tanto, desde el primero en abril, subieron a 17, 51 y 183 en los meses siguientes. Es decir, la crisis por el COVID-19 hizo que todo el sistema estuviera a su máxima capacidad en el cierre del otoño y comienzo del invierno.
En esos meses, dos habitantes de la región se encontraron de golpe con el coronavirus. Su vida, indudablemente cambió tras esta experiencia, considerando además que ambos vivieron días hospitalizados , y hoy, tras vencer a la enfermedad, pueden contar su historia y comunicarle a nuestros lectores un mensaje de que, de aquí para adelante, hay que aprender a convivir con el virus.
María Inés Araos Marcet logró recuperarse del COVID
“Estuve un mes estuve en coma y en un principio con riesgo vital”
Un video de cuándo logró salir de la Unidad de Cuidados Intensivos se hizo viral. Esta sanfernandina contó su experiencia en la lucha para derrotar al coronavirus.
Lo veía lejano, porque el foco principal estaba en Santiago y no acá. Pero el virus, como a miles de chilenos, le pegó fuerte y la tuvo muy cerca un desenlace fatal. La sanfernandina María Inés Araos Marcet (48) estuvo un mes y medio internada en la UCI del Hospital San Juan de Dios y el día en que salió de los cuidados intensivos (2 de julio), un emotivo video demostrando su alegría por abandonar esa unidad se hizo viral gracias a El Rancagüino.
Esta esposa y madre de cuatro hijos, sabe bien que la historia fue compleja. La percepción que tenía del COVID-19 era la que tenían muchos habitantes de la región de O’Higgins. “Lo veía súper lejano, sobre todo porque los focos más grandes estaban en Santiago y aquí eran pocos. A pesar de eso me cuidaba mucho ya que al estar con un tratamiento con inmunoterapia era muy arriesgado para mí”, señaló.
¿Tuvo conocimiento de cómo se contagió?
Nunca supe cómo me contagie, probablemente con un viaje a Santiago a un control médico, pero no tengo la certeza.
Cuándo supo el resultado positivo del examen PCR, ¿Qué se le vino a la cabeza?
Cuando me fui a urgencia suponía que podía ser COVID, pero jamás pensé que sería tan grave, pasó todo tan rápido y avanzó tan rápido la enfermedad que al otro día de estar hospitalizada ya estaba en la UCI.
La enfermedad avanzó veloz y muy potente, pues estuvo varias semanas en la UCI.
Estuve alrededor de un mes y medio en la UCI, de los cuales un mes estuve en coma y en un principio con riesgo vital. Fue muy difícil salir del estado grave.
De ese mes y medio, ¿Qué comentó el personal médico? ¿Qué le señalaban a su familia?
El personal médico fue fantástico, muy preocupados de mantener a mi familia al tanto de mi situación. Cuando desperté ellos me ayudaban hacer video llamadas para mi tranquilidad y la de ellos. Para mí familia fue terrible, porque no me podían ver y en un principio solo recibían malas noticias ya que no habían mejoras. Además ellos también tuvieron COVID, pero mucho más suave.
Y después de la fase crítica, ¿Cuánto tiempo pasó para dejar el hospital?
Después de que me hicieron la traqueotomía pasó una semana y salí de la UCI. Luego estuve una semana en medicina y me dieron el alta del hospital. De ahí quedé con hospitalización domiciliaria 15 días con kinesiólogo y enfermera que venían día por medio a verme del hospital.
¿Qué secuelas le dejó este virus?
La parte muscular fue la más afectada, no tenía fuerzas ni para caminar. Cansancio al hacer algunas cosas. Para eso me ayudó bastante el kinesiólogo. Con ejercicios respiratorios y físicos.
Después de vivir ésto, ¿Qué mensaje le entrega a nuestros lectores respecto a la enfermedad.
Lo primero y fundamental, que se expongan lo menos posible, que sigan los protocolos, que se cuiden y cuiden a sus familias. Esta enfermedad le puede dar a cualquiera y muchos no tienen la suerte de salir bien. El COVID es una enfermedad que estará con nosotros hasta que tengamos la vacuna, es una enfermedad solitaria, sólo entra el personal médico cuando es necesario, no puedes ver a tu familia.
José Francisco Chavarría Muñoz, auxiliar de servicio en el Hospital de Chimbarongo:
“Yo me cuidé. No fue por una irresponsabilidad. ¿Cómo me contagié? Ni idea”.
El funcionario contó su experiencia con el coronavirus. Según expresó a El Rancagüino, sus síntomas avanzaron rápido, hasta que terminó hospitalizado, pero logró salir adelante y ya está de regreso nuevamente en su trabajo.
