Gisella Abarca
El viernes recién pasado, el Obispado de Rancagua informó que desde Roma “El Santo Padre ha concedido la dispensa solicitada por el Sr. Jorge Vásquez Valenzuela, luego de haber vivido un proceso de discernimiento personal”, consecuencia de ello, pierde el estado clerical y no puede ejercer el ministerio sacerdotal, informaron.
Los hechos que desencadenaron la decisión del ahora ex sacerdote, se dieron los primeros días de marzo del año pasado (2019), cuando Jorge Vásquez protagonizó un accidente vehicular en la comuna de San Fernando.
En ese entonces, Vásquez Valenzuela era cura párroco de la Parroquia Santa Rita de Casia ubicada en el sector oriente de San Fernando, quien cerca de las 05:34 de la madrugada del día 3 de marzo en calle Manso de Velasco con calle O’Higgins; colisionó por la parte posterior a otro vehículo modelo station wagon, marca Chevrolet.
El religioso según señala el parte policial, en manifiesto estado de ebriedad, fue detenido por Carabineros y conducido a la Primera Comisaría de San Fernando, arrojando la alcoholemia 2.03 grados de alcohol en la sangre.
En ese entonces el Obispado de Rancagua informó que “se ha enterado de la situación del Padre Jorge Vásquez. El P. Jorge ha sido retirado de sus tareas pastorales para que responda ante la justicia frente a estos actos. El Obispado de Rancagua está preparando los actos administrativos correspondientes”, indicaron en esa fecha.
Cinco meses más tarde -el 19 de agosto de 2019- el Obispado de Rancagua informaba del inicio de un proceso administrativo penal en contra del sacerdote Jorge Vásquez Valenzuela. Esto, luego del cierre de la investigación previa que se había instruido por conductas contrarias al ministerio.
Además, desde el Obispado informaron que el sacerdote continuaba con su ministerio restringido mientras durara el proceso, el que llegó a su fin este 28 de agosto cuando desde la entidad religiosa informaron a la comunidad que se retira del ministerio sacerdotal.