La opinión de Manuel Polgatiz Periodista y comentarista deportivo
Cuando la ilusión y el cosquilleo en la guata por el reencuentro era el deseo, el regreso se transformó en una película ya vista y repetida.
Apreciar nuevamente a ese amor eterno, que a muchos nos hizo vibrar y despertar con ansias un domingo por la mañana, tenía como objetivo disfrutar la jornada y acurrucarse en cariños tibios y abrazos sinceros.
Sin embargo, transcurridos los minutos, nos dimos cuenta que esos errores, generadores de la distancia pretérita, permanecen intactos y sin capacidad de resolución.
Muchos podrán decir que es el primer partido después de receso sanitario, pero lo cierto es que este rendimiento, no es consecuencia de la emergencia COVID, sino más bien, un producto que comenzó desde el inicio de temporada.
La tabla de posiciones se mira hacia arriba y el sótano es la realidad del momento. Los números no mienten y solo 4 puntos en 8 partidos es prístino indicativo de una crisis desatada, que atemoriza y siembra dudas de cara al resto del torneo.
Si el equipo en su conjunto no funciona, es el líder quien debe asumir, tal como ocurre en cualquier empresa o servicio público. Es mejor que Graff se quede en cuarentena y venga otro que haga la pega, porque el convencimiento no puede provenir solo de su prodigiosa labia.
En Rancagua se necesitan resultados y no buenas personas, que quizás en otras áreas de la vida tienen absoluto reconocimiento.
Te extrañé mi amor (O’Higgins) y pensé que habías cambiado pero lastimosamente sigues siendo el mismo.