Con 40 años, cada vez que tiene que cumplir con su turno de auxiliar de servicio en la urgencia respiratoria del Hospital de Mercedes de Chimbarongo, lo hace con alegría. José Francisco Chavarría Muñoz, es uno de los cientos de funcionarios de la salud que en la región terminó contagiado por el COVID-19. Logró superar la enfermedad y nuevamente está ahí, al pie del cañón.
Según comentó a El Rancagüino, todo ésto lo veía muy lejano. “Cuando empezó el tema de la contingencia, cuando veía las noticias por la televisión en China. Para mi era imposible que llegara al país”, señaló.
Es más, apuntó que “cuando llegó el primer caso, las cifras aumentaron rápido y lo pensé: estamos condenados, sé que me voy a enfermar. Siempre lo asimilé, pero pedía por favor que no me diera tan fuerte”.
¿Cómo fue para usted el proceso previo a la confirmación de la enfermedad?
Llegó el día el 26 de mayo (martes). Empezó con un dolor de cuello, como tortícolis. Vine al servicio de urgencia, estaba en turno de noche y me empecé a sentir mal. Me vieron y me señalaron que era como una contractura muscular. Luego aumentó el dolor, de espalda y brazos, luego la fiebre y mucho dolor de cabeza.
El miércoles (27) le hago ver a mi jefa de turno que no me sentía bien, y me dijo que me viera en la urgencia respiratoria. Me sentí mal, aguanté jueves (28), me hicieron la PCR, me fui a la casa con cuarentena preventiva, y el viernes (29) me notificaron que fue positivo.
Después seguían apareciendo síntomas hasta que el sábado (30) llamé al servicio de urgencia porque quería ser evaluado, porque empecé con problemas respiratorios.
Y ese mismo día en la noche, empecé a saturar bajo y acá me internaron por la falta de oxígeno. El domingo (30) perdí el olfato y el gusto en un cien por ciento. El dolor muscular era terrible, es más, ni siquiera podía tomar mi teléfono porque me dolían hasta los dedos. Eso fue aumentando, la fiebre. Después, el lunes (1 de junio) me llevaron al hospital de San Fernando a hacerme un TAC y me diagnosticaron una neumonía. El martes (2 de junio) empezó un tratamiento de antibióticos.
Cuando confirmaron el positivo, ¿Qué sensación tuvo?
Llanto, fue un balde de agua fría. Pensé de inmediato en mi hijo. Soy una persona muy creyente en Dios, le pedí que por favor mi hijo no se enfermara. Estuvo la posibilidad de ir a la residencia sanitaria en Machalí y en la casa mi señora no estuvo de acuerdo. Me dijo que si me llegaba a pasar algo, por lo menos acá estaba cerca.
Esta es una enfermedad que te aleja mucho de la familia. A mi señora le dije que si alguna vez era positivo, lo iba a hacer público, y así lo hice por mis redes sociales.
El 9 de junio era el día de mi cumpleaños, y estaba hospitalizado. Ese cumpleaños nunca se va a olvidar. Mis compañeros fueron, desde la ventana, a cantar el cumpleaños feliz. Fue algo que me llenó mucho en cuanto a lo positivo.
Y su familia, ¿También se contagió?
Mi señora estuvo enferma, presentó mucha tos y dolor de cabeza. Mi hijo menor estuvo solo dos días con pérdida del olfato y el gusto.
¿Qué puede rescatar del proceso que vivió?
De toda la enfermedad puedo rescatar cosas más positivas que negativas. Hubo mucha gente a mi lado, funcionarios del hospital, estoy muy agradecido de mis compañeros de trabajo, mi familia y amigos cercanos, siempre preguntando por mí, y eso es una carga de energía positiva que sirve para soportar ésto.
Lo negativo que queda, es el momento que pasé con mi familia, del susto de enfermarlos a ellos.
¿Qué mensaje le entregaría a la gente respecto a esta enfermedad?
Yo siempre tomé las medidas necesarias, yo me cuidé. No fue que yo me contagié por una irresponsabilidad. ¿Cómo me contagié? Ni idea. ¿La gente se tiene que cuidar? Sí, se tiene que cuidar. Pero uno no tiene que ser egoísta y pensar en uno mismo, porque uno tiene que cuidarse por su familia, por sus hijos, por sus esposas, por sus papás.
Uno, en realidad, ve las cosas tan lejanas y lamentablemente vivimos en una sociedad tan al límite, que tienen que pasarnos las cosas para tomar conciencia de lo que realmente está pasando.
Hoy en día uno ve que se está levantando la cuarentena en muchas ciudades, en la región están aumentando los casos. Basta con ver en Europa el rebrote de la enfermedad y yo creo que vamos para allá. La gente se va a confiar por el solo hecho de levantar la cuarentena, que vamos a volver a la normalidad. Con el rebrote tenemos que cuidarnos el doble.