Tras registrarse un brote de coronavirus en un supermercado de alimentos congelados, China alertó sobre el riesgo de contagio por la manipulación de estos productos. Microbióloga explica por qué esto es posible y entrega consejos para manejar estos insumos en casa.
Verduras, carnes, croquetas y platos precocinados son parte de la oferta de alimentos congelados comercializados en negocios y supermercados nacionales. Estos productos, durante los últimos días, han sido puestos bajo la lupa luego que China alertara que pueden ser un foco de contagio de Covid-19.
¿Por qué ocurre esto? Básicamente, por las características estructurales propias de la familia de los coronavirus, explica Karin del Campo, microbióloga y académica de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián. “Estos patógenos tienen una especie de termo tolerancia, es decir, sobreviven en condiciones de refrigeración y de congelamiento. En el caso particular del SARS-CoV-2, cepa que provoca la enfermedad de Covid-19, se hicieron estudios que confirman esta resistencia, incluso después de permanecer 20 días bajo temperaturas de 4° y -20° Celsius”.
Respecto a los mecanismos de infección de estos productos, la especialista indica que esta se genera, principalmente, por dos vías. La primera es provocada por una contaminación externa. “En este caso la superficie de la envoltura del alimento tuvo contacto con coronavirus, este quedó ahí retenido y gracias a la conservación de estos productos, en base a cadenas de frío, las partículas virales se mantuvieron viables”, detalla del Campo.
La otra, estudiada con mayor profusión en la actualidad, es la que se da en la manipulación de los productos alimenticios. “Si un operario de una industria de alimentos es Covid positivo, y se mantiene en labores de manipulación a lo largo de toda la cadena de producción, puede contaminar un lote completo de X productos”, describe la académica.
¿Qué hacer en casa?
En primer lugar, la experta llama a no a caer en la psicosis de pensar que todos los productos congelados son peligrosos y puedan tener el virus. “Los episodios ocurridos fueron concretos y los papers que los han descrito hacen un llamado a la calma, alertando a las empresas para que exacerben las precauciones sobre todo en los operarios de alimentos”.
Sin embargo, la microbióloga insiste en poner cuidado con la manipulación externa de alimentos, es decir, en realizar una desinfección de los envoltorios en los que vienen los productos congelados, al igual que el resto de la mercadería adquirida en los comercios. “Para ello se recomienda desinfectar los paquetes con alcohol o cloro diluido, esperar que se sequen para que cumplan con su función desinfectante, y luego almacenar en el refrigerador”, concluye.